Disculpen las molestias, pero la Bolsa puede seguir cayendo

  • En apenas tres días, la Bolsa española ha perdido un 4,5%, hasta el punto de retroceder a niveles de principios de noviembre. Nada grave, según los expertos, porque el parqué todavía cotiza en cotas altos. El problema es que las caídas tienen muchas papeletas de continuar, debido a la confluencia de un abanico de noticias negativas: la guerra de Obama contra los bancos, la deuda española, los débiles datos macro y la constancia de que en algún momento de 2010 el Banco Central Europeo subirá los tipos de interés son sólo cuatro razones para apostar por la prudencia.
Ruth Ugalde

¡Todo al rojo!, parece haber sido el grito de guerra de los inversores en la última semana. Nadie ha quedado libre. El Ibex 35, principal indicador de la Bolsa española, se ha dejado un 3,98%; el londinense FTSE, otro 2,79%, el parisino CAC 40 ha cedido un 3,78%, ligeramente más que el 3,07% del alemán DAX y prácticamente igual que el 3,8% perdido por el italiano MIB.

Al otro lado del Atlántico las cifras no son mucho mejores. Los industriales Dow Jones y S&P 500 han caído más de un 2,5% cada uno, mientras que los tecnológicos Nasdaq, Composite y 100, se han aproximado a pérdidas del 2%.

¿Qué está pasando? "No está pasando nada tremendamente especial", responde Javier Barrio, responsable de ventas de BPI. "Veníamos de una fase muy alcista, con volatilidades muy altas, y han surgido una serie de incertidumbres que han penalizado a la Bolsa", explica.

Entre esas incertidumbres destaca el nuevo frente de batalla abierto por Barack Obama, presidente de Estados Unidos, contra las entidades financieras. Además de la tasa que quiere aplicar a los mayores bancos del país, el inquilino de la Casa Blanca prepara una normativa que limitará el tamaño y las inversiones de estas sociedades."Si los bancos quieren pelea, estoy dispuesto a afrontar la pelea", ha sido su grito de guerra... y el toque de gracia para los mercados.

"Si la propuesta de Obama se termina llevando a cabo, será otro golpe para las ganancias de los grandes bancos", señala un informe de Morgan Stanley. "El mensaje de Obama de meter en vereda a los bancos para que, según él, sean más eficientes y coherentes, es mal recibido en principio por los mercados, porque rompe sus normas de actuación", añade Manuel Romera, director del Sector Financiero de IE Business School.

Los propios problemas españoles

Aunque la nueva proclama del presidente estadounidense ayude a comprender lo ocurrido en las últimas jornadas, debe echarse la vista más atrás para analizar a fondo toda la realidad que afecta a los parqués. En especial al español, el más castigado de todos.

En apenas siete jornadas bursátiles, desde los máximos del pasado 6 de enero, el Ibex 35 se deja un 6,94%, lo que le ha hecho retroceder hasta niveles del pasado 4 de noviembre, cuando cerró en 11.387 puntos. El viernes lo hizo en 11.373 puntos.

"El mercado español está siendo especialmente castigado por la evolución de los CDS (productos de cobertura para evitar riesgos escesivos), cuyo diferencial de crédito frente al diferencial alemán (el de referencia en los mercados) se ha ampliado. Esto es un reflejo del deterioro que están sufriendo las cuentas públicas en España, que está pasando de ser un país con percepción de riesgo bajo a un país con percepción de riesgo alto", apunta Barrio.

Además, los últimos datos macroeconómicos siguen reflejando la debilidad de las principales economías mundiales, especialmente la española. S&P, por ejemplo, pronostica que el Viejo Continente seguirá renqueando todo este año y la mitad del próximo, y advierte de que España será el país que más sufra de las cinco grandes economías europeas y el único que presentará tasas negativas este ejercicio, con una caída del PIB del 0,6%.

Si a esta coctelera se le añade la amenaza de una subida de tipos a lo largo de 2010 y las posibles restricciones crediticias de China se entiende que la Bolsa española todavía tiene deberes pendientes por delantes."Cualquier escenario con expectativas de subidas de tipos perjudica a las empresas muy apalancadas", apunta Romera. Y el parqué español tiene unas cuantas.

No obstante, Paula Haussman, analista de Agenbolsa, señala que "mientras que no baje de barreras como los 10.000 puntos, que sí tiene mucho impacto psicológico, no es para alarmarse". Poner como suelo este listón significa conceder al Ibex 35 un potencial de caída del 12%.

Para intentar nadar en las aguas más tranquilas posibles dentro de este revuelto mar, Javier Barrio recomienda fijarse en grandes compañías cuya principal fuente de ingresos esté fuera de España, como Telefónica, Iberdrola, OHL, Grifols, Ferrovial, Codere o Viscofán.

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