Discapacidad. Fundación repsol dona a cruz roja un vehículo autogas adaptado para personas con movilidad reducida

El vicepresidente de Fundación Repsol, César Gallo, ha hecho entrega al secretario general de Cruz Roja Española, Leopoldo Pérez Suárez, de un innovador vehículo autogas completamente adaptado para personas con movilidad reducida, que contribuirá a mejorar las condiciones para la prestación de los servicios que viene realizando la organización humanitaria en los centros de día de personas mayores.
En el acto de entrega también estuvieron presentes el director ejecutivo de GLP de Repsol, José Manuel Gallego, y el director general de Vía Libre, Enrique García.
El nuevo vehículo facilitará el traslado a los domicilios y a las actividades sociales, de ocio y visitas culturales que realizan estos centros, en los que se trabaja por el mantenimiento de las capacidades cognitivas y físicas de las personas mayores.
Esta iniciativa se enmarca dentro del compromiso de Fundación Repsol con Cruz Roja Española, entidad con la que colabora desde hace varios años para la mejora de los recursos en materia de socorro y emergencias, como hospitales de campaña, ambulancias o vehículos sanitarios.
Además, se ha renovado el apoyo al Programa de Salvamento Marítimo, que tiene por objetivo salvaguardar las vidas humanas en el mar a través de diferentes actividades.
ADAPTACIÓN PARA PERSONAS CON MOVILIDAD REDUCIDA
Los trabajos de adaptación del vehículo han sido realizados por Vía Libre, la empresa de Fundación ONCE especializada en accesibilidad universal y diseño para todos.
La furgoneta, Mercedes Sprinter 316 GLP con techo elevado, tiene nueve plazas y cuenta con una plataforma elevadora y un escalón lateral de acceso, con capacidad de hasta cuatro sillas de ruedas.
El vehículo destaca por estar especialmente adaptado para personas con movilidad reducida y por la tecnología de propulsión a GLP (gases licuados del petróleo) que utiliza. Este combustible alternativo permite un ahorro de al menos un 20% respecto a los combustibles convencionales, lo que contribuye a mejorar la calidad del aire urbano y a minimizar el efecto invernadero, reduciendo las emisiones de CO2 y óxidos de nitrógeno (NOx).