Alerta en el mercado laboral: el frenazo económico cuesta más de 72.000 empleos

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Se acabaron las 'vacas gordas'. Pese a que los analistas no se arriesgan a ponerle fecha a la próxima crisis, la mayoría coinciden en que está próxima. La magnitud que alcanzará, por ahora, también es un misterio. Pero lo que es evidente es que la incertidumbre es el peor compañero de viaje para los agentes económicos, que necesitan estabilidad para tomar decisiones, sobre todo en materia de contratación –no hay más que recordar el drama del paro en la última recesión–. Por eso no sorprende que precisamente donde más se palpa ya el frenazo de la economía es en el mercado laboral. Tanto es así que el debilitamiento de las afiliaciones a la Seguridad Social durante el verano ha hecho saltar por los aires todas las previsiones, hasta el punto de restar más de 70.000 empleos en el horizonte de proyección 2019-2020 en cuestión de apenas tres meses.

Es la conclusión que se extrae de una lectura más reposada de las previsiones del Banco de España, que vienen a confirmar, como ya ha adelantado la ministra de Economía, Nadia Calviño, que se avecina un otoño difícil. Un otoño en el que se van a repetir las elecciones generales por la incapacidad de los políticos para formar Gobierno. Y en el que se va a hablar mucho de economía, y de empleo. En clave interna los partidos ya tienen preparados sus discursos y si hay algo en lo que van a coincidir es en lanzar un mensaje realista... pero no catastrofista: la economía se frena, pero estamos a tiempo de amortiguar la caída. 

¿Qué dicen los expertos? En sus proyecciones de septiembre el supervisor bancario es tajante: ahora es menos optimista de lo que era en junio porque el verano, periodo clave para la actividad económica por el peso del sector turístico, evolucionó peor de lo esperado. El desbarajuste no es baladí y prueba de ello es que los técnicos se han visto obligados a rebajar en cuatro décimas sus previsiones de crecimiento del PIB este año, hasta el 2%, y en dos décimas para 2020, al 1,7%. En ambos casos, por debajo del cuadro macro que maneja en estos momentos el Gobierno en funciones y que podría retocar en los próximos días.

Lógicamente, esto va a tener un impacto directo en el mercado laboral y, por ende, en el bolsillo de los ciudadanos. ¿Hasta qué punto va a afectar? Si antes del verano el BdE veía el empleo creciendo al 2% este año, ahora rebaja las expectativas y apuesta por un 1,8%. Estas dos décimas menos implican, en la práctica, que se van a dejar de crear 36.000 empleos con los que sí se contaba hace solo tres meses. Para 2020 el supervisor dibujaba antes una tasa anual del 1,5% que ahora deja en el 1,3%, lo que supone unos 36.600 empleos menos. En consecuencia, el parón económico va a costar a España más de 72.600 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo entre este año y el próximo.

Es una cantidad importante de empleo. Hay que tener en cuenta que la referencia del empleo equivalente a tiempo completo supone el cociente entre las horas totales trabajadas y la jornada laboral media a tiempo completo. Es decir, si se destruyese un puesto a tiempo completo y se creasen dos a tiempo parcial, cada uno con la mitad de horas, esta variable no cambiaría. Es, por eso, uno de los indicadores más precisos a la hora de lanzar previsiones sobre el mercado laboral y se emplea tanto por el Gobierno como por el BdE en términos de Contabilidad Nacional.

Así, esta variable permite comparar el cuadro macro del BdE con el emitido por el Gobierno español a las autoridades europeas el pasado mes de abril. Y la diferencia es abismal. El Ejecutivo plantea un escenario mucho más optimista y apuesta por la creación de 378.000 empleos en el conjunto de este año, frente a los 324.000 que calcula el supervisor. Además, las cuentas de Calviño suman en 2020 otros 330.800 puestos de trabajo, por 238.212 que proyecta el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos. El resultado: el Gobierno cree que en estos dos años se van a crear 146.000 empleos más de los que estima el Banco central.

El mercado laboral no está preparado

Y otra conclusión: se acabaron los años en los que España creaba más de medio millón de empleos. Un agotamiento que llega cuando todavía faltan por recuperar más de un millón de los puestos de trabajo equivalente a tiempo completo que destruyó la crisis. Según los datos del INE, en estos momentos hay 18,4 millones, lo que supone 2,7 millones sobre el suelo de 2014 (15,7 millones), pero 1,3 millones por debajo del techo alcanzado en tiempos de bonanza (19,7 millones en 2007). Hablando en plata: el mercado laboral encara la amenaza de una nueva recesión cuando no ha terminado de cerrar las heridas de la anterior.

A esto hay que añadir la otra cara del mercado de trabajo: el desempleo. El enfriamiento es tal que España ha sido incapaz de reducir de forma significativa el paro en verano por primera vez en un lustro. Un panorama que ha llevado al BdE a empeorar su pronóstico: se espera que la tasa de paro no baje del 14% en 2019 y que todavía arroje un 13,2% a finales del año que viene (ocho décimas más que en la anterior estimación) y un 12,8% a cierre de 2021 (un punto más). Hay que recordar que cuando empezó la crisis en España había una tasa de paro del 11%. Por tanto, una recesión ahora pillaría al mercado laboral con una proporción de desempleo excesiva para capear una oleada de despidos.

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Preocupación de los inversores internacionales

Las perspectivas no son nada halagüeñas. En consonancia con el BdE, el último estudio de la empresa de recursos humanos Manpower refleja un importante estancamiento en las intenciones de contratación de los directivos españoles en el último trimestre del año. La patronal CEOE se ha cansado de repetir que los empresarios necesitan estabilidad para tomar decisiones. La ausencia de Gobierno, más allá del bloqueo político, está provocando un parón importante en el desarrollo de las reformas económicas que necesita el país. "Hay que aprovechar mientras el sol todavía brilla para arreglar el tejado", advirtió el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, durante la presentación de las proyecciones macroeconómicas esta semana.

En paralelo, en Estados Unidos, el presidente del Gobierno en funciones concedía una entrevista a Bloomberg. En dos preguntas clave, el  periodista John Micklethwait planteaba a Pedro Sánchez las grandes preocupaciones de los inversores internacionales cuando miran a España: el frenazo económico y el mercado laboral. El jefe del Ejecutivo resumió su agenda de reformas para los próximos cuatro años, centrada en tres ejes –transición ecológica, educación y digitalización– y apostó por el diálogo social entre la patronal y los sindicatos para desarrollar el Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI.

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