¿Cuesta de enero? Cómo convertir 200€ al mes en más de 100.000 a largo plazo

  • Hacer deporte, comer de forma más saludable… seguro que te has marcado retos en el arranque de 2018. Ahorrar más y mejor puede ser uno de ellos.
Dinero
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Hacer deporte, comer de forma más saludable… enero es el mes de los propósitos de Año Nuevo y, para muchos españoles, también el de la famosa cuesta. Por eso, una de estas promesas para los siguientes 12 meses suele ser la de ahorrar más y mejor. No hay trucos de magia ni bitcoins de por medio. Es el interés compuesto, aburrido, pero rentable.

Pero si las dietas milagrosas tienen el peligro de que los kilos perdidos se vuelvan a ganar con la misma facilidad, en el mundo del ahorro, las inversiones que prometen duplicar nuestro dinero en poco tiempo corren el riesgo de hacernos perder lo invertido con mucha rapidez.

El premio que ofrece el largo plazo a la hora de invertir es apabullante. Imaginemos que tienes una cuenta con 1.000 euros y tu propósito de Año Nuevo es ahorrar 200 euros al mes de ahora en adelante. No está mal, al cabo de 20 años tendrás en tu cuenta corriente más de 50.000 euros.

Ahora piensa que es una inversión a largo plazo y que, como tal, puede asumir un poco de riesgo, ya que es el dinero del que no necesitarás tirar para imprevistos. Pongamos que lo inviertes en un producto (un fondo de inversión, por ejemplo) que te da una rentabilidad anual del 6,6%. Al cabo de esos 20 años tendrás 117.000 euros. Es decir, habrás más que duplicado lo que ahorraste y sin darte apenas cuenta (el cálculo tiene en cuenta que cada año tu capacidad de ahorro se incrementará un 2%).

Es la magia del interés compuesto. Un concepto que puede parecer aburrido a priori, pero que genera pasiones cuando se descubre su poder. Por ejemplo, imagina que empiezas a invertir: el primer año se generarán unos intereses, que son tus ganancias. Si no retiras el dinero, el segundo año se generarán nuevos intereses, no solo sobre lo que invertiste al principio, sino también sobre lo que ganaste en el primer año. Y así, sucesivamente, como un efecto bola de nieve (dicho de otro modo, no es lo mismo ganar un 5% de los primeros 1.000 euros que obtener el 5% cuando llevemos acumulados 10.000).

Si no tenemos prisa y se trata, por ejemplo, de los ahorros de nuestros hijos, la diferencia es todavía mayor: imaginemos que en lugar de pegarnos con el catálogo de juguetes de turno, decidimos abrir un fondo de inversión a un recién nacido y vamos metiendo esos 200 euros todos los meses. Si conseguimos elegir un buen producto, con una rentabilidad del 6,6% anual, y que él continúe con ese ritmo de ahorro, cuando cumpla 30 años nos estará muy agradecido al ver 275.000 euros en su cuenta. Si solo podemos ahorrar 100 euros al mes, la cifra tampoco está nada mal: cumplir los 30 con unos 140.000 euros ahorrados parece un buen regalo.

¿Pero dónde encontrar esos productos con buena rentabilidad? Algunos de ellos no te los ofrecerán en tu sucursal habitual del banco, ya que pertenecen a gestoras independientes (no vinculadas a una entidad), pero incluso dentro de tu propio banco es posible que no estés en el producto más adecuado. Aquí puedes comprobar cuáles son los mejores fondos de inversión dentro de tu banco y en la competencia.

Si tienes mayor capacidad de ahorro que 200 euros al mes, o no te sientes cómodo asumiendo tanto riesgo con tus inversiones, puedes hacer tus cálculos personalizados con esta herramienta de La Información y Finect.

¿Cuánto puedo ganar invirtiendo a largo plazo?:

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