Por la tercera ola de la Covid

La economía se vuelve a atascar y pierde un 0,5% en el primer trimestre de 2021

El fuerte impacto de la tercera ola sobre las grandes economías europeas, nuestros principales clientes, y la falta de vigor de la actividad doméstica confirman los pronósticos y lastran la recuperación.

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, charla con Pedro Sánchez.
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, charla con Pedro Sánchez.
EP

La economía española vuelve a caer. El dato de avance del PIB sobre el primer trimestre del año avanzado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística revela un retroceso del 0,5% de la actividad económica entre enero y marzo como consecuencia del golpe de la tercera ola del virus sobre las principales economías europeas y la falta de vigor de la recuperación española, aún sin la inyección extra de recursos que se espera de los fondos europeos. Los datos recabados hasta la fecha por el instituto estadístico, aún incompletos como el INE se encarga de subrayar trimestre tras trimestre, relevan de hecho que el lastre sobre la economía es aún mayor a causa de la demanda interna (-2,6%) que por la demanda externa (-1,6%).

Con todo, el dato es menos negativo de lo que venían avanzando los institutos de análisis, que apuntaban a una recaída algo mayor, de entre el -1% y el -1,6%. Esta desviación positiva respecto al consenso de los analistas puede tener que ver con que la información sobre comercio exterior es la última que se incorpora al análisis del comportamiento del PIB y si algo ha frenado el desempeño de la economía española en el primer trimestre ha sido la situación de bloqueo que han sufrido las principales economías de Europa, singularmente Alemania, por las medidas de contención aprobadas por sus gobiernos para contener el fuerte embate de la tercera ola del virus en sus países, que ha sido mucho más potente que en España.

La recaída de la economía española en el primer trimestre del año ha arruinado no obstante las optimistas previsiones para 2021 que había dibujado el Gobierno cuando diseñó su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para este año. De hecho, la revisión del cuadro macroeconómico gubernamental presentada hace poco menos de un mes, y que rebajó la expectativa de crecimiento del PIB desde el 9,8% inicial al 6,5%, ya descontaba un retroceso de la economía en el primer trimestre, que se corregiría ya en el segundo trimestre y que precedería al despegue de la actividad económica a partir del verano a lomos de la reactivación de la campaña turística y de la ejecución de los fondos europeos. Veremos.

Una reactivación aún 'a tiempo parcial'

El comportamiento del mercado de trabajo ofrece un buen termómetro de la naturaleza aún incompleta de la recuperación económica. Los puestos de trabajo equivalentes a una jornada a tiempo completo, que es la fórmula en la que se mide el empleo en la Contabilidad Nacional, aumentaron un 1,4% en el primer trimestre, lo que fue compatible con una reducción del 2% del número de horas trabajadas respecto al trimestre anterior. La explicación a esta aparente paradoja se encuentra en que la jornada media a tiempo completo se redujo un 3,4% respecto al cuarto trimestre de 2020. El fenómeno puede tener que ver con la operativa de los ERTE y la reincorporación de trabajadores a sus empresas, aunque su actividad aún no esté recuperada al 100%.

La Encuesta de Población Activa difundida este jueves ya avanzaba la preocupante foto del PIB de primer trimestre. La destrucción de 137.500 empleos entre enero y marzo auguraba un mal dato de PIB como así se ha confirmado. Hay que recordar que la economía española continúa transitando con un 16% de la población que desea trabajar sin poder hacerlo.

La información difundida por el INE este viernes muestra una economía que aún no ha recuperado la confianza. El gasto en consumo cayó un 0,6% respecto al trimestre anterior, pero el dato está 'dopado' por el incremento del consumo de las Administraciones Públicas ya que tanto el consumo de los hogares (-1%) como el de las instituciones privadas (-2,1%) siguieron mostrando señales de desconfianza. La inversión mostró un perfil todavía más negativo, con una caída general del 2,2% que fue particularmente profunda en uno de los segmentos que siempre ha tirado más de la economía española en sus recuperaciones económicas: la inversión de vivienda, que entre enero y marzo se desplomó un 5,5%.

España encadena así su quinto trimestre sin crecimiento en términos interanuales. La pauta, eso sí, se ha suavizado desde la caída interanual del 8,9% en que cerró el año a la caída del 4,3% que se perfila para el primer trimestre del año, pero muestra la profundidad de un 'shock' económico que en principio se percibió como transitorio pero que va camino del año y medio y que solo se ha visto compensado en parte por el fuerte incremento del 3,8% experimentado por el consumo público.

La perspectiva sectorial muestra que hay sectores que ya han recuperado el pulso como la industria o las actividades financieras, además del sector primario que en realidad nunca ha dejado de crecer en toda la crisis. En la parte negativa destaca el desempeño del comercio, transporte y hostelería que entre enero y marzo tuvo un 12,3% menos de actividad que hace un año, pese al confinamiento duro de las dos últimas semanas de marzo; la construcción, cuya actividad respecto a hace ahora un año retrocede más de un 10%; o casi todo el sector de los servicios.

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