Los cisnes negros del último decenio

Del fin de las cajas de ahorro al Brexit: los terremotos que no previeron los expertos

  • Diez casos de crisis económicas que se desataron desde factores completamente imprevistos por los economistas y los expertos. 
Adiós a Reino Unido
Adiós a Reino Unido
EFE

Entre los numerosos comentarios socarrones que corren sobre los economistas uno de los más acertados es: "Un economista es un experto que sabrá mañana por qué las cosas que predijo ayer no sucedieron hoy". El académico norteamericano Philip Tecklock estudió las predicciones de 280 economistas durante 20 años y llegó a la conclusión de que eran tan acertadas como las de un chimpancé lanzando dardos a una diana.

Uno de los rasgos más débiles de los economistas es su incapacidad de predicción. La BBC afirmó en un reportaje irónico sobre estos errores que los expertos habían predicho nueve de las últimas cinco recesiones -frase obra del Premio Nobel de Economía, Paul Samuelson-. La razón se debe a que los acontecimientos más relevantes de la economía mundial son la consecuencia de millones de causas, desde el insólito brote de una pandemia (como el coronavirus actual) o una reacción psicológica insospechada de los ciudadanos (el Brexit).

Esta es una lista de acontecimientos significativos no predichos, los llamados cisnes negros, en los últimos diez años, y que han tenido un fuerte impacto económico.

Los recortes sociales de Zapatero

En mayo de 2010, el presidente del Gobierno volvió de una reunión con sus socios en la Eurozona y le exigieron que pusiese en marcha una serie de recortes económico porque se lo contrario, el euro caería en picado. Durante años, desde la crisis de 2008, Zapatero se negó a realizar recortes de gasto público a pesar de que la economía había entrado en recesión y estaba en crisis. De modo que aquel mayo, Zapatero rebajó un 5% el salario de los funcionarios, congeló las pensiones (el único presidente que lo ha hecho en la historia reciente); eliminó el cheque bebé; congeló todos los proyectos de dependencia, y endureció los contratos laborales recudiendo las indemnizaciones por despido (de 45 a 33 días) y facilitando las razones para despedir. Tres años antes, nadie pensó que eso sería posible con un Gobierno socialista.

La desaparición de las cajas

Las cajas de ahorros representaban para los españoles la espina dorsal de su sistema financiero. Gozaban de absoluta confianza, sobre todo entre los más mayores, de modo que tener los ahorros en una caja era lo más seguro del mundo. Sin embargo, se dedicaron a conceder créditos hipotecarios sin exigir suficientes garantías o se implicaron en proyectos megalomanos promovidos por los políticos que gestionaban dichas cajas. El resultado fue que de más de 40 hoy solo quedan dos: la de Pollença, en Mallorca, y la de Orihuela, en Alicante. El resto se transformó en bancos y fueron absorbidas.

Bankia, un banco nacionalizado

Cajamadrid tampoco pudo resistir el embate de la crisis y se transformó en banco. Junto con otras seis cajas se llamó Bankia a partir de de 2011. El gobierno socialista puso al mando a un ex ministro del PP, Rodrigo Rato, y la sacó a Bolsa, con la intención de recuperar su quebranto. No convenció. Al año siguiente, en 2012, Bankia fue nacionalizada por un gobierno liberal: el PP. Y sigue nacionalizada hasta hoy, pues el 60% de sus acciones están en manos del Estado.

El fin del prestigio del Reino de España

Hasta 2010, el Reino de España aún mantenía su prestigio. Su banca, considerada una de las más eficientes del mundo; su Banco de España, apreciado por ser inflexible y eficaz; sus Letras del Tesoro, sólidas como correspondía a una economía rocosa. En 2012, la prima de riesgo que mide la credibilidad financiera de un país, se fue hundiendo hasta superar los 600 puntos básicos. Es decir, el estado español casi tenía que mendigar para vender bonos del Tesoro y, como confesó en un momento el ex ministro de Economía Luis de Guindos, hubo un momento en que desapareció de las páginas de la agencia Reuters.

Ministros comunistas en ministerios económicos

Si a alguien le hubieran dicho hace diez años que en 2020 el ministro de Consumo sería un comunista admirador del régimen castristas de Cuba al cual ponderaba por tener un "consumo sostenible", todo el mundo se habría echado a reír. Eso es lo que sucede con el actual ministro de Consumo, Alberto Garzón, quien todos los años celebra los aniversarios del cumpleaños de Fidel Castro, del Ché Guevara y de la revolución que acabó con la economía de mercado en Cuba.

La explosión de las plataformas digitales

Airbnb, Uber, Cabify, Emov, Zity… Aunque muchas fueron fundadas antes de 2010, ha sido en esta década cuando realmente se han convertido en plataformas universales. Desde Cabify (con chófer) hasta Emov, Zity o Bla, Bla, Car, el impacto de las plataformas digitales en sectores enteros como el de los taxis, o los hoteles, ha sido tan profundo que ha provocado reacciones violentas. Pero también ha cambiado la estrategia de los fabricantes de automóviles, que ahora lanzan servicios de alquiler por minutos, horas o días porque los millenials no quieren tener coches: quieren usarlos.

La rápida irrupción de las mensajerías digitales

En el caso de la mensajería digital, WhatsApp o Telegram, Wechat, o el Messenger de Facebook han acabado con viejos sistemas como los SMS, hasta el punto que en pocos años redujeron los SMS, uno de los negocios más fuertes de Telefónica casi a una cifra muy pequeña. Según statista, en 2004 se enviaban 200 sms por persona y en 2016 eran unos 34.

La poderosa seducción de los ‘influencers’

No solo estamos hablando de personas con millones se seguidores como Dulceida o elRubius, sino que las compañías de marketing están dirigiendo sus presupuestos a estos blogueros, youtubers o instagrames que con sus tuits, videos o stories en los cuales hacen un comentario sobre un libro, un coche, o un vestido son capaces de atraer a miles de fans y clientes. Como ejemplo: una galería de arte en decadencia de Madrid logró que un influencer colgara imágenes de óleos en su casa y lo exhibió en Instagram. En cuestión de días, casi todos los cuadros de la galería de arte se vendieron, y algunos clientes llegaron a pagar con dinero en efectivo.

El veganismo matará a la carne

Hamburguesas veganas, vino vegano, espaguetis veganos y hasta fabada vegana. Los restaurantes incluyen en sus menús estos platos elaborados a partir de materias en las cuales no participe ningún componente animal. Hay cada vez más sensibilidad hacia esta forma de comer, y todo indica que en la próxima década va a ser más que una moda. Habrá que prepararse para su impacto en la economía porque los países exportadores de carne, como Argentina, podrían sufrir un éxodo de agricultores del campo a la ciudad. ¿Quién iba a pensar que comer carne contribuía a la capa de ozono? Hasta la ONU ha recomendado no comer carne.

La llegada del Brexit

"Nadie en la historia económica del Reino nido, ni las ideas de John Stuart Mill, ni la lucha de Richard Cobden y John Bright por a libre importación de granos, ni finalmente la posición de John Maynard Keynes, uno de los mayores economistas del siglo XX, hacía presagiar que se iba voluntariamente a rechazar la pertenencia a un mercado de más de 400 millones de consumidores, a los que se podía vender de forma libre y sin aranceles, todos los productos de la Gran Bretaña y comprar todos los productos que el Reino Unido necesitaba". Así explica el catedrático de la Universidad Alcalá de Henares, Alfonso M. García-Moncó, la salida de los británicos de la Unión Europea en su libro “Las guerras comerciales” (Ediciones Cinca).

Pero en 2016 se realizó un referéndum en Reino Unido, y ganaron los partidarios de salirse del club europeo. ¿Razones? Pensaban que Bruselas le estaba esquilmando, y además creían que estaba entrando mucha inmigración ilegal en las islas. Este 31 de enero pasado se ha comenzado el proceso de desconexión, con el abandono de sus diputados y personal administrativo de las instituciones europeas. A lo largo del año y hasta el 31 de diciembre de 2020 se irán conociendo las áreas en las que Reino Unido se irá despegando de la UE, y se le impondrán aranceles a sus productos. ¿Cuál va a ser el impacto? Con el tiempo, se sabrá, pero los pronósticos de los economistas son bastante catastróficos. ¿Hay que fiarse de ellos otra vez?

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