La curiosa historia de Danone: de ser una receta familiar a facturar 25.000 M

En las últimas horas, el fabricante de yogures ha anunciado que recortará 2.000 empleos y que, además, se plantea recolocaciones para paliar los efectos de la crisis de la Covid.

Historia de Danone
La curiosa historia de Danone: de ser una receta familiar a facturar 25.000 M
Danone

Trabaja en más de 120 mercados de todo el mundo. Cuenta con más de 100.000 empleados. En 2019, llegó a facturar 25.287 millones de euros, cifra que suponía un incremento del 2,6%. Son, de un modo muy resumido, las cifras de Danone, el mayor fabricante de yogures del mundo. La curiosa historia de su nacimiento no es baladí, como tampoco lo es la noticia por la que en las últimas horas se ha convertido en uno de los titulares empresariales del día: como consecuencia de la crisis, la compañía prevé eliminar hasta 2.000 puestos de trabajo, incluido uno de cada cuatro puestos en su sede mundial, alrededor del 2% de su fuerza laboral total. Se plantea, además, trasladar las sedes globales de sus diversas líneas comerciales más cerca de la base de sus operaciones francesas en París. 

Pero volvamos a su historia Danone nació en Barcelona de las manos de Isaac Carrasco, quien observó que muchos niños españoles sufrían de problemas estomacales. Así, este emprendedor español de origen sefardí atendió a las necesidades de su hijo Daniel con una receta hecha a base de la leche fresca que recogía cada día de granjas familiares y fermentos naturales de calidad, con la intención de que digiriese mejor las comidas. El pequeño de la familia era apodado cariñosamente como Danon, apelativo que terminaría dando el nombre a la empresa. 

En un principio, Danone solo vendía en Barcelona, normalmente en farmacias, papelerías y hospitales, establecimientos donde los clientes solían recoger sus productos a primera hora de la mañana, ya que éstos se fabricaban por la noche. 

Diez años más tarde de su nacimiento, en 1929, la compañía se mudó de España a Francia, donde se construyó la primera fabrica. No sería la última mudanza: durante la Segunda Guerra Mundial, la ocupación alemana en Francia obligó a Daniel, ya al frente de la compañía, a llevársela a Nueva York para esquivar la persecución por ser de fe judía. 

Volvió a París en 1951 para gestionar la familia del grupo Danone en España y en el país galo. Fue, poco a poco, expandiéndose en ambos países, hasta convertirse en el mayor fabricante de yogures del mundo. Entre otras: adquirió la cervecera alsaciana Kronenbourg y Evian, conocida por su agua mineral. En el 73, se fusionó con Gervais Danone. Adquirió también General Biscuit y compró Nabisco. En el 94 cambió su nombre a Grupo Danone, para adoptar el nombre más conocido de la marca internacional. 

Ahora, como decíamos al principio, la compañía trata de paliar los efectos de la crisis de la Covid-19. Prevé, pues, eliminar hasta 2.000 puestos de trabajo, incluido uno de cada cuatro puestos en su sede mundial, alrededor del 2% de su fuerza laboral total, y se plantea además trasladar las sedes globales de sus diversas líneas comerciales más cerca de la base de sus operaciones francesas en París. Danone, que ha dado a conocer su nueva hoja de ruta para los próximos años, confía en poder alcanzar un ahorro de costes anual en el entorno de los 1.000 millones de euros, poniendo en marcha también compras más eficientes con las que espera rebajar un 20% sus gastos generales.

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