Fráncfort (Alemania), 8 nov.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo hoy que el plan de compra de bonos en el mercado secundario es un cortafuegos que permite disipar riesgos.
Draghi, en la conferencia de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno de la institución, señaló que ese plan no elimina los incentivos para acometer la disciplina fiscal y la estabilidad de los precios.
A preguntas de si países como España deberían solicitar ese plan, Draghi señaló que "es el Gobierno español quien tiene que decidir si pedirá ayuda" y que la entidad monetaria "está preparada para actuar" y comprar deuda soberana.
Draghi añadió que el nuevo programa de compra ilimitada de deuda soberana de países con dificultades de financiación está vinculado a estrictas condiciones.
"Depende enteramente de España y del Gobierno español tomar esta decisión, no corresponde al BCE", señaló.
Draghi recordó además que las condiciones para que se active el programa son conocidas, que son que el país solicite primero la intervención del fondo europeo de rescate y que se buscará un papel activo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Esa es una condición necesaria, si bien en sí no es una condición suficiente", recalcó.
El presidente del BCE también destacó que, desde el anuncio del plan de compra de deuda por parte de la entidad con sede en Fráncfort, se han registrado una serie de mejoras en los mercados, la principal la del regreso de flujos del resto del mundo, particularmente de los procedentes de EEUU.
Asimismo, recordó que las necesidades de financiación de países como España e Italia están prácticamente o plenamente cerradas para este año y las cifras de los que tienen sus bonos ha aumentado.
"Es algo que no hemos visto durante algún tiempo", recalcó.
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