Díaz Ferrán afirma que los empresarios no son el problema, sino la solución a la crisis

  • Madrid.- El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, aseguró hoy que, ante la situación económica, los empresarios "no somos el problema, somos la solución de los problemas".

Díaz Ferrán asegura que los empresarios no son el problema, sino la solución a la crisis
Díaz Ferrán asegura que los empresarios no son el problema, sino la solución a la crisis

Madrid.- El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, aseguró hoy que, ante la situación económica, los empresarios "no somos el problema, somos la solución de los problemas".

Durante un desayuno informativo del Fórum Europa patrocinado por Asisa, BT y Red Eléctrica, Díaz Ferrán afirmó que los empresarios no son la "excepción a la crisis" y añadió que han padecido sus efectos y las condiciones "durísimas" que han supuesto el cierre de más de 300.000 empresas.

Subrayó la dificultad por la que atraviesan los empresarios, muchos de los cuales han tenido que comprometer su patrimonio, pero señaló que, a pesar de ello, mantienen la firma voluntad de seguir "luchando, arriesgando e invirtiendo".

Díaz Ferrán recordó que las empresas de la CEOE dan trabajo a más de 12 millones de trabajadores, al tiempo que subrayó que la organización seguirá trabajando "en equipo", tomando decisiones con "consenso", ejes de conducta que continuarán guiando a la patronal "en unos momentos en los que la unidad es más fuerte que nunca".

Preguntado sobre si los problemas al frente de Air Comet le influyen a la hora de presidir la patronal, dijo que mientras que los empresarios le apoyen "seguirá" y, en relación a la posible presión del Gobierno, descartó cualquier intromisión en el futuro.

El dirigente de la patronal repasó la situación económica española e insistió en que el balance de 2009 ha sido "muy negativo", aunque reconoció que el final del año fue "más esperanzador" porque muchos sectores ya "han tocado fondo".

No obstante, advirtió de la persistencia de "riesgos" en cuanto al saneamiento del sector financiero, la retirada de estímulos fiscales, la política monetaria de los bancos centrales, el déficit de los estados y su deuda y abogó por un sistema financiero independiente, solvente y "ajeno a interferencias políticas".

Añadió que las fluctuaciones previstas para los próximos años en el crecimiento económico en España, desde una leve caída de décimas del PIB en 2010 hasta una subida en torno al 1% en 2011, será "una mejora insuficiente para crear empleo", aunque manifestó la "plena confianza" de los empresarios en la economía española.

Consideró una "buena noticia" la reducción del déficit por cuenta corriente, pero señaló que para sentar las bases de un nuevo ciclo son necesarias reformas "de calado".

En este sentido, dijo que espera que la Estrategia de Economía Sostenible y las nuevas reformas que ha anunciado el Gobierno "supongan un giro" y que se aproximen a las tesis de la CEOE.

En cuanto al anteproyecto de ley de Economía Sostenible, valoró algunos aspectos que van en la "dirección adecuada", aunque son insuficientes las propuestas en materia fiscal o energética.

En cuanto al mercado laboral, dijo que la patronal está de acuerdo con las reformas que plantea el Gobierno, pero "se queda corto".

Abogó por cambios para reducir la dualidad del mercado de trabajo o mejorar las políticas activas de empleo.

Para ello, la CEOE reivindica la "flexiseguridad", en el sentido de que la mejor garantía del empleo "no está tanto en el coste del despido, sino en la mejora de la empleabilidad", la nueva modalidad de contrato para jóvenes y parados, el contrato temporal en las actividades en las que es imprescindible o potenciar el contrato a tiempo parcial.

También quiere flexibilidad interna para las empresas y apuntó que "no es razonable que un cambio de turno resulte imposible de lograr en momentos necesarios".

Asimismo pide que se eliminen las trabas legales para que actúen las agencias privadas de colocación, medidas contra el absentismo y el ajuste de cuotas empresariales para mejorar la competitividad.

"Si esperamos que la crisis nos la resuelvan desde fuera tendremos que competir con países y regulaciones laborales más modernas y flexibles y con menores costes sociales, lo que se traducirá en pérdida de mercados y empleos", concluyó.

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