Aboga por sustituir becas por contratos de formación

Díaz reprende ahora a las empresas por "contratar a universitarios para todo"

Culpa a los empresarios de que uno de cada tres ocupados estén en puestos por debajo de su cualificación y les afea sus quejas por la falta de adaptación de la formación universitaria al mercado laboral.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo
Europa Press

"No es de recibo que las empresas sigan prefiriendo contratar personas con formación universitaria para todo, lo que lleva en muchas ocasiones a la sobrecualificación, al desperdicio de inversión formativa, al desánimo y a la curiosa queja de que las universidades no dan la formación adecuada". Una sola frase le ha bastado a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para cargar sobre las espaldas del tejido empresarial doméstico la responsabilidad sobre la inequívoca distorsión de que uno de cada tres ocupados del mercado laboral español estén en puestos que exigen una cualificación inferior a la que acredita su currículum, sobre la ineficacia del sistema nacional de formación, sobre el fenómeno de los 'ni-nis' y sobre las dudas generalizadas respecto a que la formación que se recibe en la Universidad sea útil a la hora de garantizar un futuro laboral a los estudiantes.

La titular de Trabajo, que ya tiene sobre la mesa un pulso abierto con las organizaciones empresariales a cuenta de su intención de subir el Salario Mínimo, se ha referido a la extendida práctica de contratar a titulados universitarios para puestos que no exigen dicha formación a la hora de explicar por qué en España sólo menos del 19% de las personas de 17 años están en un módulo de Formación Profesional cuando la media de los países desarrollados es del 31%, según los datos incluidos en el informe 'Jóvenes y Mercado Laboral en España' que este lunes ha presentado el Consejo Económico y Social (CES), el órgano consultivo en materia socio-laboral que reúne a empresarios, sindicatos y organismos del tercer sector.

Yolanda Díaz ha deslizado el dato de que el 41% de la población adulta ocupada en España está en puestos que no se adaptan a su formación y ha decidido mirar a las empresas a la hora de explicar los porqués de este fenómeno, que desde el ámbito académico se ha atribuido históricamente a la confluencia de varios factores de todo tipo que van desde el mayor prestigio social de la formación universitaria respecto a la FP, la escasa adecuación a las competencias laborales que se exigen en el mercado de trabajo de la formación universitaria, la mayor concentración del empleo en España en sectores de bajo valor añadido o lo mal resuelto que está en el marco legal español la transición desde la etapa formativa al mercado de trabajo.

En la parte que le toca como ministra de Trabajo, Díaz ha abogado este lunes por impulsar una regeneración de la Formación Profesional en España para resolver el doble problema al que se enfrenta el mercado de trabajo: el de la sobrecualificación y el del déficit de formación de una bolsa importante de jóvenes, que optaron en su día por aparcar su formación académica para probar suerte en el mercado de trabajo. También ha avanzado su intención de sustanciar en la primera parte de 2021 la estrategia de empleo juvenil, que tendrá como una de sus medidas estrella el Plan de Garantía Juvenil +, que según la ministra incluirá medio centenar de iniciativas para resolver el problema del desempleo juvenil.

De acuerdo con los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el desempleo entre los menores de 25 años aumentó en el tercer trimestre en 112.000 personas, lo que situó el total de desempleados entre 16 y 24 años en 622.400 personas, lo que supone una tasa de paro del 40,45%, según EFE.

Sustituir becas por contratos de formación

La ministra ha subrayado, no obstante, que casi más grave que la imposibilidad de los jóvenes para encontrar un empleo es que cuando lo encuentran éste ofrece unas condiciones muy precarias. Yolanda Díaz opina que en España se ha producido una degradación del trabajo juvenil, que se concreta en precariedad, menores retribuciones, mayor siniestralidad y un porcentaje de parcialidad no deseada superior a la media. "Hay un fenómeno de exclusión social juvenil, que se ha convertido en pobreza", subraya.

La titular del Ministerio de Trabajo entiende que esto se ha producido por que las autoridades han habilitado fórmulas que han degradado el empleo de los jóvenes sin mejorar sus índices de empleabilidad y ha puesto como ejemplo de esto a las becas. Díaz ha asegurado que las becas han alentado una inserción profesional "precaria y en muchas ocasiones ficticia" y ha abogado por un reforma legal que sustituya las becas por el contrato de formación como fórmula estándar de inserción laboral "con mayores garantías y derechos".

Usar los fondos europeos contra el paro de los jóvenes

El informe del Consejo Económico y Social (CES) propone destinar parte de las ayudas comunitarias a incentivar la contratación indefinida de menores de 25 años y blindar el plan de choque por el empleo joven, en aras de evitar un 'boom' de jóvenes parados de larga duración. Entre ellas, pide articular nuevos incentivos a la contratación de los jóvenes que han perdido su empleo o tienen más dificultades para encontrarlo por culpa de la pandemia, y ha planteado la elaboración de un mapa detallado que recoja todas las ayudas articuladas en apoyo al autoempleo y el emprendimiento en los distintos ámbitos territoriales.

También solicita estrechar las relaciones entre el ámbito formativo y el laboral para satisfacer las necesidades de las empresas y "evaluar adecuadamente" las políticas de empleo para jóvenes "en aras de evitar, como otro efecto negativo de una temporalidad excesiva, que el paro juvenil sea más alto de manera estructural".

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