Estas son las diferencias entre cobrar el subsidio para mayores de 52 y la RAI

Entre las ayudas ofrecidas para situaciones de desempleo, hay un par que podrían interesar a las personas de cierta edad. Tanto el subsidio para mayores de 52 años como la renta activa de inserción (RAI) pueden ser útiles para los desempleados inscritos como demandantes de empleo que suscriban el compromiso de actividad y que tengan rentas que representen menos de 75% del salario mínimo interprofesional (sin contar la parte proporcional a dos pagas extraordinarias). 

Hasta ahí llegan los parecidos entre ambas ayudas. El subsidio de mayores de 52 años exige no tener la condición de persona trabajadora fija discontinua y se ofrece a quienes hayan agotado su prestación contributiva (o el subsidio por desempleo) o sean emigrantes que retornan, liberados de prisión o haberse recuperado de una situación de gran invalidez. Por otro lado, para pedir el RAI hace falta ser menor de 65 años, no ser beneficiario de tres derechos al programa de RAI anteriores ni haberlo sido en los 365 días naturales anteriores a la fecha de solicitud. Además, el requisito de carencia de rentas divide su tope de ingresos entre los miembros de la unidad familiar que sean cónyuges o hijos menores de 26 años o con discapacidad.

Cuantías

Ambas prestaciones representan una cuantía mensual de 80% del indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM) y se entregarán por mensualidades de 30 días. El subsidio para mayores de 52 años dura hasta que el recipiente tenga la edad en la que tiene derecho a la pensión contributiva de jubilación. 

La RAI tiene un máximo de 11 meses y tiene consideraciones especiales para víctimas de violencia de género o doméstica, quienes pueden pedir tres mensualidades en un pago único. La RAI se suspende si se trabaja a tiempo completo, sustituida por una ayuda equivalente al 25% de la misma durante 180 días sin que se reduzca el periodo que falta para cumplirlo, y se reduce proporcionalmente en los casos de trabajo a tiempo parcial.