Profesionales con alto nivel de especialización

Universitarios con azadón: así son los jóvenes que dinamizan la España rural

Han decidido volver a las zonas rurales para desarrollar profesiones relacionadas con la agricultura y la ganadería. Además de fomentar la economía del lugar se enfrentan a numerosos retos.

Jóvenes agricultores en un olivar.
Jóvenes agricultores en un olivar.
Europa Press.

Con solo 24 años, Antonio Conde trabaja en el campo ayudando a su familia con los olivares de su propiedad. "Yo me decanté en primer lugar por ser agricultor pero con cierto nivel de especialización, por eso opté por la carrera de ingeniero agroalimentario", explica el joven. Aunque continúa estudiando un máster en Córdoba, siempre que puede vuelve a su pueblo natal, Castillo de Locubín (Jaén), para seguir en contacto con la profesión. El grado le ha aportado un gran conocimiento del sector, llevándole incluso a innovar en sus cultivos: "Ser agricultor no es solo plantar una patata, hay una industria muy amplia y compleja que me generaba curiosidad desde pequeño y me atrajo a esta profesión".

Tanto los estudios como la experiencia personal le han permitido aplicar los conocimientos aprendidos a la vida real, especialmente en una zona donde, apunta, "predomina lo tradicional, la baja mecanización y sin base científico-técnica". Convenció a su familia para plantar árboles frutales y aumentar la rentabilidad del terreno y poco a poco está consiguiendo aplicar prácticas más sostenibles enfocadas en la agricultura de conservación. 

Su idea de las cubiertas vegetales espontáneas, es decir, evitar labrar el suelo para que crezcan los hierbajos de manera natural y retengan el agua de la lluvia, le hizo quedar finalista en un certamen de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja). En solo tres años la aplicación de esta técnica ha generado una gran mejora del suelo de su finca, y continuará apostando por métodos más respetuosos con el medio ambiente y la diversidad.

Innovación en las zonas rurales

Conde también ha animado a muchos vecinos a aplicar nuevas técnicas o comprar maquinaria de última generación que les haga el día a día más sencillo. El campo ha cambiado mucho en estos últimos 50 años, y los avances tecnológicos están a la orden del día. "Muchos agricultores manejan más tecnología de la que nosotros creemos, un tractor es casi como una nave espacial", resalta el ingeniero.

Antonio Conde, agricultor e ingeniero agroalimentarios.
Antonio Conde, agricultor e ingeniero agroalimentario.

Cedida por Antonio Conde.

Aunque él tuvo gran curiosidad por la agricultura desde pequeño es consciente de los retos principales a los que se enfrenta el sector. Por un lado, considera que la forma en la que se da a conocer el trabajo del campo no es atractiva a largo plazo, "se necesitan más especialistas, los ingenieros son muy importantes en el sector pero tienen menos repercusión que otras carreras como Medicina o Veterinaria". Por este motivo, el estudiante trata de hacer mucha divulgación en sus redes sociales de "una forma interactiva que permita abrir los ojos de la gente sobre esta realidad".

Por otro, apunta que las inversiones en terreno son casi inasumibles para alguien de su edad. Según el estudio sobre el Acceso a la Tierra del Ministerio de Agricultura, uno de los principales inconvenientes de los jóvenes agricultores o ganaderos es el acceso a las propiedades. Uno de los planteamientos del grupo focal formado por 30 expertos que ha impulsado el informe es la creación de proyectos de colaboración entre agricultores a punto de jubilarse y jóvenes que quieran instalarse en una nueva explotación con el objetivo de favorecer el relevo generacional.

Relevo generacional y otros retos

La presidenta de Asaja, Eva Marín de la Fuente, destaca la labor que realizan desde su organización para poner en valor a la juventud en estos sectores. "Los agricultores y ganaderos tienen una reticencia muy grande para poder jubilarse, mientras que para nosotros es una muy buena salida profesional que te permite quedarte en el pueblo y revitalizar un medio rural".

Ella misma dejó su profesión como publicista y relaciones públicas en Madrid para volver a sus orígenes en un pequeño pueblo de Toledo, Villanuevas de Bogas. A sus 31 años ha decidido seguir la tradición familiar de padres y abuelos para ser agricultora. Marín recalca la importancia de la formación en el sector: "Aunque para aprender a ser agricultor o ganadero la observación es fundamental, tienes que seguir formándote". De hecho, desde Asaja actualizan a los usuarios mediante jornadas y cursos sobre nuevas herramientas de software que les permiten ser más eficientes y monitorizar sus terrenos o al ganado.

Eva Marin de la Fuente, presidenta de ASAJA.
Eva Marin de la Fuente, presidenta de Asaja.

ASAJA.

Tanto la agricultura como la ganadería se han visto muy afectadas por la pandemia, aunque, según la presidenta, son cuestiones que ya venían arrastrando de antes. "Hemos estado produciendo por debajo de los costes. El año pasado el precio del cereal era el mismo que hace 40 años, unos en pesetas y otros en euros, pero iguales. Tenemos buenos productos, con calidad y seguridad, pero estamos viendo que nos piden una gran cantidad de requisitos sanitarios o formación y al final por las fronteras entran otros productos menos controlados. Apreciar lo nuestro es importante", denuncia. España es el país de Europa que vende el litro de leche al precio más bajo, en abril alcanzó los 33,62 céntimos frente a los 35,44 de media en el resto del continente. Como consecuencia, cada vez hay menos explotaciones y el consumidor empieza a depender más de las importaciones.

En el sector han surgido numerosas huelgas que piden que las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) sean más justas y que apuesten por lo social y lo medioambiental. Desde el Ministerio de Agricultura aseguran que "los ecoesquemas de la PAC constituirán un importante incentivo para los agricultores y ganaderos que deseen aplicar prácticas agrarias más beneficiosas para el clima y el medioambiente". Estas nuevas subvenciones, gestionadas por la Unión Europea, tendrán una mayor ambición ecológica y buscarán fomentar un sector agrícola inteligente, resiliente y diversificado.

Marín asegura que uno de los problemas añadidos es la burocracia que, aunque cree que es importante, considera que tiende a retrasar las ayudas durante meses: "Llevamos años pidiendo que sea más simple porque tenemos que aportar mucha documentación, desde las facturas de las semillas hasta la cantidad de agua con la que regamos".

Despoblación en el interior

Otro de los grandes retos es la despoblación de las zonas rurales. Desde Asaja tratan de abordar esta cuestión mediante la divulgación: "No solo un agricultor o ganadero que se instala en un sitio, sino también el resto de la familia. Al final esto, aparte de una profesión, es un estilo de vida. Pero entiendo que es complicado porque muchas zonas carecen de servicios públicos básicos que en las ciudades tendrías garantizados. A pesar de que pagamos unos impuestos muy parecidos quizás la compensación no es la misma", destaca Eva Marín.

La plataforma de integración y encuentro de administraciones, agentes y organizaciones rurales, Red Rural Nacional, tiene el objetivo de impulsar el desarrollo en estos medios. Actualmente trabajan en seis líneas de actuación entre las que se incluyen el medio ambiente, la dinamización, la innovación, el relevo generacional, la brecha de género y la despoblación. Respecto a esta última han lanzado la campaña 'Mira el origen' para poner en valor los territorios rurales y reconectar a la población urbana con la rural. Además, durante 2021 han impulsado el Programa Cultiva, que consiste en estancias formativas de hasta 14 días para jóvenes agricultores y ganaderos donde ofrecen nuevos conocimientos y recursos.

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