El hombre que predijo la crisis alerta: el año que viene, otra recesión y paro del 27%

  • El economista Juan Ignacio Crespo advierte: "A este ritmo, lo que queda del fondo de la Seguridad Social da para año y medio". 
Juan Ignacio Crespo, ante la portada de su libro '¿Por qué en 2017 volveremos a entrar en recesión?'
Juan Ignacio Crespo, ante la portada de su libro '¿Por qué en 2017 volveremos a entrar en recesión?'

Juan Ignacio Crespo (Madrid, 1950) fue el único economista que predijo la crisis de 2008. En realidad, él es un matemático que cree a pies juntillas en una máxima: “Todo está en los gráficos. Lo que no se puede predecir, no se puede explicar”.

Ha sido asesor en el Tesoro, Telefónica, Caja Duero o Thomson Reuters, y una de las voces más autorizadas para medir el pulso a los movimientos económicos globales. Ahora, con nuevo libro, ¿Por qué en 2017 volveremos a entrar en recesión? (Deusto, 2016) enciende de nuevo las alertas que, hace años, fueron ignoradas.

Aún estamos saliendo de una crisis, ¡y usted ya predice otra! ¿No podremos nunca estar tranquilos?

Lo cierto es que de la crisis no hemos salido todavía, eso es un período más largo. De momento, de lo que sí hemos salido es de dos recesiones.

La regla crisis- crecimiento parece alterada, ¿es algo puntual o tenemos que acostumbrarnos a vivir con incertidumbre?

Es algo transitorio. Normalmente, si se analizan los ciclos económicos y de Bolsa, se ven tandas de 18 años, en los que se da un crecimiento sostenido y con relativa facilidad, combinado con ciertos retrocesos de poca intensidad. Y luego se entra en un nuevo periodo de 18 años en que todo parece complicarse, con varias recesiones y más profundas.

Pero el Gobierno dice que la economía va bien... ¿A quién creemos?

A fecha de hoy, tienen razón. Estamos creciendo fuerte. Pero, por otro lado, los gobiernos nunca van a reconocer que viene una recesión porque si no, la empeorarán.

¿Cómo afecta a la economía que llevemos siete meses sin gobierno?

A corto plazo no ha habido gran diferencia. Tan solo en inversiones extranjeras. Se notó sobre todo en el periodo en que se creía que Podemos podría formar gobierno. Pero, finalmente, se ha visto que sus posibilidades son reducidas.

¿Cómo impactaría un gobierno de Pablo Iglesias?

No es solo que Podemos pudiese llegar al Gobierno, sino que llega alguien que no tiene experiencia y no sabes lo que va a hacer. Considero que harían lo mismo que Miterrand, una política expansiva que al poco tiempo habría que cancelar.

Bruselas manda.

Exacto. Al día siguiente del debate a cuatro me entrevistaron y me preguntaron qué me había parecido. Dije que 'el misterio de la Santísima Trinidad', cuatro personas distintas y un solo programa de gobierno, que es el de Bruselas. Está el experimento de Miterrand, pero también el de Syriza. Y ese sólo duró seis meses.Todos sabemos lo que hay que hacer, lo que no sabemos cómo ganar las elecciones si lo hacemos.

¿El Gobierno de Rajoy enfrentó bien la anterior crisis o se debería haber hecho otra política?

Creo que la política correcta siempre es la que hacen nuestros socios comerciales. Siempre pongo el ejemplo de Miterrand. Cuando llegó al poder, inició una etapa de mucho gasto público, expansiva, que hizo que Francia empezase a crecer muy fuerte. Pero el resto de países estaba en recesión.

¿Qué ocurre? Que cuando tú creces mucho, tu demanda es muy importante, importas mucho y todos te venden, pero no te compran. La balanza comercial se desequilibra. La consecuencia: Francia tuvo que devaluar tres veces el franco y al cabo de tres años girar 180 grados su política. Por eso, hay que hacer la política que hacen nuestros socios más importantes, y esos están en la UE. Y en la UE se impuso la política de austeridad, con lo cual, España no tenía más remedio que hacer eso. No solo por razones de control de déficit público, sino porque una política expansiva sería inviable

¿Cómo valora entonces las recetas de otros partidos, como Podemos?

La respuesta es la misma. Todo lo que sea ir en la dirección contraria a nuestros socios comerciales es inconveniente y quien hace esas propuestas las hace desde la oposición. Quienes gobiernan ahora ya proponían cosas en la misma dirección de PSOE y Podemos, pero cuando llegaron al gobierno... eso es otra cosa.

¿Qué medidas inmediatas debería tomar el futuro Gobierno para minimizar la futura recesión?

No me gusta decir medidas concretas porque eso le corresponde a los políticos y la impopularidad va en su cargo. Para qué voy a proponer medidas impopulares a cambio de nada, a ellos les va en el sueldo. Las recetas, que son las que pide Bruselas, son muy desagradables. Pero a ver qué gobierno es capaz de abordar eso. Como decía Juncker en 2008, todos sabemos lo que hay que hacer pero no sabemos cómo ganar las elecciones si lo hacemos.

Habla de la desaceleración de la economía china como causa principal y apunta a Singapur, ¿Cómo nos afecta?

Singapur no nos afecta, pero es una muestra de lo que le ocurre al comercio mundial y como Singapur da los datos mucho antes que los demás, es como si fuera una pequeña muestra de lo que va a suceder.

En el caso español, los indicios que me hacen pensar en esa crisis es la necesidad de controlar el gasto público. Imagínese que el Gobierno ejecutase el plan de recorte de 10.000 millones. Eso es 1 punto del PIB y por tanto creceríamos un 1,5 %, pero si a eso le añadimos el impacto negativo del turismo en la actividad económica, sobre todo del británico por el Brexit, esto supone un 0'2-0'3%, con lo cual pasaríamos de un crecimiento del 1,2 o 1,3 por ciento, la mitad de lo que ahora se estima.

Para la economía global, existen dos indicios: la caída de los beneficios empresariales en EEUU, con cinco trimestres de caídas consecutivas. Y siempre que en EEUU ha ocurrido esto, salvo en una ocasión, ha acabado en recesión. Y la única que no terminó en recesión fue el crack del 87.La nueva recesión no será tan dura, pero nos coge ya muy debilitados

La otra señal es el precio de las materias primas, que lleva cinco años y medio cayendo y eso refleja que la economía mundial es muy débil. La demanda china es muy floja, y eso se nota en el precio de las materias primas, con un precio más bajo. Y, en consecuencia, las mineras y petroleras no invierten, los pozos e instalaciones han ido cerrando porque el precio actual no es rentable, y eso contribuye a la desaceleración. La economía mundial está muy débil y se auguran menores inversiones empresariales.

¿Cómo será esa nueva crisis y qué impacto tendrá en nuestro país?

En el caso de España, no debería ser ya tan dura, sobre todo porque no tenemos ya una burbuja inmobiliaria que pinchar. En 2008, el Estado tenía unos ingresos por impuestos muy saneados por esta vía, y todo se derrumbó, pero ahora mismo no hay ningún sector especialmente especulativo, con lo cual eso es una ventaja. El inconveniente es que nos coge ya muy debilitados. No es lo mismo que una recesión llegue con las tasas de paro de 2008, que con las actuales.

Habla de hasta seis puntos más de desempleo... ¿Estamos preparados?

No, no lo estamos. Sería llegar al nivel máximo de desempleo. Cuando Zapatero se va, el paro estaba en 24 por ciento y luego en esta legislatura subió al 27. El nivel de paro está muy elevado. Y hay otro elemento muy importante y negativo, que es que antes de la crisis teníamos el fondo de reserva de la Seguridad Social sin utilizar y ahora, a este ritmo, lo que queda da para año y medio.

En su libro habla de la banca en la sombra... ¿qué es y cómo afecta?

La banca en la sombra es todo lo que no pasa por el balance de un banco. Si vamos a un banco y abrimos un depósito, eso es banca convencional. Y si nos dan un préstamo, también. Pero si vamos a un banco y abrimos un fondo de inversión, el balance está separado. Eso es banca en la sombra. Lo que pasa es que tenemos que distinguir entre las cosas peligrosas y las que no lo son. Un fondo en Europa no se considera peligroso, pero en EEUU un poco más porque allí tienen como sagrado que una participación en un fondo monetario no baje de un dólar, como ocurrió con Lehman Brothers. Hay otro tipo más sofisticado, que son los vehículos de inversión especial, que son los que acabaron provocando la quiebra de toda la banca americana.

¿Se agravará aún más la desigualdad?

Económicamente, el aumento de la desigualdad es más una consecuencia de la crisis que no una causa. Por tanto mientas siga habiendo crisis y si nos metemos con una nueva recesión, la habrá. Las desigualdades preocupantes son las de renta, no las de patrimonio, y muchas veces esto se confunde. Es decir, el problema no es el contraste entre quien tiene una casa o 200, sino entre quien tiene casa y no la tiene.

Esa desigualdad existe con gobiernos liberales, pero también socialdemócratas...

Da igual el gobierno. Pero a partir de 2018 vendrá un periodo de crecimiento sostenido.Tras la recesión, vendrá un crecimiento sostenido hasta 2035

¿Y cómo será ese crecimiento?

Será un crecimiento sostenido hasta 2035, con altibajos, lo que pasa que los bajos serán menos pronunciados. El crecimiento será fuerte. Tenemos un exceso de capitales que no saben en qué ocuparse ni en qué invertir y que empezarán a ponerse en juego en cuanto la banca esté bien recapitalizada y empiecen a aparecer oportunidades de inversión, que eso es algo que en periodos de crecimiento sucede casi inmediatamente. Y aparte están las nuevas tecnologías con todos los saltos de productividad. Lo que ocurre es que eso también conllevará pérdidas de puestos de trabajo. Tenemos un ejemplo ya muy evidente: los coches sin conductor...

¿Ese crecimiento irá ligado a unas mejores condiciones de empleo, o seguiremos en la precariedad?

La situación laboral viene determinada por la prosperidad económica. Habrá determinados sectores en los que los directivos se encontrarán con que no hay gente cualificada y entonces tendrán que empezar a subir los sueldos, como los programadores, la inteligencia artificial... Ahí empezará a faltar gente y sobre todo gente joven, que tendrá que reciclarse.

¿Se correrá el riesgo entonces de una burbuja tecnológica?

No, porque lo que entendemos por burbuja es que los precios se disparen y de momento ese peligro no existe. Si es en el sentido de que la tecnología tenga un papel cada vez más importante en la economía, es que hacia eso vamos. Las máquinas ya están aquí.

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