Directivo de Ford Europa no cree en medidas de estímulo en mercados estables

  • En situaciones de mercado estable no son necesarias medidas de estímulo como los planes PIVE, que España aplica desde hace dos años para corregir las bajas ventas de automóviles a causa de la crisis.

Ginebra (Suiza), 9 mar.- En situaciones de mercado estable no son necesarias medidas de estímulo como los planes PIVE, que España aplica desde hace dos años para corregir las bajas ventas de automóviles a causa de la crisis.

Así se expresó el vicepresidente de Marketing y Ventas de Ford Europa, Roelant de Waard, en una entrevista con EFE durante la celebración de la 84 edición del Salón del Automóvil de Ginebra.

De Waard puntualizó que estos programas estatales de estímulos a la demanda pasan por dos fases: cuando se aprueban y empiezan sus efectos, y cuando se cierran, "por lo que no somos proclives a este tipo de ayudas en países que sobrellevan las crisis".

En apoyo a su teoría, el directivo de Ford Europa declaró que en 2013 "las matriculaciones en el viejo continente han tocado fondo, pues a partir de noviembre los mercados nacionales importantes (Alemania, España, Reino Unido) han empezado a crecer y eso nos llena de esperanza, porque, a la subida de estos mercados, seguirá la consolidación del resto".

En este sentido, de Waard contrapuso que esta fase de retrocesos de ventas en Europa durante un periodo de 18 meses, propiciará que retornar a las cifras anteriores a la crisis, llevará un plazo entre cinco y siete años.

Para este año, el vicepresidente de Marketing y Ventas de Europa calcula un cierre de mercado en torno a algo más de 14 millones de unidades, frente a los 13,7 millones del último ejercicio completo.

Respecto a la filial europea de Ford, todavía en situación de pérdidas, de Waard anunció que se espera la entrada en beneficios en 2015, y añadió que posicionarse en ganancias en esta zona requiere de registros de ventas anuales sobre los 1,5 millones de coches.

Ford se apresta a los retos en Europa con una de las gamas más completas que hoy una marca puede ofertar y que se enriquecerá en breve con la llegada del mítico Mustang y del SUV Edge.

Para de Waard, estos coches contribuirán poco al objetivo de incremento de ventas en Europa, pues pueden representar en torno a 10.000 unidades, pero "el motivo de traer estos modelos es generar capacidad emocional entre los clientes y atraer nuevos compradores".

Tratándose como se trata de dos modelos de abierta filosofía estadounidense, de Waard señaló que "las primeras percepciones entre clientes europeos han sido extremadamente buenas; el Munstang quiere mantener su americanismo y que sea aceptado así, aunque se han introducido cambios para facilitar la conquista de mercado, como una versión con motor "ecoboost" (fabricada en Valencia) y suspensiones independientes".

Respecto al Edge enunció que puede encajar por su tamaño, ya que comparte la plataforma del Mondeo y del S-Max, modelos perfectamente acogidos en Europa.

Como retos del mercado europeo, Roelant de Waard aludió a una difícil combinación entre las recuperación del mercado y el equilibrio de la capacidad productiva.

La visión optimista de este directivo se apoya en la recuperación constatada del mercado automovilístico estadounidense, donde se han acometido grandes inversiones y hay mucho producto para lanzar en una situación que empieza a ser favorable.

Mostrar comentarios