Un tecnócrata en la Moncloa

Sin noticias del Mario Draghi español: la maraña política anula al 'mirlo blanco'

El regreso del expresidente del BCE a la primera línea con el encargo de formar gobierno en Italia, ha reabierto las quinielas sobre quién podría encabezar un ejecutivo tecnocrático en España

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
Sin noticias del Mario Draghi español: la maraña política anula al 'mirlo blanco'

Mario Draghi es una figura excepcional que surgió en un momento inédito como fue la crisis financiera y de deuda entre 2008 y 2014-la mayor a nivel internacional hasta el 'shock' provocado por el coronavirus en marzo pasado-. La premisa de partida es evidente. También que el bagaje político italiano desde la Segunda Guerra Mundial poco tiene que ver con el español. Nuestro vecino es uno de los pocos países europeos que ha estado azotado casi de forma constante por la inestabilidad de su Administración en los últimos cincuenta años, con 65 gobiernos distintos en ese periodo. Pero precisamente eso le ha convertido también en un experto a la hora de encontrar perfiles técnicos, con suficiente peso y aplomo para hacerse cargo de las riendas de la situación cuando han venido mal dadas.

Algo así parece prácticamente inviable en nuestro país, en el que los perfiles con reconocido prestigio y que conocen y son conocidos en Bruselas están "marcados" de algún modo por la política. Nuestro mirlo blanco, de haberlo, no podría echar a volar aún porque alguna vez estuvo dentro de la jaula. Que el presidente de la República, Sergio Mattarella, haya propuesto al que muchos consideran el "salvador del euro" para hacerse cargo de un gobierno tecnócrata en Italia supone un poderoso mensaje en tiempos de pandemia, pero las atribuciones con las que cuenta Mattarella en ese sentido -a la hora de poder designar un candidato de consenso- tampoco tienen traslación directa al caso español. 

En los ámbitos financiero y económico se habla de Luis De Guindos como un posible postulante a dirigir un ejecutivo técnico por su perfil independiente, más aún tras su salto al Banco Central Europeo como 'número dos', si bien esa posibilidad quedaría descartada por su reciente paso por el Gobierno de Mariano Rajoy. Como ministro de Economía tuvo que acometer un rescate bancario que ha tenido tantas luces como sombras y con un coste de 65.725 millones de euros del que el contribuyente sólo ha recuperado una pequeña parte. El problema es que como él, el resto de candidatos tampoco tendrían ahora mismo un potencial ni tan siquiera similar al de Mario Draghi y en eso la coincidencia entre las fuentes consultadas es casi total. 

No, al menos en un presente a corto plazo, pero sí de cara a un futuro a diez o quince años, podrían ajustarse a este perfil Nadia Calviño, actual vicepresidenta económica, que desde 2014 y durante cuatro años desempeñó el puesto de directora general de Presupuestos de la Comisión Europea y cuyo prestigio es reconocido en Bruselas; o Pablo Hernández de Cos, actual gobernador del Banco de España, del que también se ha venido poniendo en valor su aspecto técnico y el hecho de que se curtiese en los pasillos del BCE en Fráncfort, mezclándose poco con la política. Serían, sin embargo, opciones a futuro... no de presente.

El peso del carné de partido

"Los países no se cambian con Draghis aquí y ahí, sino con pactos de Estado, con consensos estables sobre la dirección que tiene que tomarse", apunta otra reputada economista a este diario, que advierte de que la debilidad de los apoyos con los que cuenta el Gobierno para sacar adelante sus reformas acabará dando lugar a más concesiones políticas. Italia es un país de tradición industrial donde se puede entender un movimiento de este tipo, en España no se admitiría un candidato que únicamente acumulase experiencia en el ámbito privado. Hay, seguramente, "muy buenos técnicos españoles en el ámbito de la banca de inversión" pero su perfil no es suficientemente potente como para dar un salto de ese tipo, añaden otras fuentes consultadas dentro del ámbito empresarial. 

En las quinielas para encabezar un Ejecutivo tecnócrata entraría también por sus sesgo económico y sus amplios conocimientos de los entresijos de la política comunitaria el socialista Joaquín Almunia, que desempeñó los cargos de comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios (2004-2010) y de vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia (2010-2014); así como el actual jefe de la diplomacia europea Josep Borrell, que en los gobiernos de Felipe González pasó por Economía y en Hacienda y por Fomento y Transportes. De nuevo, su perfil político y el peso del carné socialista dificultarían la posibilidad de formar un Gobierno más técnico en un momento de crisis severa. 

Es el mismo caso de Javier Solana, otro de los nombres que sale a relucir en esta terna socialista por su experiencia como Secretario General de la OTAN (1995-1999) y como Alto Representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea (1999-2009). Junto a estos nombres hay quienes citan los de los exsecretarios de Estado de Economía, José Manuel Campa (actual presidente de la Autoridad Bancaria Europea, EBA por sus siglas en inglés), mano derecha de Elena Salgado, y David Vegara, actual consejero ejecutivo y director de riesgos del Banco Sabadell y que fue 'número dos' del Ministerio en la época de Pedro Solbes

Financiero de vocación

Un ex BBVA -se llegó a hablar de él como posible sucesor de Francisco González-y que conoce como la palma de su mano Fráncfort es José Manuel González-Páramo, miembro del Consejo de Gobierno del BCE entre 2004 y 2012 y ex alto cargo del Banco de España, del que destacan también su perfil más técnico. La banca daría otro posible candidato en José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, que pasará a tener un papel meramente institucional en la nueva CaixaBank tras la fusión y cederá el poder de gestión al que será el primer ejecutivo, Gonzalo Gortázar. 

Ha sido su trabajo al frente de la entidad nacionalizada, que ha conseguido reflotar en lo económico y en lo reputacional tras su rescate hace diez años, el que ha terminado de consolidarle como una de las figuras mas destacadas del panorama financiero... Él que fue despedido por FG en 2009 cuando era CEO del BBVA y se atrevió a postularse para sucederlo. 

Dos pesos pesados del Ibex 

En el mundo empresarial se habla además de otros perfiles que ya aparecieron en las quinielas hace diez años, en pleno jaque de los mercados a España por la crisis de deuda soberana. Se habló entonces y vuelven a surgir ahora los nombres de Pablo Isla, presidente de Inditex, y el de Ignacio Galán, de Iberdrola. Isla fue director General de Patrimonio con sólo 32 años en el que ha sido su único acercamiento a la política -antes de pasar por el Popular y por Altadis-. Dos pesos pesados del Ibex 35 a los que se vería con buenos ojos como cabeza visible de un ejecutivo técnico, pero que parece difícil que pudieran dar el salto a la política. 

Es el caso de otro de los empresarios más reconocidos del panorama español, el presidente de Mercadona, Juan Roig, que como los dos anteriores podría encarnar esa figura de éxito en el sector privado que se incorpora durante unos años a la política. Es un modelo muy propio del mundo anglosajón que las fuentes consultadas ven poco exportable al nuestro.

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