El retorno de las 'Streaming Wars' (IV)

Disney+ o la única alegría en la fábrica de sueños que va camino de Cenicienta

La plataforma supera los 60 millones de suscriptores en nueve meses de vida y solo disponible en algunos países. La compañía se entrega a su poder para compensar el hundimiento de casi todo su negocio.

La película 'Mulan', que iba a estrenarse el 9 de marzo, saldrá directamente en Disney+ en casi todo el mundo el 4 de septiembre.
La película 'Mulan', que iba a estrenarse el 9 de marzo, saldrá directamente en Disney+ en casi todo el mundo el 4 de septiembre.
EP

Una guerrera venida del Lejano Oriente entra en una polvorienta tienda para que le lean la ventura. Está llamada a ser la salvadora de su familia. Pero cuidado, que una sombra se expande desde su propio hogar al resto del mundo. La adivina se cura en salud como todas las de su condición: dice una cosa buena y otra mala. Mulán solo nota el viento a favor: le van los retos y salta sobre su caballo, contenta de sentirse la elegida. Lo que no sabía es que con su espada y su arco no se mata al coronavirus. 

‘Mulan’ (ahora entre comillas porque hablamos de la película) no sabe bien lo que pesa sobre sus hombros: nada más y nada menos que el futuro de Disney, la empresa de ocio y entrenamiento más icónica del mundo, una de las marcas más reconocibles y reconocidas del plantea. Una máquina de hacer dinero a partir de los sueños de los más pequeños y la nostalgia de los adultos. Un palacio de hielo hasta hace muy poco resplandeciente al que la pandemia ha derretido. Su última niña bonita, la plataforma en streaming Disney+, pasó de princesa a Cenicienta a la fuerza. La última esperanza del gigante de ocio. 

Hace apenas unos días, Disney presentó los resultados correspondientes al segundo trimestre de este 2020 y anunció pérdidas de 4.718 millones de dólares, después de que sus ingresos sufrieran un tajo del 42%, desde los 20.200 millones a 11.700, arrastrados por el cierre masivo de los parques de atracciones en todo el mundo y de los estudios y cines. Ahora está la NBA dando vida a su recinto de Florida y en China reabrieron en junio… pero el futuro del resto no está muy claro y en 2020 ya no habrá temporada alta entre primavera y verano.

Insuficiente para enjugar las penas pasadas. Si al finalizar junio de 2019, la división de parques engordaba las cuentas de Disney con 6.500 millones en ingresos, este año se ha quedado en 983 millones (y porque en esta pestaña de los resultados se incluye la venta de productos en general también). La división de cine, por su parte, se contrajo en otro 55%, debiendo sus 1.738 millones de ingresos actuales a la venta bajo demanda de películas (cuando pagas por ver ‘Frozen’ en otra plataforma, por ejemplo). 

Disney no daba pérdidas en un trimestre desde el año 2001, en aquellos años en los que luchaba por reinventarse y no lo lograría realmente hasta que en la puerta del despacho del CEO no se puso el nombre de Bob Iger. Fue en 2005 y con él Disney se comería Marvel, el universo Star Wars, recuperó viejas sensaciones en la taquilla… Ironías del destino, Iger anunció que dejaba Disney a finales de febrero… una semanas antes de que la pandemia noquease a su criatura. Según el ‘New York Times’, ha paralizado su marcha y ayuda en lo que puede a su sucesor para gestionar la crisis… incluyendo los despidos multitudinarios. 

Aquello solo confirmó la retahíla de malos presagios que sobrevolaban a ‘Mulan’. La heroína ya afrontaba el año 2020 con una misión suicida: mantener en el balance de cuentas el listón en el nivel que lo habían dejado en taquilla la última entrega de los Vengadores, estrenada en abril del año pasado. Su guerra de palomitas debió empezar el 9 de marzo, primera fecha prevista para su estreno. Pero la prudencia (entonces solo era prudencia en Estados Unidos) aconsejó cambiarla a verano. Hasta cuatro veces se ha modificado la fecha y ahora saldrá a la luz el 4 de septiembre… y en la parte más jugosa del mercado, lo hará directamente en Disney+. Los cines no están para estrenos. 

Los americanos, por lo menos. Es la excusa dada por Disney para romperle el corazón a los distribuidores de medio mundo. Según explicó Robert Chapek, el CEO actual de la compañía, en la presentación de resultados, en aquellos países donde no haya Disney+ y los cines hayan reabierto, sí se ofrecerá en la pantalla grande (China, como salvavidas ahora). En el resto, se ofrecerá la película a cambio de 29,99 dólares (el precio de tres entradas más o menos, dando por hecho que se verá en familia). 

También en España, donde la Federación de Cines de España, que aglutina 2.500 salas, ha acusado a Disney de "engañar al público". Con tres de cada cuatro cines abiertos de nuevo, no entienden que la empresa exporte las circunstancias locales a todo el mundo. 

Pero no se trata de chauvinismo o proteger a sus compatriotas. Disney necesita hacer caja. Con ‘Mulan’ y a través de Disney+ ha encontrado la manera más rápida y segura de hacerlo. La plataforma ha sido la historia de un éxito desde su arranque en Estados Unidos a finales del año pasado. En España y gran parte de Europa aterrizó nada menos que en la tercera semana de marzo, con todo el país confinado en sus casas. Por una cosa o por otra, la plataforma supera ahora los 60,5 millones de suscriptores, casi el triple con los que terminó el año y antes de su salto europeo. 

De hecho, todavía debe completar el desembarco en el Viejo Continente. Chapek adelantó que en septiembre llegará el servicio a Portugal, Bélgica, Luxemburgo y los países nórdicos y a Latinoamérica en noviembre. Para cuando termine el año, puntualizó, habrá puesto las orejas del ratón Mickey en las pantallas de nueve de las diez economías más potentes. Y para 2021, más expansión y mejor oferta en tierra conquistada: finalmente, el CEO desveló que la plataforma donde se ofrecerá el inmenso catálogo de Fox (comprada por Disney en 2019 por más de 50.000 millones) fuera de Estados Unidos se llamará Star y vendrá el año próximo.

Esto último es una exigencia y casi una urgencia ante el único gran ‘pero’ que analistas y usuarios le ponen a Disney+: que es una plataforma para público por debajo de los 12 años, que solo ofrece dibujos animados, superhéroes y películas familiares. Bueno, no es una crítica: es una descripción de su catálogo. La nueva Star se supone que iría destinada a los adultos, en una operación que en Estados Unidos ya se ofrece en Hulu.

Pero eso es secundario en Disney en estos momentos. Por ahora, seguirán apuntalando su estrategia en torno a un Disney+ que, quizá en el segundo trimestre, ha empezado a dar alguna señal de agotamiento. El porcentaje de crecimiento de suscriptores se está frenando y un informe de Kantar Media ha dado a Amazon como el gran vencedor de nuevos usuarios en el trimestre del confinamiento: hasta un 23% del total de los nuevos pagadores se apuntaron a la oferta de Jeff Bezos mientras que a Disney se subieron el 13,3%. En el primer trimestre, Disney brilló con el 30% y Amazon cerró con el 14%. 

Así que toca innovar. Para el pasado 4 de julio Disney dio un golpe de efecto cuando emitieron la grabación del musical ‘Hamilton’ (todo un fenómeno de masas en el país) y han adelantado en varios meses la disponibilidad en su biblioteca de las últimas de Star Wars o ‘Frozen II’. Había que darle vida a un catálogo muy escaso que, además, se ha visto afectado por el parón de las producciones y rodajes debido al coronavirus. Las series prometidas del mundo de los Vengadores han quedado en el limbo y Disney ha preferido apostar todos los esfuerzos a su caballo ganador indiscutible: ‘The Mandalorian’ volverá en su segunda temporada en octubre. 

La serie, que se ha estrenado en las nominaciones de los Emmy con hasta 15 opciones de premio (incluyendo Mejor Drama) fue galardonada a finales de 2019 como la serie más solicitada en ese último mes del año, según los cálculos de Parrot Analytics. Llegados a agosto, lucha a menudo por el primer puesto con otros grandes títulos mediáticos como ‘Stranger Things’. Según esta misma consultora, y quitando su país de origen, los lugares donde la serie del cazador de recompensas y Baby Yoda es más popular (o vista) son Reino Unido, Australia, Canadá… y España.

Mulan (de nuevo sin comillas) tiene algo de Mandalorian también. Es la última baza de su especie y la de Disney, un puente entre el ocio antes del coronavirus y lo que sea que venga después. Para colmo, parece que Chapek (cuyo trabajo anterior antes de CEO era responsable de la división de parques; ahora hundida) entrega la capacidad de regeneración de las cuentas de la compañía para el final del año a la chica guerrera. Disney+ es lo único que funciona decentemente en el castillo central de la compañía y las expectativas creadas (y engordadas tras meses de retrasos) en torno a la película estandarte de 2020 hay que monetizarlas de alguna manera. A toda costa y antes de que el año termine, suene la medianoche y Cenicienta se convierta en calabaza.

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