Dhul ve una dificultad extrema para localizar los bienes de los Ruiz-Mateos

  • La administración concursal de Dhul considera que habrá que afrontar dificultades extremas para localizar los bienes y derechos del patrimonio personal del patriarca de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, y de sus hijos Javier y Álvaro Ruiz-Mateos.

Madrid, 30 sep.- La administración concursal de Dhul considera que habrá que afrontar dificultades extremas para localizar los bienes y derechos del patrimonio personal del patriarca de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, y de sus hijos Javier y Álvaro Ruiz-Mateos.

Así lo han indicado hoy a Efe fuentes judiciales que han detallado que esa dificultad radica en el hecho de que la familia Ruiz Mateos ha mantenido la titularidad y el control de Nueva Rumasa a través de sociedades interpuestas, mayoritariamente domiciliadas en Belice y Holanda.

De hecho, el socio mayoritario de Dhul, con el 80,2 % del capital, es la empresa holandesa Dhul Holding, mientras que la marca de postres Dhul es, en el papel, propiedad de la sociedad Lerton Holding Inc, radicada en Belice.

Debido a ello, las mismas fuentes han apuntado que en este momento no se conocen con precisión los bienes y derechos que forman el patrimonio personal de cada uno de ellos.

Motivo por el que la administración concursal ha solicitado al juzgado que se requiera a once entidades financieras y a diversos organismos y registros públicos una relación de bienes y derechos del padre y los dos hermanos de la familia Ruiz-Mateos, para poder trabarlos.

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Granada ha acordado embargar cautelarmente bienes del patriarca de la familia Ruiz-Mateos y dos de sus hijos por importe de 618,26 millones de euros porque hay "visos reales" de que sean considerados culpables del agujero patrimonial del fabricante de postres Dhul.

La reciente venta anunciada del grupo de empresas Nueva Rumasa a Back in Business es, según fuentes judiciales, la razón de urgencia que justifica por sí sola la adopción del embargo preventivo con carácter de urgente y sin oír previamente a los administradores afectados.

Aunque han pasado 20 días desde que la familia Ruiz-Mateos anunció que vendía las empresas de Nueva Rumasa a Back in Business, ni el administrador único, Álvaro Ruiz-Mateos, ni los restantes miembros de la familia han comunicado a los administradores concursales de forma verbal, telefónica o por escrito nada sobre la operación de venta y traspaso de control, según las mismas fuentes.

Motivo por el que éstos desconocen el precio real, la forma de pago, si existen reservas de activos para los vendedores, pactos de recompra, opciones de venta y, en el caso de Back in Business, la forma en la que asume el pasivo de Dhul, ni los eventuales pactos que pongan de manifiesto que se trata de una venta fiduciaria.

El pasado 21 de septiembre una abogada y un responsable financiero en nombre de Back in Business mantuvieron un primer contacto con la administración concursal de Dhul, una visita considerada de cortesía y en la que no se avanzó nada porque no se acreditó documentalmente la operación de compra, según fuentes jurídicas.

Una acreditación que tampoco realizaron este jueves, fecha en la que estaba convocada la junta de accionistas de Dhul y a la que no acudieron ni su administrador único, Álvaro Ruiz-Mateos, ni el socio mayoritario Dhul Holding, supuestamente ahora en manos de Back in Business.

Según fuentes jurídicas, la operación de venta anunciada no sólo tiene efecto entre las partes, sino también directos que afectan al concurso de acreedores, ya que el precio de la operación ha consistido en la asunción del pasivo de Nueva Rumasa por parte de Back in Business.

Han apuntado que la venta -a un precio inferior al que los vendedores estiman (más de 6.000 millones de euros, según el comunicado de prensa de los Ruiz-Mateos)- supone un quebranto en el patrimonio de los administradores sociales.

Unos administradores, el patriarca de Nueva Rumasa y sus hijos Álvaro y Javier Ruiz-Mateos, a los que precisamente se quiere embargar porque existen indicios de que pueden ser condenados como responsables concursales a hacer frente con su patrimonio personal las deudas de Grupo Dhul que no hayan sido cubiertas por la liquidación de la masa activa.

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