¿Cuáles son los derechos y obligaciones de un funcionario en España?

Acceder a una plaza fija en una Administración Pública es uno de los objetivos de muchos españoles por la seguridad para el futuro y las condiciones laborales que ello supone. Las oposiciones, a menudo, son complejas por la alta demanda y competencia que hay. No obstante, y pese a lo actractivo que resulta para muchos ser funcionario, junto a los derechos con los que cuentan también tienen obligaciones. 

El Estatuto Básico de Empleo Público recoge en un capítulo propio los derechos y deberes de los trabajadores que dependan de la Administración Pública. En concreto, el código de conducta establece que se deberán "desempeñar con diligencia las tareas que tengan asignadas y velar por los intereses generales con sujeción y observancia de la Constitución y del resto del ordenamiento jurídico". 

Además, los funcionarios deben actuar de acuerdo a unos principios éticos, entre ellos, respeto a la Constitución y el ordenamiento jurídico, evitar actuaciones discriminatorias o no intervenir cuando se produzcan situaciones de conflicto de intereses. 

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Igualmente no podrán recibir un trato de favor por el puesto que ostentan, ni ellos mismo utilizar su cargo para intervenir en alguna situación a su favor. En eses sentido, se especifica que no pueden aceptar "ningún regalo o favor que supere los de los usos de cortesía o sociales. También deben guardar secreto de las materias clasificadas u otras cuya difusión esté prohibida legalmente. 

Por otra parte, al realizar un trabajo en organismos públicos, su labor está orientada a la ciudadanía, por lo que el respeto en la atención a los ciudadanos también queda recogido como obligación. 

Frente a estas obligaciones, los funcionarios tienen reconocidos ciertos derechos, probablemente más conocidos. En primer lugar, se le reconocen derechos individuales como el derecho a la plaza fija obtenida, a las retribuciones o ser tratados con respeto, entre otros. Igualmente, pueden ejercer derechos individuales de forma colectiva, como la libertad sindical o la negociación colectiva, y pueden ascender de forma interna dentro del mismo organismo. 

Los funcionarios deben de cumplir con la jornada laboral estipulada. No obstante, tienen reconocidas vacaciones retribuidas, 22 días hábiles por año natural, y permisos por circunstancias especiales, entre otras fallecimiento o enfermedad de familiar, exámenes o por cambio de residencia.

Respecto a los permisos, los cambios recientes han actualizados los permisos relacionados con la paternidad y maternidad. En concreto, los artículos 48 y 49 regulan esta cuestión y establecen el permiso para la lactancia de un hijo menor de 12 meses y los permisos para la conciliación de la vida laboral.