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¿Cuánto cuesta cobrar una herencia? Estos son los gastos de los trámites

La gestión del cobro de una herencia no solo implica pagar el Impuesto de Sucesiones. Abogados, notarios, impuesto de Plusvalía Municipal... La cuantía a pagar aumenta.

Una calculadora y billetes de euro.
Una calculadora y billetes de euro.
Imagen de Alexander Stein en Pixabay.

Una herencia puede presentar ciertas dificultades en su trámite, por lo que varios deciden optar por un gestor para que resuelva la mayoría del proceso. Eso sí, el precio de estas operaciones puede variar y también las circunstancias que rodean a cada uno de estos documentos. En algunos casos, la existencia de un testamento puede facilitar la gestión de las propiedades del fallecido, mientras que su ausencia implica que harán falta formalidades adicionales. También el cálculo de la propia herencia puede complicar el proceso.

En primer lugar, es importante saber que los gastos asociados a la herencia abarcan más que los honorarios del abogado y el procurador. También se debe tener en cuenta a los notarios y registradores, la tasación o liquidación de los bienes y su carga fiscal. Lo que cobra un abogado depende de cada uno, por lo que sus honorarios no se ajustan a cifras fijas. Sin embargo, suelen ofrecer uno de dos tipos de tarifas: de precio fijo, que suele emplearse para trámites concretos; y de porcentaje, que suelen estar entre el 10% y el 20% del valor reclamado y son preferibles cuando no se sabe cuánto durará el proceso, como en caso de ir a juicio. Los procesos de reparto de herencias suelen partir desde los 2.300 euros, e impugnar una herencia cuesta entre 900 y 2.000 euros.

También es necesario tener en cuenta los impuestos de sucesiones y donaciones, que se deben abonar a la administración pública en los primeros seis meses desde el fallecimiento o desde que se declara oficialmente. Se aplican directamente sobre los bienes e ingresos heredados, y aumentan en proporción a su valor, encontrándose usualmente entre los 400 y los 1.000 euros. Las variables más importantes son el valor y la composición de los activos, de los cuales los más caros son los inmuebles; el sitio donde se produce la sucesión, ya que los impuestos dependen de las Comunidades Autónomas, y la relación con el causante, de la cual dependen algunos beneficios y exenciones.

El impuesto de Plusvalía Municipal o Impuesto sobre el Incremento de Valor de Terrenos de Naturaleza Urbana puede aumentar el precio significativamente si se toma en cuenta en la aceptación de la herencia, pero depende del cambio de valor del terreno en cuestión. Si el espacio heredado no se ha vuelto más caro, no se tendrá que pagar. Es una de las reclamaciones más frecuentes en estos casos, por lo que lo mejor es consultar con un abogado. Otro detalle que puede proporcionar una cierta ventaja es investigar las posibilidades de aprovechar los ahorros fiscales que pueden surgir de determinadas situaciones legales.

Se puede prescindir de los servicios notariales si la herencia incluye únicamente dinero, valores o seguros, o si hay un heredero único. Sin embargo, los inmuebles que se quieran repartir entre varias personas e inscribir en el Registro de la Propiedad conllevan la necesidad de hacer público el documento, del cual los notarios se encargarán de encontrar la última versión. Los aranceles notariales suelen tener precios fijos, pero los costes efectivos pueden variar por factores como las adjudicaciones concretas, el número de herederos y de copias simples o autorizadas, entre otros.

El Registro de la Propiedad se debe realizar en los casos de tener que dividir un bien inmueble entre varios herederos, para lo cual hace falta el cuaderno particional que se obtiene en la notaría. De manera parecida a los notarios, los registradores tienen honorarios que dependen del número de gestiones necesarias y sus circunstancias, como lo serían los asientos de presentación, la liquidación de gananciales, los derechos que se constituyan, etcétera.

Honorarios y coste total de la herencia

En varios casos existe la necesidad de pagar los honorarios de otros profesionales, como liquidadores, mediadores y tasadores, pero un abogado experimentado en materia tributaria suele cubrir sus funciones. Por otro lado, también hace falta pagar varias conceptos en diferentes etapas del procedimiento, como el certificado del Registro General de Actos de Última Voluntad y la tasa por solicitar el certificado del Registro de Seguros con cobertura de Fallecimiento, de cuatro euros cada uno; las tasas por transferencia de vehículos, que oscila los 55 euros; la copia autorizada del testamento en la notaría, cuyo precio varía dependiendo del año de elaboración del testamento y el número de páginas; las certificaciones catastrales, que podrían ser gratuitas en algunas ciudades, y un número de comisiones bancarias.

Por lo general, las gestiones de herencias menores cuestan entre 3.000 y 5.000 euros, pero estas pueden alcanzar la horquilla entre los 8.000 y los 15.000 euros, mientras que las grandes fortunas podrían generar costes prácticamente ilimitados. Por ello, la mejor opción para la mayoría de las personas que se encuentran en una situación de cobrar una herencia es consultar con un abogado con trayectoria en derecho tributario antes de tomar una decisión que podría salirles más cara que el valor de lo que podrían heredar.

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