La debacle económica por el volcán: el 50% del PIB de La Palma está en peligro

Martín llegó hace más de veinte años procedente de Alemania a La Palma, una de las islas más desconocidas por los españoles debido a su lejanía y a su poca atracción turística. Fue en este lugar tan insólito donde decidió comenzar "desde cero" un negocio de alquiler de apartamentos. Hoy se considera "un palmero más" ya que en esta isla fue donde conoció a su actual mujer y donde tuvo a su única hija. Pero hace unos días su vida cambió por completo: de estar rodeado del verdor que caracteriza a La Palma a tener todo cubierto de "una especie de nieve negra que entra por la boca y los dientes". Un panorama que desespera al empresario alemán porque no sabe cuándo volverá a ingresar dinero, "estoy estresado, la situación es terrible, un desastre". 

El pasado domingo, el volcán Cumbre Vieja, en La Palma, entró en erupción 50 años después. De momento, tiene una altura media de seis metros, ha emitido entre 6.000 y 9.000 toneladas diarias de dióxido de azufre y avanza a 700 metros por hora, arrasando a su paso casas, cultivos e infraestructuras. Además, ha provocado el cierre de siete carreteras, algunas sepultadas por la lava, al igual que un colegio. Lo que ha provocado que casi 500 efectivos de la Policía, Guardia Civil y miembros de la UME se desplieguen por toda la isla. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, envió ayer un mensaje de "tranquilidad" a los turistas que se encontraban o fuesen a llegar a La Palma en los próximos días. Por otro lado, vio en este fenómeno una oportunidad porque podría convertirse en un "reclamo" para los viajeros. Unas declaraciones que suscitaron polémica y críticas y que tuvo que matizar.

"La Palma es la isla platanera por excelencia de Canarias, cuyo 50% del PIB lo genera el plátano", sostienen desde Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias, que continúan, "más de 5.300 productores en la isla y cerca de 10.000 familias dependen directamente del cultivo del plátano". Además, la economía de los municipios afectados se nutre de este cultivo, que "supone más del 30% del empleo de su población". Estas cifras alarmantes preocupan a la asociación, que pide "prudencia" porque todavía "es pronto" para hacer una evaluación de daños.

"El agricultor de esa zona está derrumbado", sostiene Miguel Martín, de la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos de La Palma (ASPA), que continúa, "el peso que tiene para nosotros la agricultura es importantísimo. Hay que apoyar a los palmeros, arrimar el hombro y seguir". Martín remarca la importancia de "las infraestructuras hidráulicas" y que si éstas se ven afectadas, habría un problema porque "no podríamos seguir regando" (y los plataneros necesitan de mucha agua). Por último, afirma que la parte que está siendo afectada por la lava es donde mejor producción platanera hay debido a su orografía y su clima. Una afirmación, esta última, que simboliza la importancia del problema ya que un tercio de la producción de plátanos de Canarias viene de La Palma.

Como en todo sector de una economía, los efectos perversos afectan a varios actores. Así, los empaquetadores y las cooperativas -que actúan como intermediarios en el comercio de los plátanos- se ven también lastrados. Desde la cooperativa Cupalma, que se encuentra situada al este de la isla, sostienen que "si no se actúa rápido, las pérdidas pueden ser  cuantiosas" y señalan cuáles son las principales consecuencias adversas que puede provocar la lava, "tierra incultivable, corte de comunicaciones, la inutilización de tuberías de riego y el bloqueo de carreteras".

Sin embargo, dentro de este sector hay algunos negocios, como una Ecofinca que se encuentra a ocho kilómetros del volcán y que cultiva mango, cañas de azúcar, calabaza, papayas y plátanos, que le ve cierto provecho a la erupción, "ayer por la noche vimos como la ceniza se postró en muchas hojas de nuestras plantas. Esto es muy beneficioso ya que son minerales ricos en nutrientes".

Aparte de la agricultura, otro sector que se ha visto perjudicado es la hostelería. "Mis clientes han sido evacuados. Hubo un plan de evacuación previo, marcaron un perímetro y han acertado", dice el dueño de un hotel rural, que se encuentra afectado por el paso de la lava, y que prosigue, "tengo incertidumbre, ha desaparecido la carretera y ha dejado incomunicado mi negocio, a ver cómo salimos de esta situación". Una inquietud que comparte también otro hostelero del municipio Las Manchas, "no va haber agua, ni luz, de hecho, las torres de alta tensión se están cayendo con el rio de lava", expone, que tras un breve inciso sentencia: "Todo está muy mal, ahora me centro en sobrevivir".

Juan José Hernández, que trabaja en el Colegio de Economistas de Santa Cruz de Tenerife, afirma que "a corto plazo es un desastre". Y añade que se han dado episodios surrealistas, "un hombre se puso en contacto con nosotros para explicarnos que estaba en un proceso de herencia de una casa que ha desaparecido porque la lava se la ha tragado. Y nos preguntaba qué hacer". Hernández cree que "la lectura económica que hay que hacer es compleja" ya que hay "opiniones a favor de que esto atraiga negocios turísticos o la llegada de científicos, pero, también, opiniones en contra".

Para el economista es un "problema" para la isla porque el sector agrícola es "importante". Además, lleva tiempo "tocado". Así, este verano "un viento subsahariano secó mucha fruta y también hubo incendios". A esto se le une "los altos niveles de desempleo" junto con "la precariedad que traído consigo la Covid". Por último, el economista sentencia: "Este fenómeno es uno de los más devastadores, supone la reconstrucción de una zona como si hubiera sufrido una guerra. Es necesario implicar a todas las administraciones y llevar a cabo planes específicos de recuperación".