George Soros, el 'lobo' de Wall Street ha olido sangre

  • El magnate, especulador y filántropo estadounidense de origen húngaro, vuelve a salir de caza para 'sacar tajada' ante las turbulencias que vive la economía mundial.

    El hombre que hundió la libra esterlina el 'miércoles negro' de septiembre de 1992 advierte ahora de las consecuencias del 'Brexit' y augura un nuevo 'crash' económico.

George Soros
George Soros
Iñaki Etxarri

Su apoyo al movimiento Solidaridad, en Polonia, y Carta 77 en la República Checa fue vital para que ambos países se liberaran del yugo soviético. Puso de rodillas al Banco de Inglaterra en 1992 con su ataque a la libra esterlina, con el que logró un beneficio de 1.000 millones de dólares. Maniobró para alimentar la crisis financiera que azotó en 1997 a los países asiáticos. Fue uno de los mayores donantes privados en la campaña que llevó a Barack Obama a la Casa Blanca. Ahora está empeñado en hacer lo mismo con Hillary Clinton. Mientras tanto, se entretiene en seguir ganando dinero y augurar un nuevo hundimiento de la economía mundial.

Su nombre es sinónimo de poder. George Soros, nacido como Schwartz György, (Budapest, Hungría, 12-8-1930), magnate, multimillonario, especulador financiero y filántropo estadounidense de origen húngaro. Presidente del Soros Fund Management y fundador de Quantum Fund. Uno de los hombres más ricos del planeta, Bloomberg estima que su fortuna personal es de 24.700 millones de euros, y, sin duda, uno de los más poderosos. Y además ejerce de ello y le gusta que se note.

Un tipo, en fin, 'jodidamente' rico, que se da ínfulas de Robin Hood justiciero preocupado por los más desfavorecidos, lo que, por ejemplo, le ha llevado a donar, entre 1977 y 2011, más de 8000 millones de dólares a “causas relacionadas con la educación, la salud pública y los derechos humanos”.

La contradicción en sí misma, el exceso hecho especulador con unas gotas de lo que los norteamericanos llaman liberal y los europeos socialdemócrata. Respetado y odiado a la vez, principalmente por el temor que suscita. Todos saben que si se lo propone puede hacer caer un gobierno, desestabilizar un país o, directamente, hundir una moneda. Y si no que se lo digan a John Major, que vio como la Gran Bretaña de la que era primer ministro perdió 3.400 millones de libras por el ataque de Soros a la libra esterlina el 12 septiembre de 1992, el llamado 'miércoles negro'.El 'Brexit', un desastre

Soros ahora advierte que un voto favorable a la salida de Reino Unido de la Unión Europea en el referéndum de este jueves puede tener un impacto negativo sobre el valor de la libra de hasta un 20%, lo que repercutiría directamente sobre los mercados, la inversión y el empleo. El especulador considera que los efectos del 'Brexit' sobre la cotización de la libra esterlina podrían ser peores que los que él mismo provocó en 1992. Y si lo dice Soros... Todos a temblar porque este 'lobo' de Wall Streett y la City no habla a 'humo de pajas'.

Y es que George Soros está estos días 'en su salsa' porque la debilidad en los mercados que genera la fragilidad económica mundial de los últimos años es el mejor caldo de cultivo para los que como él apuestan a las caídas de la bolsa para ganar ingentes cantidades de dólares en el casino del capitalismo más despiadado. Así ha hecho su inmensa fortuna desde hace décadas. Luego, tras llenarse los bolsillos, se pondrá, seguro, el disfraz de filántropo y seguirá así alimentando esa imagen contradictoria, a caballo entre el especulador despiadado y el benefactor de los desfavorecidos, en el bosque de Sherwood de la economía mundial.Volver a los 85

Soros huele la sangre y a principios de año, con 85 años y tras un tiempo retirado (hace cinco años dejó el fondo que manejaba, unos 30.000 millones de dólares, en manos de sus hijos Jonathan y Robert), decidió volver cuando las turbulencias por las dudas sobre la economía China y el desplome de las materias primas causaron estragos en los parqués mundiales. Ahora, según el Wall Street Journal, está llevando a cabo importantísimas apuestas bajistas en las bolsas y a la vez comprando oro, convertido, otra vez el precioso metal en 'materia prima refugio'.

Por otro lado, mientras se hace más rico todavía de lo que ya era, advierte sobre un nuevo 'crash' económico mundial y sobre el desastre que supondría el 'Brexit'. Seguro que alguien le hace caso porque el depredador ha olido la sangre.

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