Qué es el despido por causas objetivas y por qué la baja médica ya no cuenta

El primer golpe a la reforma laboral del PP se ha consumado este martes en el Consejo de Ministros. Y es que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha aprobado la derogación del artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores. Consiste, pues, en el despido objetivo -con 20 días de indemnización por año trabajado-por faltas de asistencia al trabajo, aunque sean justificadas por baja médica. 

Hasta ahora, las compañías podían despedir a un trabajador por faltas de asistencia inminentes, aunque sean justificadas por motivo médico. Norma que lleva en el punto de mira desde que el Tribunal Constitucional respaldara el despido de una teleoperadora que faltó al trabajo en varias ocasiones por los fuertes dolores que le causaba una hernia discal.  

El despido por causas objetivas está regulado por el Estatuto de los trabajadores en el artículo 52. Es aquel que tiene lugar por causas relacionadas con el trabajador, económicas, organizativas o de producción. 

Para que sea un despido objetivo puede ocurrir al menos alguna vez de los siguientes supuestos:

- Ineptitud del trabajador 

- Inadaptación del trabajador a las modificaciones técnicas 

- Falta de asistencia 

- Causas económicas, organizativas o de producción 

- Falta de presupuesto en el caso de contratos con entidades sin ánimo de lucro. 

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Para que el despido objetivo se lleve a cabo, la empresa tendrá que demostrar que ocurre alguna de las causas anteriormente expuestas. Además se debe comunicar por escrito, poner a disposición del empleado la indemnización correspondiente y avisar con 15 días de antelación. 

Y ahora, ¿qué es lo que cambia? Con al derogación de esta Ley, la justificación del despido pese a tener baja médica que motive el absentismo, quedará eliminada como causa objetiva. Sería, por tanto, un despido improcedente o despido nulo.