Ahorra más del 30% en la factura de la luz con unos simples toldos o luces LED

Este martes, el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista marcará el registro más caro de la historia con 544,98 euros el megavatio/hora (MWh), un 23,15% más respecto al día previo. Incrementos que llegan como consecuencia en el alza del coste del gas natural por la invasión en Ucrania. El récord previo lo había marcado el precio de este lunes, que había registrado una media de 442 € por MWh. 

De esta forma, el precio de la luz sigue una tendencia alcista que el pasado febrero provocó que el recibo de la luz costase el doble que en 2021. Un mes en que el recibo eléctrico de un usuario medio con la tarifa regulada alcanzó los 131,29 euros, un 111,5% por encima de los 62,08 euros del año pasado.

Para aliviar los bolsillos de los ciudadanos, La Caixa ha elaborado una lista de consejos y reformas para reducir el consumo de energía y la huella medioambiental y, de esta manera, conseguir abaratar el precio de la factura de luz. Estas son algunos de las recomendaciones que te pueden ayudar a ahorrar en el día a día.

Claves para reducir el consumo

Uno de los factores fundamentales para lograr un ahorro en la factura de la luz es el aislamiento de la vivienda. Conseguir que una vivienda evite pérdida de calor o frío puede beneficiarnos cuando vayamos a pagar. Para lograr esto podemos actuar sobre tres puntos del hogar. Las ventanas son el punto de aislamiento más inmediato y cuya solución es más sencilla. Su coste es elevado, pero se puede empezar por las habitaciones que más ocupación tienen. Instalar un toldo es otra forma eficaz de lograr esto, especialmente en verano. Este cambio, por ejemplo, puede suponer un ahorro del 30% en la factura de la luz, según el Ministerio de Consumo. Por último, aislar los muros exteriores, algo más costoso y que en muchas ocasiones no se puede realizar por la falta de espacio. 

Otro modo de reducir el coste de la factura es a través de la sectorización de la vivienda. Es importante priorizar las estancias del hogar en las que vamos a generar calor para evitar calentar puntos en los que no estamos o que ventilamos con frecuencia. Para lograr esto, es valioso, por ejemplo, instalar llaves de paso en radiadores, colocar puertas en espacio donde no había y asilar suelos y techos, sobre todo cuando las alturas son grandes y cuesta más calentar el espacio.

También se puede ahorrar instalando dispositivos inteligentes. Gracias a la tecnología poder ver reducida de forma considerable la factura de la luz y del gas. Para ello se puede instalar paneles solares, ya que pese a su elevado coste inicial, el ahorro a largo plazo es notable. Otra opción es cambiar la caldera de gas por una de aerotermia aire-agua que permitirá acabar con el coste fijo en los momentos del año que menos se utiliza. También se podría optar por un climatizador inteligente. 

Por último, cambiar la funcionalidad de las estancias también puede suponernos un ahorro de dinero importante. En lo general, las habitaciones están distribuidas a nivel térmico, aunque puede ocurrir que esto no se cumpla. En esos casos, es recomendable ubicar en la zona norte las estancias que requieren poca o nula calefacción o tengan una ocupación baja. En la parte sur irán las que zonas en las que se desarrolla la vida.