
El atrofiado sector inmobiliario no sólo se enfrenta a una durísima caída de las ventas y de los precios, sino también a un significativo cambio tanto de compradores como del poder adquisitivo de éstos.
Y es que, frente a la democratización de la compra de vivienda que se vivió en los años de la burbuja vía concesión de hipotecas imposibles, ahora se ha dado la vuelta a la tortilla y las pocas operaciones que hay son, fundamentalmente, a tocateja.
Esta conclusión se obtiene de cruzar los datos que publica el INE (Instituto Nacional de Estadística) sobre hipotecas con sus propios informes sobre compraventa de viviendas. Y el resultado es que, actualmente, dos de cada tres casas se compran sin pedir ni un euro al banco.
En enero de este año, último con cifras oficiales, se realizaron 78.381 adquisiciones de vivienda, sin embargo, apenas se constituyeron 25.447 hipotecas, que representan un exiguo 32% de todas las compraventas.
Si se echa la vista doce meses atrás, se comprueba como el número de casas adquiridas con ayuda de financiación bancaria ha pasado de representar el 40% del total a apenas el citado 32%.MesNº comprasNº Hipotecas% hipotc/totalImporte hipotecaEne 1271.62329.16740,72107.217Feb 12672172641539,29104.868Marz 1258.53624.91842,56103.782Abr 1248.82421.49844,0399.662May 1260.00326.00743,34101.168Jun 1254.44724.32144,66107.507Jul 1257.33424.29142,3698.892Ago 1260.64321.10634,8103.592Sept 1255.93021.19537,89102.407Octb 1257.18219.10533,41100.665Nov 1257.24819.11533,38105.216Dic 1249.22917.57735,7101.460Ene 1378.38125.44732,46102.906
Razones del cambio
Hay dos motivos que ayudan a comprender este fenómeno: los problemas del sector financiero y la caída de precios del sector inmobiliario.
La sequía de crédito, el elevado desempleo y las rebajas salariales hacen que cada vez sea más complicado conseguir una hipoteca, ya sea porque el banco tiene cercenada su capacidad de concesión, o porque los potenciales compradores carecen de los recursos necesarios para acceder a este tipo de préstamo.
De hecho, incluso aquellos que consiguen una hipoteca ven como el importe concedido es muy inferior al que se otorgaba en plena burbuja. Por ejemplo, si en enero de 2007 el importe medio rondaba los 150.000 euros, ahora no llega a los 103.000 euros.
Este desplome de la financiación está en línea con la caída de los precios de la vivienda, otro motivo que está ayudando a que cada vez más compradores puedan realizar a este tipo de operaciones sin necesidad de pedir un crédito.
Este fenómeno se ve, sobre todo, en el segmento de segunda mano, según fuentes inmobiliarias, aunque insisten en que toda casa cuyo propietario asuma la realidad y esté dispuesto a ajustar el precio, encontrará comprador... y muy probablemente con capacidad de hacerlo a tocateja.
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