Ecuador muestra "mano sucia" de Chevron, que reniega de acusación ambiental

  • El presidente de Ecuador, Rafael Correa, viajó hoy a la Amazonía para mostrar in-situ lo que considera es "la mano sucia de Chevron", petrolera estadounidense que reniega de la acusación de contaminación y de la supuesta interferencia del mandatario en un juicio ambiental en su contra.

Fernando Arroyo León

Aguarico (Ecuador), 17 sep.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, viajó hoy a la Amazonía para mostrar in-situ lo que considera es "la mano sucia de Chevron", petrolera estadounidense que reniega de la acusación de contaminación y de la supuesta interferencia del mandatario en un juicio ambiental en su contra.

Correa incluso recogió con su mano residuos de crudo de una vieja piscina que, según dijo, dejó la petrolera hace unos 26 años, pero que todavía subsisten en un millar de balsas construidas por Texaco, posteriormente adquirida por Chevron, para alojar los desechos de su operación, entre 1962 y 1990.

La petrolera calificó la acción de "show mediático" e insistió en que el presidente ecuatoriano dio muestras de una nueva interferencia en el proceso ambiental que miles de colonos e indígenas de la Amazonía instauraron contra Chevron hace más de 13 años.

El mandatario dijo que, justamente, le ha tocado acudir a la "verdad" de la contaminación atribuida a Chevron para responder a una campaña "multimillonaria" de la petrolera contra su país.

Se refirió, entre otras cosas, al proceso de arbitraje que adelanta Chevron contra el Gobierno ecuatoriano en un tribunal de La Haya, por el que la compañía pretende endosar al Estado andino el pago de la costosa indemnización a la que fue condenada por una corte de justicia en Ecuador.

En 2011, la Corte Superior de Justicia de la provincia amazónica de Sucumbíos, condenó a Chevron al pago de más de 19.000 millones de dólares por los daños ambientales causados en esa región durante el tiempo en que extrajo crudo.

Chevron considera que en ese proceso fue víctima de una trama de fraude iniciada por los abogados de los colonos e indígenas amazónicos ecuatorianos que le demandaron, primero en cortes de Estados Unidos y luego en las de Ecuador.

"Este es uno de los mayores desastres ambientales que ha sufrido el planeta", aseguró Correa y dijo que supera a los conocidos casos de BP en el Golfo de México y el de Exxon Valdez en Alaska.

Correa llamó a la comunidad internacional a "reaccionar contra tanta impunidad" y dijo que convocará próximamente a personalidades mundiales para que apoyen su campaña, incluidos algunos premios Nobel.

Asimismo, pidió a los estadounidenses que no consuman productos Chevron, compañía que, según él, ha invertido cientos de millones de dólares en una campaña para evadir sus responsabilidades judiciales.

Correa enfatizó que el juicio ambiental emprendido por colonos e indígenas amazónicos contra Chevron es un proceso entre litigantes privados en el que el Gobierno ecuatoriano no ha intervenido, como asegura la petrolera.

Según el mandatario, su reacción obedece a la campaña iniciada por la petrolera estadounidense contra el Gobierno, en su intención de no pagar la multimillonaria indemnización a la que fue condenada en Ecuador.

Por contra, Chevron, mediante un comunicado de réplica a la acción del mandatario, acusó a Correa de distorsionar un relato ante la prensa nacional y extranjera para intentar demostrar la supuesta culpabilidad de la petrolera en el proceso ambiental imputado a ella.

"El presidente Correa ha decidido interferir una vez más en el caso Chevron, a pesar del recurso de casación interpuesto por la empresa ante la Corte Nacional de Justicia", señaló la petrolera en su escrito, extremo que el mandatario ha negado de manera enfática.

La compañía insistió en que remedió todos los sitios donde operó en la Amazonía ecuatoriana y que ello fue avalado en 1995 por el Gobierno ecuatoriano.

Para Chevron, toda contaminación imputada a ella es de responsabilidad de la estatal Petroecuador, que quedó a cargo de la concesión tras su salida del país.

Los demandantes, por contra, acusan a Chevron de haber vertido en su territorio millones de litros de líquidos tóxicos, que afectaron severamente a la naturaleza y a las personas que habitan en esa región.

Han iniciado acciones de cobro de la condena en las cortes ecuatorianas en Argentina, Brasil y Canadá y no descartan acudir a otros países donde la petrolera tiene activos para recuperar el total de la indemnización a la que fue condenada.

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