Economía asume el golpe del IPC en sus previsiones: "No están fijas en piedra"

El Gobierno prefiere no pronunciarse abiertamente todavía sobre la caducidad de su previsión de crecimiento del 6,5% para este año, pero ya empieza a deslizar mensajes que invitan a pensar que cada vez observan ese escenario como más probable. Con la publicación del dato de avance del IPC de octubre, que ha elevado hasta 5,5% la tasa de inflación de la economía española - la más alta en tres décadas -, aún humeando, el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, no ha tenido más remedio que asumir que "el mapa de riesgos sobre la economía española ha evolucionado" respecto a hace unas semanas, cuando aún se sustentaba el relato gubernamental de que se trataba de un fenómeno coyuntural que tendería a remitir, y que la evolución a futuro de la economía española dependerá de la persistencia de esa espiral inflacionista, un factor sobre el que ha admitido que a día de hoy hay mucha incertidumbre.

Preguntado de forma explícita sobre si este nuevo marco va a llevar al Gobierno a ajustar su previsión de crecimiento del 6,5% para este año y del 7% para 2022, como ya han hecho de forma dramática institutos de análisis privados y como pretende hacer también el Banco de España, el número dos del Ministerio de Asuntos Económicos ha evitado pronunciarse sobre esa posibilidad y se ha limitado a decir que Economía incorporará este nuevo marco, más incierto, "tanto a nuestras previsiones como a nuestra política económica" y a recordar eso sí que las previsiones económicas, también las del Gobierno, "no están fijadas en piedra" y, por tanto, están expuestas a cambios.

El secretario de Estado de Economía, no obstante, ha intentado sacar del foco las eventuales alteraciones que pueda haber a medio plazo en la previsión oficial de crecimiento y ha subrayado que pese a la inflación los datos de empleo de la EPA continúan subrayando que España se mueve en un contexto de fuerte recuperación económica, que Economía también aprecia en los indicadores internos de actividad diaria que maneja y que según Nadia Calviño apuntan a que España recuperará antes de final de año los niveles de actividad diaria anteriores a la pandemia. También ha destacado los positivos datos de evolución de los ingresos, que están creciendo a doble dígito - en torno a un 13% - según los datos proporcionados el miércoles por el director de la Agencia Tributaria, que certifican, según el secretario de Estado, que el Reino de España va a cumplir "con toda seguridad", su objetivo de rebajar este año al 8,4% el histórico nivel de déficit público alcanzado el año pasado.

Por otra parte, y respecto a la reforma laboral, el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa ha asegurado que es "el momento de acometerla" tras suavizarse las tensiones entre el Ministerio de Economía y el de Trabajo a raíz de las negociaciones al respecto. "Estamos en la fase decisiva, se va a llegar a una acuerdo y va a rubricarse antes de que acabe el año. No hay ningún cambio en el calendario". De la Encuesta de la Población Activa (EPA), con más de 20 millones de ocupados al cierre de septiembre, ha asegurado que dichos datos muestran una recuperación del nivel de empleo efectivo "que no tiene precedentes". 

Los datos registran una bajada del paro de 127.100 personas en el tercer trimestre del año, un 3,6% menos que en el trimestre anterior, su mayor descenso en un tercer trimestre desde el año 2018. Por su parte, la ocupación superó por primera vez desde el cuarto trimestre de 2008 la cifra de 20 millones de trabajadores tras crearse en los meses de verano 359.300 empleos, un 1,8% más que en el trimestre anterior. En concreto, septiembre cerró con 20.031.000 ocupados, según el INE.

"Ha sido un trimestre mejor de lo que fija la estacionalidad en un trimestre normal", ha explicado el secretario de Estado. García Andrés ha incidido en el buen comportamiento del mercado de trabajo y su restablecimiento "en tan corto periodo de tiempo", lo que refleja "la eficacia de la respuesta que se ha dado a la crisis", con medidas como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y el apoyo a la renta de los hogares y las empresas.