Definitivo: Banco Base salta por los aires

Las asambleas de Cajastur, Extremadura y Cantabria han rechazado segregar su negocio financiero a favor de Banco Base y se desvinculan del SIP.

Las entidades se oponen a seguir adelante con un  matrimonio que incluye a CAM y prefieren abordar ahora nuevos horizontes sin la caja alicantina.

Esta decisión ha sido respaldada por la mayoría de las tres asambleas y conlleva que la entidad presidida por Modesto Crespo quede a expensas de ser intervenida por el Banco de España.

Se trataría de la tercera ocasión en que el supervisor financiero se viera obligado a tomar esta drástica decisión en lo que llevamos de crisis financiera.

Caja Castilla-La Mancha fue la primera en caer, y se le adjudicó a Cajastur; mientras que CajaSur terminó en manos de la vizcaína BBK.

El organismo presidido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, consciente del peligro del férreo rechazo de Cajastur, Extremadura y Cantabria a CAM, ha intentado en los últimos días convencer a varias entidades para que absorbieran a la entidad alicantina. Pero, por el momento, todas han rechazado esa opción.

La compleja situación financiera de CAM, uno de los grupos más afectados por la lacra inmobiliaria, sumado a las ansias de la entidad por tener un papel protagonista en el SIP, derivado de su gran tamaño, pero sin tener en cuenta su menor solvencia, ha terminado por colmar la paciencia de sus socios.

Éstos cifraron en 1.337 millones, adicionales a los 1.447 millones ya previstos, el agujero de la alicantina, un dinero que iban a pedir al Estado, a través del FROB, para poder taparlo.

Sin embargo, todo este dinero público supondría la nacionalización total de Banco Base, ya que, con semejante inyección, el 48% del capital estaría en manos públicas, según ha revelado el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.

La lectura que hace CAM de esta disputa es muy diferente y, además de insistir en que siempre ha sido transparente y no ha ocultado ninguna cifra, ha dicho que la decisión de sus ex socios de pedir más dinero al FROB era innecesaria, porque suponía disparar el ratio de solvencia de Banco Base al 11,5%, muy por encima del 10% exigido.