Díaz Ayuso promete a los ricos que vivan en Madrid el IRPF más bajo de la historia

  • La aspirante a presidir la Comunidad de Madrid promete una rebaja fiscal que dejaría el tipo máximo de Renta en el 43%, el más bajo en cuarenta años.
Fotografía Ovación a Isabel Díaz Ayuso / EFE
Fotografía Ovación a Isabel Díaz Ayuso / EFE

Entre 2006 y 2012 más de 2.600 contribuyentes encuadrados en el selecto grupo del 1% más rico del país trasladaron su residencia desde otras comunidades autónomas a la Comunidad de Madrid, según las estimaciones de un estudio elaborado para Fedea por los profesores de la Universidad de Zaragoza Julio López Laborda y Fernando Rodrigo. Lo hicieron, aseguran estos investigadores, atraídos por la agresiva política de rebajas fiscales implantada por la entonces presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, que en 2005 arrancó una estrategia de reducción sistemática de las cargas impositivas sobre los particulares y las empresas residentes en la región  que se tradujo en bajadas en el Impuesto sobre la Renta, los impuestos de sucesiones y donaciones, que gravan las herencias y las transferencias de recursos entre familiares; y en la supresión del Impuesto de Patrimonio.

Los gobiernos populares que siguieron al de Aguirre mantuvieron esa senda hasta el punto de que todos sus sucesores, desde Ignacio González a Ángel Garrido pasando por Cristina Cifuentes, pueden acreditar haber aprobado alguna rebaja fiscal durante sus mandatos. La candidata del PP a presidir la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aprovechó este martes su discurso de investidura para reafirmar la apuesta de su futuro Ejecutivo por esta línea y comprometer la que presentó como la mayor rebaja de impuestos realizada en la región.

El programa de futuro de Díaz Ayuso pasa por abordar en los próximos cuatro años una reducción de medio punto más en todos los tramos del IRPF y por elevar el mínimo personal y familiar por descendientes, además de garantizar a los contribuyentes madrileños que el Gobierno de la Comunidad de Madrid con Ciudadanos, y con el respaldo de Vox, adoptará las medidas que sean necesarias para amortiguar el potencial impacto de las subidas fiscales que ejecute el Ejecutivo nacional, cuya intención es elevar el IRPF a los contribuyentes con rentas más altas.

Serán éstos, precisamente, -las rentas más altas-, los grandes beneficiados del compromiso de Díaz Ayuso, que implicaría la reducción futura del tipo máximo del Impuesto sobre la Renta que se paga en la Comunidad de Madrid al 43%, el suelo histórico que ha tenido la tributación por Renta en España desde la instauración del IRPF en el año 1978. Sólo hay un precedente en democracia de una presión fiscal tan liviana sobre las rentas más altas, el que se produjo entre 2007 y 2011 tras la primera reforma fiscal del Gobierno Zapatero, cuando el presidente socialista sostenía que bajar impuestos era de izquierdas.

El mismo año que entraba en vigor la rebaja fiscal del Gabinete Zapatero, que instauró durante un periodo de cuatro años la menor presión fiscal sobre las rentas de trabajo de toda la historia democrática de España, en la Comunidad de Madrid el Ejecutivo de Esperanza Aguirre daba un paso más y rebajaba en una décima el tipo impositivo aplicable a las rentas más altas para situarlo a nivel regional en el 42,9%, en el marco de la primera actuación autonómica para aprovechar el margen normativo en el IRPF proporcionado por la reforma de la financiación autonómica.

La quinta rebaja de tipos impositivos del IRPF en la Comunidad

La comprometida por Isabel Díaz Ayuso en su discurso de investidura sería la quinta rebaja de tipos en el IRPF aprobada por el Gobierno de la Comunidad de Madrid desde el año 2006 y la tercera que reduce la presión fiscal sobre el tramo de contribuyentes de rentas más altas. La primera, ya se ha recordado, fue casi testimonial, se aprobó en 2016 y sirvió para que el Ejecutivo de Esperanza Aguirre pudiera presumir de tener un IRPF un pelín más bajo que el del resto de España (42,9% frente a 43% para el tramo de rentas más alto).

La crisis vino a ensanchar la distancia entre el régimen fiscal estatal y el de la Comunidad de Madrid. El Gobierno de Esperanza Aguirre se desmarcó de la subida de IRPF decretada por el Ejecutivo socialista para atender el desplome de ingresos derivado de la crisis y el coste de oportunidad para las rentas más altas de no residir en Madrid se incrementó, ya que mientras que el tipo máximo subió en el conjunto del país al 47% en Madrid se mantuvo en el 44,9% por la decisión del Ejecutivo regional de mantener el tipo máximo autonómico en el 21% frente al 23,5% general.

El segundo 'guiño' a las mayores rentas se produjo bajo el mandato de Ignacio González, en 2014. El Gobierno de la Comunidad de Madrid aprovechó los primeros síntomas de recuperación para abordar una rebaja generalizada del IRPF que se tradujo en una rebaja de 0,4 puntos para los tramos más altos de renta. El tipo máximo de la ley estatal quedaba situado en el 47% mientras que el de la Comunidad de Madrid bajaba al 44,5%, elevando la distancia a 2,5 puntos.

El 'gap fiscal' a favor de la Comunidad de Madrid, que ha sido abiertamente cuestionado por la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se redujo en parte al año siguiente, en 2015, cuando culminó la secuencia de la rebaja fiscal en dos años aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy y se consolidó el esquema que ha llegado hasta este año con un tipo máximo del 45% a nivel estatal, que en el caso de la Comunidad de Madrid es del 43,5%.

La situación a día de hoy, según se refleja de forma cristalino en los informes sobre el panorama de la fiscalidad autonómica que año tras año publica el Registro de Asesores Fiscales, es que las contribuyentes madrileños son los que menos impuestos pagan por sus rentas del trabajo en todo el territorio nacional, con diferencias que llegan hasta los 24.000 euros para los contribuyentes con rentas superiores a 600.000 euros.

Según las proyecciones realizadas por este organismo, la ventaja fiscal que obtienen los contribuyentes madrileños por este esquema ronda los 1.000 euros para los individuos que declaran 70.000 euros; supera los 2.000 euros para los que ganan 110.000 euros; se aproxima a los 11.000 euros para los que declaran 300.000 euros y como ya se ha dicho supera los 24.000 euros para los que declaran a Hacienda más de 600.000.

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