A partir de 2021

España, ante el reto de gastar 140.000 millones de la UE en un tiempo récord

Hasta ahora solo ha gastado 15.574 millones de los fondos de cohesión europeos que le corresponden para 2014-2020, un 39%, y la inversión del Fondo de Recuperación se deberá realizar en seis años.

Bandera de la UE
Bandera de la UE

España tendrá que invertir en apenas seis años los 140.000 millones de euros que recibirá del Fondo de Recuperación de la Unión Europea, todo un reto teniendo en cuenta que hasta ahora solo ha gastado 15.574 millones de los fondos de cohesión europeos que le corresponden para 2014-2020, un 39%.

El dinero del Fondo para hacer frente a la COVID-19 empezará a llegar en 2021, pero el Gobierno español trabaja ya en el plan de reformas e inversiones que le exigirá Bruselas para autorizar las ayudas. De los 140.000 millones para España, 72.700 millones llegarán en forma de subvenciones y el resto en préstamos, y el grueso saldrá del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia.

Los Estados deberán comprometer -asignar a proyectos concretos- el 70% de este dinero entre 2021 y 2022 y el 30% en 2023, aunque los pagos se podrán alargar hasta 2026. Es decir, tendrán como mucho seis años para gastarlo.

Se trata de un periodo excepcionalmente corto para absorber unas ayudas que equivalen al 11% del PIB español, superan con creces el total de fondos estructurales y de inversión europeos asignados a España en el periodo 2014-2020 (39.907 millones) y llegarán en paralelo al resto de fondos del presupuesto comunitario 2021-2027.

Advertencias del Tribunal de Cuentas

El objetivo es responder cuanto antes a la recesión, pero el Tribunal de Cuentas ha advertido de que con un calendario tan ajustado "la implementación a tiempo puede ser complicada por los problemas de absorción" de fondos. "Algunos de los Estados miembros con las tasas de absorción más bajas en el periodo de programación actual recibirán un apoyo sustancial del Mecanismo. Esto podría generar una grave carga administrativa y un riesgo para la implementación de los planes de recuperación", opinó este mes.

Es el caso de España, segunda beneficiaria del fondo y con la tasa más baja de la UE: hasta ahora solo ha gastado un 39% de los 39.907 millones en fondos de cohesión que le corresponden para 2014-2020, según datos de la Comisión Europea. Una lentitud en la que influyen la herencia de la crisis financiera, que redujo el dinero disponible para la cofinanciación nacional que exigen estos fondos -y que no será necesaria en el de recuperación- y la descentralización de la administración, según los expertos.

Desde el Gobierno, sin embargo, matizan estas cifras. Recuerdan que los fondos para 2014-2020 pueden gastarse hasta 2023 y que hay un "decalaje" entre esos datos y el nivel de ejecución actual, que es superior a esas cifras. España tiene unos "sistemas de control y auditoría muy minuciosos" y hasta que estos no se pasan no se comunica a Bruselas, explicaron a Efe fuentes del Ejecutivo.

Subrayan además que España ha utilizado de "forma eficiente" los fondos comunitarios, con una ejecución que ronda el 99 % en el marco financiero previo -algo que confirman las cifras de la Comisión- y espera "aprovechar al máximo" el fondo de recuperación.

Mucho dinero en poco tiempo

En todo caso, la situación general en la UE no dista mucho de la española: la media de ejecución se sitúa en el 49%. Entre los países con una dotación similar a la de España, Italia ha absorbido el 40% de sus fondos (17.879 millones), Polonia el 52% (44.900 millones), Rumanía el 44% (13.398 millones), y Alemania el 50% (13.906 millones), en todos los casos, cantidades inferiores a las que recibirán para la recuperación pospandemia.

"La velocidad de desembolso del Fondo de Recuperación será rápida comparada con la trayectoria de absorción de fondos estructurales", indica el investigador del centro de estudios Bruegel Zolt Darvas.

Los países tienden a acelerar la absorción al final del marco financiero, pero los 750.000 millones del Fondo son ya un 63% superiores a la partida de cohesión de los últimos siete años y a ello se sumará más de un billón de euros del presupuesto.

"La suma de dinero europeo que tendrán que absorber a partir de 2021 será mucho más grande que las precedentes. Absorber todos estos fondos podría ser un desafío inmenso", dice Darvas, quien considera que la mayor libertad que tendrán los países para decidir cómo usan el dinero de la recuperación podría agilizar la tarea.

Comisión y Eurocámara quieren facilitar la absorción

La Comisión Europea es consciente de la dificultad y presentará a principios de octubre propuestas para acelerar y facilitar las inversiones, explicó a Efe una portavoz. Bruselas llama a los países a identificar proyectos que ya estén "maduros" para destinar los fondos cuanto antes y a dotarse de la suficiente capacidad administrativa para gestionarlos, al tiempo que les ofrece ayuda técnica para ello.

Pide también adoptar reformas en materia de administración pública, legislación empresarial, licitaciones o lucha contra el fraude y la corrupción para asegurar una buena implementación. El objetivo no es solo que el dinero se gaste, sino que se haga de forma eficiente.

Para la eurodiputada socialista Eider Gardiazábal, una de las negociadoras del Fondo de Recuperación en la Eurocámara, no hay "ninguna duda" de que España será "capaz de ejecutar a la perfección el plan de recuperación". "España nunca ha perdido fondos, siempre hemos ejecutado el 100 % de fondos estructurales disponibles", dijo a Efe.

"El Gobierno lleva meses trabajando en la presentación de un plan lo antes posible y hay ideas y proyectos para llevar a cabo que van a cumplir con creces esta disponibilidad de dinero", explicó sobre los planes del Ejecutivo que lidera su partido en coalición con Unidas Podemos.

Ernest Urtasun, eurodiputado de En Comú Podem y vicepresidente de Los Verdes, coincide en que "España jamás ha perdido un euro de cohesión" y subraya que todos los grupos de la Eurocámara "tienen interés" en que las ayudas para la recuperación "lleguen rápido y en facilitar la absorción". Para ello propondrán que la prefinanciación que la Comisión dará a los países nada más aprobar sus planes sea del 20 % de su asignación, en lugar del 10 % previsto ahora, y que sean elegibles gastos acometidos en 2020 por la pandemia.

"Si queremos absorberlo vamos a tener que hacer las cosas de manera diferente", dijo a Efe por su parte el eurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano, quien reconoce que habrá un tiempo "cortísimo" para gastar los fondos y espera que la mayor parte se desembolsen en 2023 y 2024.

El también vicepresidente de los liberales de Renovar Europa aboga por cambiar la legislación española para que el Gobierno pueda gastar en áreas transferidas a las Comunidades Autónomas y por crear un "comisario" del plan de recuperación que pueda decidir sobre todo el gasto del Fondo "independientemente de los ministerios". A nivel europeo, su grupo pedirá engrosar el presupuesto para prestar ayuda técnica a los países.

Mostrar comentarios