Detrás de cada cifra, una historia: cuatro rostros del paro en enero

    • Un profesor, una camarera, un dependiente y una administrativa acaban de quedarse sin trabajo y se enfrentan a un futuro incierto.
    • Son solo cuatro casos de las 113.097 personas que este mes han pasado a formar parte de la lista de desempleados en España.

Detrás de cada cifra del paro hay un rostro y una historia. No son solo números. Hemos hablado con cuatro personas que hasta hace unos días eran trabajadores en activo y, hoy, engrosan las listas del desempleo.Maríángeles, 27 años, administrativa: 'Se nos junta todo: el paro y que nos echan de la casa'

'Me ha sentado mal, no, lo siguente porque me han tratado fatal'. Así es como define Mariángeles del Castillo, toledana, de 27 años, y madre de un niño de 20 meses, su reciente despido.

Llevaba casi seis años en el colegio de secretarios, interventores y tesoreros de administración local de Toledo y fue despedida el 31 de enero. Tenía un contrato de 20 horas semanales y 'me dicen que quieren recortar gastos y reducirme la jornada a 10 horas. Les dije que no'. Ella no aceptó esas nuevas condiciones porque cotizaría muy poco y le quedaría una prestación por desempleo muy exigua. Aún así, asegura que denunciará por despido improcedente. 'Cuando yo empecé a trabajar ahí, había deudas importantes. Ahora hay bastante más dinero que antes. Lo sé porque era yo quien llevaba las cuentas'.

Está casada y a su marido lo acaban de hacer indefinido, así que 'gracias a Dios ya no tenemos la incertidumbre de si le renuevan o no'. De todas formas, la pérdida de su trabajo no es el único problema de esta familia que vive en Torrijos (Toledo). En poco más de un mes tienen que dejar la casa donde viven. Es una vivienda propiedad de la Diputación provincial que va a ser reformada por la propia institución y ya no podrán volver a vivir allí.

'Entre el despido, lo de la casa, que el niño ha estado enfermo, la muerte de la abuela de Ricardo (su marido)...Estuve una semana que no sabía dónde meterme. Porque tampoco puedes pedir préstamos ya que la nómina de mi marido es irrisoria'.Javier, 29 años, dependiente en una multinacional: 'Soy optimista. Me han ofrecido irme a Marsella'

El caso de Javier es un canto a la esperanza. Ha tenido un contrato temporal de seis meses como dependiente en una multinacional y, al cumplirse este período, ha vuelto al paro. Si bien, es optimista porque tiene en el horizonte la posibilidad de volver a la empresa. Eso sí, fuera, en Marsella.

'Estoy triste, pero soy optimista porque mis jefes me han dicho que, en cuanto haya vacante en Marsella, me iré'. Con esta posibilidad y con mucho tesón está estudiando francés 'gracias a una amiga que me da clases particulares'. Así es como se presenta para él el fututro: entre apuntes de otro idioma y la ilusión por poder marcharse a emprender una vida nueva. Antes tendrá que esperar uno o dos meses. Tiempo en el que seguirá viviendo con sus padres. No tiene hijos, asi que puede permitirse estudiar durante una época. Aquí ve el futuro 'negro, como todos los españoles, pero tiene mucha ilusión por que la promesa de sus ya exjefes de trasladarlo a Francia llegue a buen puerto y, dentro de su situación, está contento.Eugenia, 24 años, camarera y dependienta: 'Veo el futuro muy negro'

Es diplomada en Magisterio por Educación Especial, pero nunca ha ejercido. Eugenia, de 24 años, lleva años encadenando trabajos temporales en bares, cafeterías y tiendas. El último terminó hace unos días, cuando la campaña de Navidad en la tienda de bisutería donde estaba llegó a su fin. Ha trabajado allí durante enero y febrero. 'Ya estoy acostumbrada poque siempre he tenido trabajos temporales'. Asegura que acaba siendo duro porque cuando se acostumbra a una nueva rutina, le cumple el contrato y vuelve al paro. 'Y otra vez a echar currículums en los que salga'.

Eugenia no cree que la situación mejore: 'Veo el futuro muy negro por la temporalidad. Además, ahora, el sector servicios está más complicado. En verano es mejor'.

Actualmente vive con sus padres, pero intenta no pedirles dinero para sus gastos porque tiene ahorros 'para ir tirando'.Jorge, 31 años, profesor interino: 'Me voy a casar y no podré hacer celebraciones'

En 2008 opositó a profesor de Educación Física y sacó un 9,4, pero no obtuvo plaza. Estuvo tres años trabajando cursos enteros, pero hace ya tiempo que encadena meses de bajas y sustituciones. La última terminó hace unos días.

Tiene un hijo de tres meses y medio y una hipoteca. Su pareja es funcionaria, aunque ahora está de baja maternal. Su plan de futuro más inmediato es casarse, 'pero sin celebraciones ni nada. No se puede'. Jorge no va a poder cobrar la prestación por desempleo por su última interinidad porque no tiene cotizado lo suficiente, ni tampoco le darán el subsidio de los 420 euros. 'Es difícil mantener la casa, el niño, el coche'.

Aún así, no pierde la esperanza. Tiene dos carreras y está estudiando un grado y un máster: 'Soy un luchador nato. Tarde o temprano sacaré la plaza'.

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