Truco de ahorro

Evita perder dinero en la jubilación: la diferencia de ahorrar de joven o a los 50

Ahorrar desde joven supone un menor esfuerzo económico mes a mes y una mayor rentabilidad de cara al futuro. Te enseñamos cómo hacerlo para no perder dinero de cara a la jubilación.

Ahorrar siendo joven garantiza una mayor rentabilidad del dinero.
Ahorrar siendo joven garantiza una mayor rentabilidad del dinero.
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Planificar la jubilación es indispensable en un momento como el actual. Mientras que la esperanza de vida sube el número de trabajadores que soportan las pensiones con sus cotizaciones baja paulatinamente. Por este motivo, tener garantizado el mismo nivel de vida tras el retiro únicamente a través de la pensión pública resulta cada día más complicado.

En estos casos la previsión ha de ser primordial. Comenzar a ahorrar progresivamente a lo largo de los años con cantidades no demasiado elevadas permitirá gozar en el futuro de un complemento a la pensión. No obstante, en la mayoría de los casos resulta complicado comenzar a ahorrar a edades tempranas.

Sin embargo, si se hacen cálculos y se mira con perspectiva, ser previsor puede suponer una importante ventaja en el bolsillo respecto a aquellos que comienzan a ahorrar mucho después. Todo ello se debe a lo que se conoce como interés compuesto, es decir, aquel que permite que los ahorros crezcan año tras año.

Cómo sacar partido al ahorro

Ahorrar mes a mes durante muchos años permitirá que cada persona pueda tener en su haber un colchón financiero que le permita en el futuro complementar la pensión. No obstante, si ese ahorro se deja en la cuenta corriente el dinero, probablemente, perderá valor con el paso de los años. Esto se debe, en primer lugar, a que en muchas ocasiones el banco cobrará comisiones al cliente por el mantenimiento de la cuenta.

Pero las comisiones no son el peor enemigo de los ahorros, ya que estas se pueden ver mes a mes. El peor enemigo del ahorro es la inflación, un índice que pasa inadvertido para el bolsillo día a día pero que puede tener un efecto negativo en el ahorro a medio y largo plazo, ya que a medida que se produce una subida generalizada de precios, el ahorro en la cuenta bancaria pierde valor.

Para evitar esta pérdida de valor la alternativa pasa por recurrir a la inversión. A través de esta se aplicará el interés compuesto, que son los intereses que se generan sobre los intereses de la inversión. Es decir, a medida que se invierte se obtiene una rentabilidad. Si se vuelven a reinvertir la rentabilidad y el ahorro constantemente, los intereses crecerán de manera exponencial. Por este motivo, cuanto antes se empiece, mayores serán los intereses generados y, por tanto, menor será el esfuerzo económico.

El resultado de ahorrar a los 50 y a los 30

A modo de ejemplo, si se empiezan a invertir 100 euros todos los meses desde los 30 años, cuando llegue el momento de la jubilación, a los 67 años, se podrían tener casi 130.000 euros, de los que unos 65.000 euros serían rentabilidad de la inversión, si se hubiera invertido con un plan de pensiones con un perfil con poco riesgo (rentabilidad anual media del 3,8%). Si se hubiera invertido con un perfil más arriesgado, el ahorro podría llegar a más de 267.000 euros (rentabilidad media anual del 7,2%). De estos, alrededor de 200.000 euros serían intereses generados con la inversión, según los cálculos de la herramienta de inversión para la jubilación de Finect.

¿Y qué pasaría si una persona empieza más tarde pero ahorrando más dinero? Si, por ejemplo, una persona empieza a invertir con 50 años unos 300 euros al mes, sus ahorros se quedarían cerca de los 100.000 euros cuando llegara el momento de la jubilación, si invirtiera en los mismos planes de pensiones que la persona del ejemplo anterior y con el mismo perfil de riesgo, es decir, conservador (rentabilidad media anual 3,8%). De esa cantidad, aproximadamente, unos 27.000 euros serían la rentabilidad de sus inversiones. Por su parte, asumiendo algo más de riesgo, los ahorros podrían llegar a los 135.000 euros (rentabilidad media anual del 7,2%). De estos, unos 62.000 euros serían los intereses generados con la inversión.

Por lo tanto, tanto adoptando un perfil con menor riesgo como eligiendo uno con un mayor riesgo la diferencia sería importante para el bolsillo, ya que empezar a invertir y ahorrar cuanto antes no solo minimizará el esfuerzo económico mensual, sino que también generará más rentabilidad de cara al futuro.

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