Una dividida Fed decide sobre las tasas de EEUU y no se esperan cambios

Dos meses atrás afloraron los desacuerdos sobre la inflación en la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y cuando el martes y miércoles revise las tasas de interés la expectativa es de que por sexta vez las mantenga intactas.

Desde la reunión del Comité de Política Monetaria de la Fed (FOMC) hace siete semanas, la economía estadounidense parece estar más débil de lo que esperaba entonces la presidenta de la Fed, Janet Yellen, cuando dijo que la posibilidad de un aumento de tasas se había "fortalecido".

En índice de precios de los fabricantes se estancó en agosto y las ventas minoristas se enlentecieron ese mes tras una estabilización en julio. Las señales de inflación son mínimas.

La tasa directriz de Estados Unidos ha sido casi nula durante una década para estimular a la economía. Los "halcones" de la Fed creen que aumentarlas pronto evitará el recalentamiento de la economía, mientras que las "palomas" temen interrumpir la lenta recuperación de Estados Unidos.

"Quizás las palomas le están ganando a los halcones, pero los datos apoyan la idea de mantenerlas sin cambios", dijo Jared Bernstein, exasesor económico del vicepresidente Joe Biden.

Otras bancos centrales importantes también están luchando contra el débil crecimiento. También el martes y miércoles, el Banco de Japón se reunirá para revisar sus hasta ahora estériles estímulos económicos.

El Banco Central Europeo, que como el de Japón recurrió a tasas negativas de interés, mantuvo intacta su política monetaria este mes.

Al mantener las tasas entre 0,25% y 0,50%, la Fed podría enviar señales de que se aproxima un incremento en los próximos meses.

Pero al acercarse la nueva reunión del FOMC, sus miembros se mostraron públicamente divididos sobre lo que habría que hacer.

Una semana atrás el presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, dio a entender que Estados Unidos alcanzó el pleno empleo y que sería entonces aconsejable un "gradual endurecimiento" de la política monetaria.

Días después, la gobernadora de la Fed Lael Brainard dijo lo contrario. La "política monetaria debería inclinarse en favor de protegerse contra los riesgos de baja más que en aumentar las tasas por precaución", declaró la funcionaria; una de las palomas de la Fed.

El también gobernador de la Fed Daniel Tarullo auguró que las discusiones del FOMC serán "enérgicas" en tanto que el presidente de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, dijo que serán "serias."

El flujo de datos conocidos desde la reunión del FOMC hace siete semanas está a favor de las palomas.

"Los argumentos de quienes subirían las tasas, se basan en proyecciones que una y otra vez resultaron equivocadas", dijo Bernstein.

A pesar de la sostenida creación mensual de puestos de trabajo, la tasa de desocupación permanece en 4,9% desde hace tres meses lo cual sugiere que el pleno empleo no se ha alcanzado.

Las señales de la inflación no son convincentes. En julio la inflación subyacente, que excluye precios muy volátiles, para los gastos de consumo fue de 1,6% desde el mismo mes del año pasado. Esa tasa está muy debajo del 2% que la Fed tiene como meta de inflación.

Brainard dijo que esa tasa inflacionaria lleva 51 meses por debajo del objetivo de la Fed.

Este mes, será también difícil que Estados Unidos pueda actuar solo, según Joseph Gagnon del Peterson Institute for International.

"Mientras que Europa y Japón aflojan (su política monetaria) ellos no pueden endurecerla", dijo a la AFP. "Eso hace que la Fed no quiere endurecerla porque el resto del mundo no va a sostenernos", añadió.

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