Ecologistas en acción celebra que nuclenor se plantee paralizar las inspecciones de garoña


Ecologistas en Acción juzgó este miércoles como “nuevo paso hacia el cierre definitivo” de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) el hecho de que Nuclenor, participada al 50% por Iberdrola y Endesa y propietaria de la instalación, se plantee paralizar las operaciones ordenadas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) por “el elevado coste de las inspecciones y la incertidumbre política”.
La central de Garoña se encuentra paralizada desde el 16 de diciembre de 2012 y se encuentra en situación administrativa de cese de actividad desde el 6 de julio de 2013.
Ecologistas en Acción calificó de “excelente noticia para la ciudadanía y el medio ambiente” que Nuclenor pueda haber decidido paralizar el programa de inspecciones de la central de Garoña, el cual incluía las revisiones de las penetraciones de la parte inferior de la vasija de la central y la búsqueda de defectos en el acero, similares a los hallados en las centrales belgas de Doel y Thianje.
El CSN dictaminó que se inspeccionaran todas las vías por las que penetran las barras de control, que son los verdaderos frenos de la central, dada la enorme importancia de estas piezas. “Es clave saber si el acero de la vasija de Garoña sufrió los mismos problemas de fabricación que el de las centrales belgas, pues fue forjado por la misma empresa. Las dos centrales belgas están paradas cautelarmente hasta que se entienda el crecimiento de los miles de defectos y fisuras que han aparecido en sus vasijas”, apuntó Ecologistas en Acción.
La ONG recalcó que el aquete de inspecciones requiere el alquiler de aparatos especiales y la participación de equipos de expertos procedentes de Bélgica y Estados Unidos, y que algunas estimaciones cifran en cerca de 10 millones de euros el coste total de la inspección.
Además, la realización de las inspecciones no garantiza el voto favorable del CSN, puesto que éstas podrían dar resultados negativos y Garoña podría enfrentarse a un cierre cautelar. Si el informe fuera positivo, los gastos requeridos para realizar las reparaciones alcanzarían los 150 millones de euros.
“INCERTIDUMBRE POLÍTICA”
Además de los costes de estas operaciones, Ecologistas en Acción aludió a “la enorme incertidumbre política a la que se enfrenta Nuclenor con las próximas elecciones generales en el horizonte”. “El PP y UPyD son los únicos partidos del espectro político que no se han opuesto al cierre de Garoña. Un posible cambio de Gobierno supondría el cierre definitivo de la central y haber tirado a la basura los gastos en las inspecciones y las dosis radiactivas sufridas por los trabajadores que las realizan”, añadió.
Ecologistas en Acción criticó que el Gobierno de Mariano Rajoy haya apostado “de forma decidida” por la continuidad de Garoña ofreciendo “todas las facilidades legales posibles” a Nuclenor. “En la actualidad, se da la paradójica situación de que el CSN está trabajando a la vez en el cese de explotación definitivo y en el programa de inspecciones con vistas a la reapertura”, añadió.
Apuntó que, por su parte, Nuclenor solicitó 17 años de vida para la central, lo que abría la puerta de que el periodo de funcionamiento de las centrales nucleares españolas fuera de 60 años.
“Garoña habría sentado precedente y la industria nuclear española se habría garantizado un periodo de explotación de 60 años para todas las centrales. La paralización de las inspecciones de Garoña, supone, pues, una excelente noticia para el medio ambiente y para los ciudadanos y nos acerca un paso más hacia el cierre definitivo de la central, que ya debería haberse producido”, concluyó.

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