Debilitado candidato oficialista argentino contraataca con promesas salariales

  • Daniel Scioli, el candidato presidencial oficialista en Argentina, pasó a la ofensiva el viernes con promesas al electorado de fuertes mejoras salariales y reducciones de impuestos, tras haber quedado en posición desventajosa de cara al balotaje con su rival de derecha, Mauricio Macri.

"Como parte de una continuidad con cambios en el proyecto (gubernamental) dispondré reajustes de salarios a jubilados y eximición de impuestos a trabajadores, ambos por ley del Congreso, y baja de retenciones (tributos agrícolas)", dijo en un acto de campaña en la periferia norte de Buenos Aires.

Scioli, un peronista de centroderecha apoyado mediante un pacto por la presidenta centroizquierdista Cristina Kirchner, sumó 36,8% en primera vuelta, en tanto que Macri cosechó 34,3%, contra todos los pronósticos de las encuestadoras.

Como árbitro del balotaje quedó el tercero en discordia, el también peronista de centroderecha Sergio Massa (21,3%).

La casi totalidad de los analistas suponen que la mayoría de los votos de Massa apuntarán a Macri, aunque las principales firmas aún no divulgan encuestas.

Sin embargo, Massa celebró el viernes parte de los anuncios de Scioli al calificarlo de "un avance", al subrayar que "empieza a escuchar" las demandas de la sociedad.

Los anuncios de Scioli implican mejorar la situación salarial de tres millones de jubilados y de casi 600.000 trabajadores activos. También prometió eximir de impuestos al aguinaldo.

En materia impositiva agropecuaria las promesas intentan seducir a más de 70.000 productores pequeños y medianos.

"Estamos pensando mejorar la competitividad de las economías regionales, ante la baja de precios internacionales de los commodities", dijo Scioli sobre el impacto negativo que sufren los agricultores.

Argentina es un gran proveedor mundial de alimentos, con exportaciones de aceites, harinas, soja y maíz. En el sector de productores y en las ciudades del entorno rural, el voto contra el gobierno y contra Scioli fue abrumador.

Frente a los rumores de una ruptura entre kirchneristas y sciolistas, Kirchner entró de lleno la noche del jueves en la campaña en favor del candidato que bendijo pese a que no comulga con todo su ideario.

A miles de partidarios dentro y fuera de la Casa de Gobierno los exhortó a "ir por la victoria al balotaje".

"¡Por Dios, no quiero ver que se desmorone todo lo que hemos construido!", dijo respecto de los doce años de kirchnerismo, cuyo ciclo finaliza cuando entregue el poder el 10 de diciembre.

El oficialismo acusa a Macri de ser un hombre que defiende los intereses de los mercados y las grandes corporaciones, pero que oculta su ideología adhiriendo a reformas sociales del gobierno. El macrismo afirma que el electorado quiere "un cambio" hacia otro modelo de país.

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