Defensa empieza a deshacerse de barrios militares para ahorrarse su conservación

  • Se trata del primer paso que se da desde el Ministerio para reconvertir a la vida civil este tipo de asentamientos, hasta ahora solo para soldados. 
Barriada Pineda
Barriada Pineda
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Defensa ha cedido. Tras años de quejas de los vecinos y de peticiones por parte de los ayuntamientos, el Ministerio de Defensa ha accedido a reurbanizar los dos primeros barrios militares que entregarán a las corporaciones locales, tras la gestión histórica realizada por este ministerio. Los implicados son dos de las localizaciones más cercanas a Sevilla, la Barriada de Tablada y la de la Colonia Ciudad Jardín, dentro de la de Pineda.

Pero el problema se extiende por toda España. Durante el siglo XX, con la creación de las bases militares en las afueras de las ciudades, se llevó a cabo la construcción de barrios enteros para alojar a los soldados y sus familias cerca de sus puestos de trabajo. En este sentido, una de las que cuentan con más problemas es la de Ciudad del Aire, en Alcalá de Henares, en el que los cortes de luz son una constante. Más allá de esto, también existen barriadas militares en Utrera, Ferrol o las de Arroyo Meaques, en Madrid, ahora liberalizadas.

Los vecinos de estas zonas habían exigido en numerosas ocasiones la municipalización de sus barrios al advertir la falta de implicación del ministerio de Defensa en su mantenimiento. Ahora, ha sido la propia cartera de Margarita Robles la que ha sacado a licitación los contratos de obras de reurbanización de estas barriadas de forma previa a su cesión al ayuntamiento y ha dado un paso más en su traslado a la vida civil. 

La barriada de Tablada, al otro lado del río del Parque María Luisa de la capital andaluza, surgió en los años veinte con el desarrollo de la base aérea del mismo nombre de la mano de Alfonso XII. Desde entonces tomó gran importancia hasta el punto de ser la base de partida de del primer vuelo trasatlántico entre Sevilla y Camagüey (Cuba) en 1933. 

Tablada también tuvo un papel muy importante durante el inicio de la Guerra Civil y se convirtió en pieza clave para los militares insurgentes del 18 de julio, como cabeza de puente para el transporte aéreo de las fuerzas rebeldes desde África hasta la Península. Pero pese a tan importantes hechos ocurridos en esta zona, Defensa ha abandonado, según los propios vecinos, un barrio que fue creado para los militares de la base aérea. 

A día de hoy, cuenta con las infraestructuras básicas necesarias -agua, luz y saneamiento- pero tiene un importante déficit, según denuncian los propios vecinos, en cuanto al mantenimiento de las calles, las aceras y el alumbrado público. Problemas que llevan intentando solucionar varios años y ahora ven como un rayo de esperanza la llegada de este proyecto.

El desbloqueo de esta reivindicación histórica de los vecinos llegó este mismo lunes a través de la publicación en el Boletín Oficial del Estado del contrato de redacción del proyecto para la reurbanización del barrio -dotado con 124.000 euros- antes de su "recepción municipal". Una vez que esta zona se quede en un "estado aceptable", sera el consistorio el que se encargue de su mantenimiento. 

Lo mismo ocurrirá con la Colonia Ciudad Jardín, en la Barriada Pineda, también en Sevilla. Este asentamiento militar, a solo unas calles del Benito Villamarín -estadio del Real Betis-, fue construido en 1949 para alojar a los militares y sus familias destinados en la ciudad. Hoy, sesenta años después, según publicaba el Diario de Sevilla, solo quedan una cuarentena de habitantes, la mayoría viudas de militares. 

La situación es similar a la de Tablada. Calles sin asfaltar, baches, farolas de los años 50 y un aspecto descuidado que llevan tiempo denunciando los vecinos a través de las redes sociales. Tras varias décadas ligada a la vida militar, será el Ministerio de Defensa el que actúe para reurbanizar esta parte de la ciudad de Sevilla. Para ello, se han destinado casi 110.000 euros de presupuesto a la redacción de un proyecto para la posterior ejecución de las obras. 

Las viviendas de este tipo de barrios solo pueden ser arrendadas por el personal militar o sus cónyuges, en caso de que fallezcan. Además, una vez que los arrendatarios originales desaparezcan, los hijos de estos tienen un periodo máximo de dos años para abandonar la vivienda. Como consecuencia de esta política, estas zonas se están quedando deshabitadas y Defensa ha dejado de actuar en ellas para dejarlo ahora en manos de los ayuntamientos. 

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