Ébola. La onu cifra en más de 260 millones de euros el impacto del brote en liberia, sierra leona y guinea


El actual brote del ébola se traduce en un déficit de 328 millones de dólares (más de 262 millones de euros) para que los gobiernos de los tres países más afectados (Liberia, Sierra Leona y Guinea) funcionen a niveles similares a los anteriores a la crisis, según un estudio del impacto socioeconómico de esta emergencia elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El estudio indica que este coste se debe a los elevados gastos utilizados en la respuesta a la crisis del ébola y las restricciones fiscales resultantes de la desaceleración de las actividades económicas, como el turismo, la minería y el comercio.
Además, señala que estos tres países han aumentado el gasto público en un 30% y están viendo incrementado el déficit fiscal debido a esta emergencia y que, en apenas seis meses, el brote del ébola ha producido una grave disminución de los ingresos familiares: del 35% en Liberia, el 30% en Sierra Leona y el 13% en Guinea.
El PNUD indica que, desde el inicio de la crisis, Liberia se ha visto obligada a abandonar obras de desarrollo de la infraestructura por valor de unos 20 millones de dólares (16 millones de euros) y Sierra Leona por 16 millones de dólares (12,8 millones de euros), en tanto que Guinea ajustó recientemente su presupuesto para que reflejara la nueva realidad.
Debido a estas restricciones financieras, los tres países se han volcado al endeudamiento interno y externo y ya han aceptado planes de financiación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
MÁS DEPENDIENTES DE LA AYUDA EXTERIOR
El informe del PNUD recalca que el brote del ébola en África occidental debilita la capacidad de los gobiernos para recaudar ingresos, aumentando la carga de su deuda interna y externa, y podría hacerlos más dependientes de la ayuda exterior.
“Debemos velar por que el brote del ébola no lleve a un colapso socioeconómico”, dijo Abdoulaye Mar Dieye, director de la Dirección Regional de África del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Dieye agregó que esta crisis “ya está afectando gravemente a los presupuestos y reduciendo el margen de políticas de los gobiernos para realizar inversiones muy necesarias en esferas críticas, como la salud y la educación de sus ciudadanos”, y que sus repercusiones se sentirán “mucho tiempo después de que se haya frenado la epidemia”.
“Estos países dependían en gran medida de la ayuda, pero estaban empezando a tener tasas positivas de crecimiento económico y oportunidades empresariales, diversificación económica y movilización de recursos internos”, señaló Dieye, quien agregó: “Debemos evitar una situación en que estos países aumenten su dependencia de fuentes de financiación externas”.
De hecho, Guinea, Liberia y Sierra Leona tuvieron tasas de crecimiento alentadoras en la última década (2,8%, 10% y 8%, respectivamente), sostenidas por la minería, la silvicultura, la agricultura y los servicios, y estaban comenzando a capitalizar ese crecimiento y aumentar sus inversiones en servicios sociales básicos y redes de protección.
CIERRE DE BARES Y RESTAURANTES
Ahora, debido al ébola, las industrias extractivas y el comercio de bienes y servicios han comenzado a frenarse. Por ejemplo, en Liberia la mitad de las concesiones mineras y agrícolas han reducido sus actividades y las exportaciones de frutas y hortalizas del noreste de Guinea a países vecinos se han reducido en un 90%.
El PNUD subraya que la industria de servicios también se ha visto afectada. Así, una de las repercusiones más visibles del brote en Freetown (Sierra Leona) fue el cierre de casi todos los bares, restaurantes y clubes nocturnos. Lo que llevó a la principal empresa cervecera del país a reducir sus operaciones, con la consiguiente pérdida de 24.000 empleos en la cadena de producción y distribución, cifra que podría ser una pequeña parte de la creciente pérdida de puestos de trabajo que generará la crisis.

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