Madrid Central, un debate enquistado: "La Gran Vía vuelve a estar atascada"

Gran Vía
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Martes 18 de junio, 19.30 horas. Como cada día desde hace ya 10 años, Antonio, un madrileño de 37 años, sube al autobús de la línea 2 de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) en la parada que hay delante del Hospital Gregorio Marañón. Acaba de salir de su trabajo en un edificio de oficinas de la calle Juan Esplandiú y se monta en el autobús que diariamente le deja cerca de su casa, en la calle Princesa. Su trayecto cruza totalmente la 'zona cero' de Madrid Central, la Gran Vía.

Desde que finalizaron las obras de acondicionamiento de esta arteria madrileña (reducción de tres a dos carriles por sentido) y entraron en vigor las restricciones de tráfico de Madrid Central el trayecto es "rapidísimo y apenas hay atascos". Los 4,6 kilómetros que hay entre la parada en la que sube al autobús y en la que se baja, la número 172, junto a la estación de metro de Ventura Rodríguez, se hacía en "una media hora y a veces menos, pero no sé qué pasa que estos últimos días se tarda más. Hay más tráfico y parece que vuelven los atascos a la Gran Vía, algo que parecía ya olvidado. El trayecto que hice el martes me costó 47 minutos. No quiero pensar mal, pero da la impresión de que algunos conductores no están esperando al 1 de julio, cuando se acabarán las multas, y vuelven a circular por su cuenta y riesgo por el área restringida".

Uno de los conductores de las numerosas líneas de autobuses que atraviesan la Gran Vía (1, 2, 3, 44, 46, 74, 133, 144, 146, 147…) corrobora la sensación del ciudadano que viaja cada día en la línea 2: "Desde que el nuevo alcalde ha dicho que a partir del día 1 de julio no habrá multas es notorio el incremento del tráfico. Cuesta más cruzar la Gran Vía. La gente no ha querido ni esperar pensando que ya no le van a multar, pero estamos a 18 de junio y no a 1 de julio".

"Es evidente que ha aumentado el tráfico en algunas arterias de Madrid Central desde que se constató el pasado 26M que habría cambio de gobierno en el Ayuntamiento. Algunos no han querido esperar ni a que se haga el anuncio oficial de abrir otra vez al tráfico toda esta zona. Cuando les lleguen las multas…". Quien así habla es una voz autorizada, un agente de movilidad de la policía municipal de Madrid: "Si se abre totalmente otra vez al tráfico sin ninguna restricción va a haber muchos problemas en la Gran Vía porque la remodelación, quitando carriles al tráfico rodado y ganando espacio al peatón ensanchando considerablemente las aceras, está hecha pensando en que por aquí sólo circularían los vehículos no contaminantes y el transporte público. Si se acaba Madrid Central ésta calle va a ser un embudo y una ratonera", sentencia.

Mientras, La Información ‘caza’ a un conductor que ha decidido aventurarse por Madrid Central sin poder hacerlo y sin importarle que aún, oficialmente, le puedan poner una multa por hacerlo. No es residente ni tiene un coche de bajas emisiones con etiqueta Eco, B o C ni tiene un pase de cortesía para circular. "Vengo a por un encargo a la calle Mayor y tengo que traer el coche. Si han dicho que van a quitar las multas… ¡¡Ah!! Que es a partir del 1 de julio… Bueno, aunque me hayan cogido las cámaras a la entrada, no creo que me multen, ya ¿no?", afirma este madrileño de 45 años, vecino del barrio de Moratalaz. No me acuerdo de la última vez que usé el transporte público. Siempre me he movido por Madrid en coche. 

PP y Vox acudieron a las elecciones prometiendo la derogación de la medida estrella de Manuela Carmena y Ciudadanos proponiendo su estudio en profundidad. Una de las primeras medidas de la llegada del 'popular' José Luis Martínez-Almeida ha sido la moratoria de multas en Madrid Central, que se establecerá desde el 1 de julio y se llevará a cabo aplicando el artículo 247 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible, volviendo al período de aviso por un periodo mínimo de dos meses. Así, quienes infrinjan la normativa serán alertados pero no sancionados.

Pero el PP ya no habla abiertamente de derogación sino de revisión y asegura que durante estos meses de ‘moratoria’ para las multas se reunirá con vecinos, empresas y afectados para buscar la mejor solución posible para todos. Incluso, la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Ciudadanos) asegura que Madrid Central no se revertirá sino que se "reformará y mejorará". Solo Vox se mantiene en sus trece abiertamente y el número tres del partido de Santiago Abascal, Iván Espinosa de los Monteros, aseguraba este miércoles 19 de junio en su cuenta de twitter que: "A pesar de las mentiras del lobby climático, Madrid Central ha sido un desastre absoluto. No sólo ha aumentado la polución, sino que ha destrozado a los pequeños comerciantes. Una de las peores ocurrencias de la era Carmena que vamos a revertir".

Y es que en el acuerdo entre PP y Cs se habla de reconvertir esta medida teniendo en cuenta los efectos en el comercio. Sin embargo, en el suscrito entre PP y Vox se incluye acabar con las restricciones a la circulación en la capital. "Acabaremos con las políticas de prohibiciones y restricciones de los últimos 4 años de Madrid Central, recuperando la libre circulación en las vías estructurantes", se recoge en el acuerdo. Curiosamente, la Plataforma de Afectados por Madrid Central, grupo que acoge fundamentalmente a comerciantes y empresarios y que ha sido muy beligerante contra la Zona de Bajas Emisiones todos estos meses, ya habla de reconvertir la asociación y llamarla ‘Madrid Sostenible’ y, aunque valora positivamente la moratoria de las multas, se ha abierto a poder mantener Madrid Central si se mejora, se incluyen medidas anticontaminación en toda la ciudad y, básicamente, si los comerciantes obtienen más de los 20 pases al mes para entrar al área restringida con los que cuentan actualmente. "No todo es blanco o negro", asegura el portavoz de la Plataforma, Vicente Pizcueta.

Madrid Central en el centro del debate, no solo político sino también entre la ciudadanía. 160.000 firmas han pedido ya al consistorio que no acabe con ello porque “el centro de Madrid no se puede volver a llenar de vehículos, contaminación y aglomeraciones” cuando, según datos oficiales y un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid “el tráfico se ha reducido un 24% en avenidas como la Gran Vía” y “gases contaminantes como el Óxido de Nitrógeno (NOx) han descendido un 38% o las emisiones de CO2 un 14,2%”, tal y como constatan 14 de las 24 estaciones de medición atmosférica de la ciudad.

Por otro lado, padres y alumnos de colegios públicos pertenecientes al distrito Centro y zonas limítrofes como Arganzuela se concentraron el miércoles con mascarillas para exigir la continuidad de Madrid Central y el control de la contaminación en toda la ciudad. "Señor alcalde y gobierno municipal: escuchen a las miles de familias, todas ciudadanas de Madrid; gobiernen pensando en toda la ciudadanía y protéjanla adecuadamente tal y como tienen encomendado No acaben con Madrid Central", decían esta semana desde la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado Francisco Giner de los Ríos (FAPA Giner de los Ríos).

¿Y qué dicen los vecinos de la zona centro? Pues desde la Asociación de Vecinos La Corrala de Lavapiés o desde la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) se cree que "desmantelar Madrid Central es ir en contra de los tiempos y de una demanda histórica de las asociaciones vecinales y del vecindario del centro. Esperemos que esto no solo no se produzca sino que medidas similares se implanten en zonas de la periferia muy contaminadas como la Plaza Elíptica".

Rachid, un joven marroquí de 27 años, trabajador autónomo, descargaba este jueves 20 de junio las 9 de la mañana barriles de cerveza con su camión de reparto a primera hora de la mañana cerca de la Plaza Mayor. "Ahora solo podemos repartir de 7 de la mañana a 13.00 del mediodía. Tenemos que hacer el reparto más rápido que antes, pero todo es acostumbrarse. El problema es que el año que viene tengo que cambiar de camión porque según está la normativa con éste no podré entrar a repartir a partir del 1 de enero de 2020. A mí me parece bien lo de controlar el tráfico por la contaminación, pero se debería de ser más flexible con nosotros, los trabajadores, porque yo no puedo comprarme un camión nuevo y temo quedarme sin trabajo. Creo que Madrid Central debe de seguir, pero mejorado". Madrid Central en el centro del debate.

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