Cuba se pertrecha para pasar el terremoto venezolano

  • El sismo político y económico en Venezuela tambalea a Cuba, pero la isla, que pagó muy caro su dependencia de la exUnión Soviética, está en mejores condiciones, según analistas, de sobrevivir al eventual colapso de su principal aliado, aunque no sin heridas.

Con el proceso de reconciliación con Estados Unidos caminando a paso lento, Cuba sigue de cerca la lucha de poderes abierta en Venezuela, tras la instalación del nuevo Congreso de mayoría opositora.

Pero "todos los escenarios tipo Armagedón para Cuba (...) no expresan un análisis objetivo", señala a la AFP Arturo López-Levy, politólogo de la Universidad de Texas Valle del Río Grande.

Desde el fallecimiento del presidente Hugo Chávez en 2013 se especuló sobre el sombrío horizonte que supondría para Cuba el declive del proyecto socialista encabezado ahora por Nicolás Maduro.

Y lo peor se fue configurando para el heredero del chavismo y, en consecuencia, para La Habana: desplome del precio del crudo y una economía en crisis que catapultó a la oposición al parlamento, desde donde se propone precipitar la salida constitucional de Maduro del poder.

Y si el chavismo estornuda, Cuba se resfría pero no de muerte. "El intercambio comercial con Venezuela ronda hoy en día el 15% del PIB", según Pavel Vidal, economista cubano de la Universidad Javeriana de Cali (Colombia).

Al finalizar 2015, el presidente Raúl Castro reconoció que las "relaciones de cooperación mutuamente ventajosas" con Venezuela fueron afectadas por la "guerra económica" que enfrenta Maduro, la tesis que esgrimen los chavistas para explicar la difícil situación interna.

Venezuela suministra a Cuba unos 100.000 barriles diarios de crudo, y le compra servicios, principalmente médicos, a precios preferentes que representan el 70% de los ingresos por ese tipo de exportaciones.

"Venezuela no tiene capacidad de seguir pagando esa suma enorme, que en realidad es un subsidio oculto", señaló el economista cubano Carmelo Mesa-Lago, de la Universidad de Pittsburgh.

De otro lado, "si la oposición logra interrumpir los envíos de petróleo y se incumplen los pagos de los servicios médicos, el PIB cubano podría contraerse hasta un 1,8% en 2016", sostiene Vidal.

Cuba, que creció 4% en 2015, prevé un avance de 2% del PIB en 2016, en un entorno muy desfavorable para la economía latinoamericana por los bajos precios de productos básicos de exportación.

Aun cuando el daño sería importante, los analistas consultados por la AFP estiman que el gobierno de Castro, previendo el peor desenlace para Maduro, se viene pertrechando para sobrevivir al fin del chavismo al tenor de su tibia apertura económica en la isla.

Carlos Blanco, economista venezolano y catedrático de la Universidad de Boston, cree que el acercamiento con Estados Unidos responde a ese plan de contingencia.

"No es la primera vez que por razones pragmáticas ocurre un cambio de rumbo en Cuba, a comienzos de los años 90 ya lo hizo el propio Fidel cuando la URSS se disolvió y ahora Raúl cuando el apoyo venezolano se diluye. Realpolitik", sostiene.

La caída del bloque soviético sumió a la isla en la peor crisis económica, ya que su intercambio representó hasta el 72% del comercio cubano. Y tal parece que el gobierno comunista aprendió la lección.

"Cuba ha tenido tiempo para diversificar en alguna medida sus fuentes de ingresos en divisas, y los datos de balanza de pagos sugieren que también se han venido acumulando reservas internacionales", indica Vidal.

El turismo, que en 2015 alcanzó su pico histórico con casi 3,5 millones de visitantes, es el nuevo impulsor de la economía doméstica y fuente alternativa de divisas.

Además, "ya Venezuela es una vaca demasiado (...) exprimida para sostener las relaciones que tenía con Cuba hasta 2012", por lo que Castro "intenta tomar ventajas de su nueva relación con Estados Unidos, y conservar" lo que le queda con Caracas, según Blanco.

Antes de que se acumularan los nubarrones sobre Maduro, el comercio entre los dos aliados caribeños ya mostraba signos de fatiga. "Entre 2012 y 2014 el intercambio comercial de bienes con Venezuela disminuyó un 15%" y pasó del "48 al 40% del total de intercambios" de Cuba, según Mesa-Lago.

A la par con ello, Cuba desbloqueó vías de financiamiento al alcanzar un reciente acuerdo con acreedores del Club de París, que implicó una condonación de deuda por 8.500 millones de dólares.

"La dependencia (de Venezuela) es sustancialmente menor", y Cuba "tiene hoy una economía más diversa" para enfrentar "cualquier impacto negativo", dijo en un reciente informe Juan Triana, economista de la Universidad de La Habana.

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