El 70% de las cuidadoras no cotiza para la jubilación... pese a que le saldría gratis

CUIDADORES NO PROFESIONALES
CUIDADORES NO PROFESIONALES

Siete de cada diez cuidadores no profesionales de personas dependientes están desaprovechando la oportunidad de cotizar gratis a la Seguridad Social. Dicho de otro modo: solo un 30% de quienes realizan labores de cuidados en favor de sus familiares en situación de dependencia (hijos, padres, abuelos...), no ejercen ninguna otra actividad laboral y reúnen los demás requisitos para suscribir un convenio especial están contribuyendo al sistema y generando futuras prestaciones como la de jubilación o la de incapacidad permanente. Con los datos en la mano, apenas 53.420 personas de los 180.000 potenciales beneficiarios que estimó el Gobierno socialista cuando recuperó este derecho el pasado mes de abril, poco antes de las elecciones generales.

Fue una de las medidas estrella de Pedro Sánchez y, por el momento, su alcance está siendo escaso. Al menos, no tan elevado como se esperaba. El Gobierno socialista restableció la gratuidad de las cotizaciones sociales de las cuidadoras no profesionales –la inmensa mayoría son mujeres– que había eliminado el Ejecutivo de Mariano Rajoy en el año 2012. En pleno plan de recortes para frenar la sangría de las cuentas públicas, el PP acabó de un plumazo con esta medida y quienes desearan seguir cotizando debían asumir el pago de sus cuotas. Las altas se desplomaron de un máximo de 179.825 en julio de aquel año, días antes del decreto, hasta 23.933 en el mes de diciembre. 

A partir de entonces las cuidadoras dadas de alta en el sistema fueron reduciéndose paulatinamente hasta quedar en apenas 7.300 en marzo de 2019. Pero el 1 de abril entró en vigor una batería de medidas adoptadas por el Gobierno socialista en uno de los bautizados como viernes sociales, entre ellas la recuperación de la cotización de las cuidadoras no profesionales de dependientes. Y ese mismo mes se incorporaron otras 7.000 cotizantes. Desde ese momento la cifra no ha dejado de crecer, hasta dispararse más de un 600% al llegar en noviembre a 53.420 convenios especiales suscritos. 

El repunte es importante, pero nueve meses después de la implantación de la medida, la cifra se queda muy lejos del universo de potenciales beneficiarios que estimó el Gobierno. Teniendo en cuenta que en España cobran la prestación especial por cuidados familiares 425.259 personas, se calcula que alrededor de 180.000 están en condiciones de beneficiarse de la gratuidad de las cotizaciones –fundamentalmente por no estar ya afiliados a ningún régimen de cotización– y solo lo hace el 30%.

Un problema de "desinformación"

Consultados al respecto, en el área de la Seguridad Social achacan este reducido porcentaje a la "desinformación" que existe entre las cuidadoras. "Las comunidades autónomas deberían informarles de este derecho, ya que se están perdiendo cotizaciones", advierten. Según este argumento, la mayoría de las cuidadoras todavía piensa que si quiere cotizar a la Seguridad Social para garantizarse una pensión de jubilación en el futuro tiene que asumir ella misma el pago de las cuotas, como sucedía desde 2012 hasta marzo de este mismo año.

Ya no es así. Desde el pasado 1 de abril quienes tienen a una persona dependiente a su cargo no están obligados a elegir entre destinar parte de la prestación a cotizar a la Seguridad Social o volcarlo todo en costear las necesidades de su familiar derivadas de tratamientos médicos y otros gastos asociados a los cuidados. Al contrario, al suscribir el convenio es la Administración General del Estado la que asume la cuota correspondiente a la base mínima de cotización. 

impacto recaudatorio

El Gobierno esperaba 296 millones extra

El Gobierno en funciones esperaba inyectar 296 millones adicionales a la Seguridad Social este año gracias a la recuperación del convenio relativo a la cotización de los cuidadores no profesionales de personas en situación de dependencia. Casi 300 millones procedentes de la Administración General del Estado, no de los contribuyentes. En cualquier caso, estos ingresos extra se quedarán muy por debajo de lo previsto, dado el escaso alcance que hasta ahora está teniendo la medida.

Además del coste económico, quienes asumen el rol de cuidador/a no profesional de una persona en situación de dependencia sufren un gran impacto en su vida profesional, en muchos casos al verse obligados a reducir horas de trabajo, pero también en su propia salud y bienestar, tal y como refleja la Encuesta Merck sobre la situación de los cuidadores no profesionales en la sociedad española, un estudio que busca "hacer visible la importante labor que realizan los cuidadores, engranaje clave de la atención al paciente", según explica la directora de Corporate Affairs de Merck en España, Ana Polanco.

El Gobierno espera que las altas de cuidadoras no profesionales sigan en aumento. Hay que tener en cuenta que los socialistas dieron a conocer esta medida en plena vorágine de la precampaña electoral, cuando se aprobó todo un paquete de medidas sociales. Ahora, tal y como trasladan fuentes del Ejecutivo, es importante que las comunidades autónomas y los servicios sociales de los ayuntamientos "realicen una labor de pedagogía con los ciudadanos y les pongan al tanto de sus derechos".

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