Ahorro

Cómo sacar el máximo partido al dinero de tu plan de pensiones al jubilarte

La cuantía depositada poco a poco en el fondo únicamente puede extraerse cuando el titular de la cuenta cumple la edad necesaria para dejar su actividad laboral.

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Una pareja de ancianos jugando al ajedrez.
Vlad Sargu | Unsplash

Al contratar un plan de pensiones el mayor incentivo en todos y cada uno de nosotros es el ahorro a largo plazo. Con la meta de la jubilación es común querer disfrutar de una comodidad económica que nos permita realizar todo lo que hemos soñado a lo largo de nuestra vida. Excepto en algunas firmas de contratos, la cuantía depositada poco a poco en el fondo únicamente puede extraerse cuando el titular de la cuenta cumple la edad necesaria para dejar su actividad laboral.

A pesar de que la legislación hará posible que tras el año 2025 se pueda retirar dinero una vez se hayan cumplido 10 años de vida laboral, a día de hoy se ha de continuar con el modelo vigente. Es por lo que conocer todas las cuestiones que rodean el acceso a nuestro plan de pensiones es de vital importancia. Uno de los alicientes más importantes en nuestro plan de pensiones son las deducciones fiscales que se reflejan en nuestra declaración de la renta cada año. Sin embargo, una vez se obtiene todo el dinero ahorrado, es necesario declararlo por rendimientos del trabajo en el IRPF. 

Formas de cobro

A continuación figuran las formas más comunes para cobrar este plan. Podemos optar por tres forma diferentes para obtener la suma de nuestro plan de pensiones: 

  • En forma de capital: obtener todo el dinero acumulado de una única vez mediante un único ingreso en nuestra cuenta corriente.
  • En forma de renta: es decir, cobrar una cantidad fija y determinada con la temporalidad que el cliente desee. Puede ser mensual, trimestral, semestral, o mediante las periodicidades que se elijan.
  • Modelo mixto: con este método el titular del plan de pensiones puede ir percibiendo una parte determinada en forma capital y otra a través de pagos periódicos por parte de la entidad emisora. 

A pesar de ello, ciertos tipos de contratos con determinados seguros o bancos cuentan con la cláusula de rescate libre. En este supuesto el cliente puede acceder con plena libertad al capital acumulado. Por otra parte, se puede adherir a una forma de renta vitalicia. En esta situación el capital se estira para recibir los cobros durante el tiempo que quede de vida. 

Obtener mayores beneficios

A pesar de que un plan de pensiones puede otorgarnos una tranquilidad financiera en el momento que más tiempo podemos aprovechar de nuestra vida, no existe una fórmula mágica para que nos asegure unas condiciones óptimas en base a nuestras preferencias. Sin embargo, conviene conocer estos preceptos para sacar el máximo partido posible a nuestro plan de pensiones. 

Seleccionar la modalidad de renta y conocer todas las modalidades de las que disponemos para acceder a nuestra renta es algo más que recomendable. Si buscamos reducir nuestra tributación en Hacienda, los ingresos que se obtienen son menores que en vez de obtener todo el capital en un único pago. Para ello se requiere abonar un porcentaje inferior como rendimientos de trabajo. 

  • En el supuesto de que nuestro plan de pensiones cuente con sumas anteriores a los ejercicios del año 2007, uno se puede beneficiar de una deducción del 40 % si el dinero se rescata en forma de capital. Ayudando así al perfil más ahorrador, es vital tenerlo en cuenta para optar por un método determinado de cobro.
  • En caso de contar con una situación económica relajada, se recomienda al cliente que no movilice este plan de pensiones durante un tiempo determinado. Así, se puede garantizar una mayor rentabilidad en este tipo de servicios una vez se llega a la jubilación. Además, el dinero sobrante se puede guardar para otros beneficiarios o herederos.
  • En esta línea, se sugiere no obtener el ingreso de capital total del plan de pensiones el mismo año que te jubilas. Esto evita aumentar la base imponible de los últimos ingresos por el trabajo de cara a la declaración de la renta. Para prevenir este supuesto, se recomienda empezar a obtener estos ahorros en el próximo ejercicio del año en el que te jubilas. Unos 12 meses después. 
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