La reforma de las pensiones aprobada en 2013 contemplaba, entre otras medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema de reparto, un aumento progresivo de la edad de jubilación hasta 2027 y del número de años cotizados necesarios. Dentro de cinco años, los trabajadores que quieran retirarse lo podrán hacer a los 65, siempre hayan cotizado al menos 38 años y medio, o a los 65, si no cumple ese requisito de cotización y las aportaciones han sido realizadas durante menos tiempo.
En buena parte, durante los años que han transcurrido entre 2013 y 2022 se ha cumplido el principal objetivo, que es que los ciudadanos se jubilen más tarde, aunque sea solo unos meses. Así, la edad media de retiro ha pasado de los 64,2 años en 2018 a los 64,8 en el acumulado de 2022, seis meses que han supuesto un respiro para el sistema, ya que ha permitido más tiempo de cotización y menos de pago de la prestación de jubilación. Caen los gastos y suben los ingresos.
Se incrementa el número de años cotizados
En 2022, la edad ordinaria de jubilación son los 66 años y dos meses, siempre que se haya cotizado menos de 37 años y 6 meses de cotizaciones y 65 años si se ha cotizado durante más tiempo. El próximo año -2023- para poder retirarse a los 65 será necesario haber aportado a la Seguridad Social durante al menos 37 años y nueve meses y, en el caso de que no haya sido posible haber alcanzado ese periodo, será necesario esperar a los 66 años y cuatro meses.
En cualquier, hay un porcentaje elevado de trabajadores, en torno al 40%, que siguen optando por la jubilación anticipada pese a las penalizaciones que se contemplan en el primer paquete de la reforma de pensiones vigente desde el 1 de enero de este año. También es posible demorar el retiro, una situación para la que se prevé incentivos. Los ciudadanos que decidan seguir esta vía tendrán un incremento adicional en su pensión del 4% por cada año completo de retraso cotizado respecto a la edad ordinaria en la que pudo jubilarse.
Otra opción es recibir el capital por cada año de retraso en un solo pago. La cantidad que se reciba dependerá del importe de la pensión y la duración de su carrera de cotización, pero oscilará entre 4.786 euros y 12.060 euros por cada año. Haber cotizado más de 44 años y medio, además tendrá una recompensa extra. Además, es posible adoptar una fórmula mixta, que implica recibir un importe extra en un pago y el resto repartido durante los años de jubilación.
La jubilación activa
También se puede recurrir a la jubilación activa, que permite disfrutar de la pensión contributiva y compatibilizarla con un trabajo por cuenta ajena o por cuenta propia del pensionista. El acceso a la prestación deberá haber tenido lugar al menos un año después de haber cumplido la edad del retiro que en cada caso resulte de aplicación. No son admisibles jubilaciones acogidas a bonificaciones o anticipar la edad de jubilación.
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