EEUU y Japón desafían la pujanza china en el Pacífico con un pacto de Defensa

Apenas unos días después de que entrase en vigor, el pasado 1 de enero, la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), el mayor acuerdo económico de libre comercio liderado por China, EEUU mueve ficha al anunciar un acuerdo en materia de Defensa con Japón que, según ambas potencias, es "la piedra angular de la paz y la prosperidad en la región" del Indo-Pacífico.

Las autoridades de ambos países mantuvieron un encuentro el jueves en el que acordaron un nuevo programa de colaboración para encarar los "problemas emergentes relacionados con la defensa", apenas dos días después de que Corea del Norte lanzase un misil hipersónico a las aguas del mar de Japón.

La primera potencia del mundo prevé elevar, a lo largo del próximo lustro,  los recursos para ampliar la preparación militar y las capacidades operacionales de apoyo a Japón. "Estamos lanzando un nuevo acuerdo de investigación y desarrollo que facilitará que nuestros científicos, nuestros ingenieros y gerentes de programas colaboren en problemas emergentes relacionados con la defensa, desde la lucha contra las amenazas hipersónicas hasta el avance de las capacidades especiales", aseguró el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.

Por su parte, el ministro de Exteriores japonés, Yoshimasa Hayashi, ha incidido en la importancia de que la primera y la tercera economía del planeta se unan a través de este acuerdo para hacer frente a desafíos como el cambio en el equilibrio estratégico, el intento unilateral y coercitivo de cambiar el 'status quo', el uso abusivo de presiones injustas y la "expansión de un régimen autoritario". "Es más importante que nunca que Japón y Estados Unidos estén unidos y exhiban liderazgo ya que ambas naciones comparten intereses", ha añadido.

Los aliados han hecho todas estas consideraciones a través de una declaración conjunta tras la reunión virtual que mantuvieron para sellar el acuerdo. En ella han puesto además el foco en la creciente alarma sobre China -con la tensión en torno a Taiwán arreciando por momentos- ha hecho que el papel de Japón en materia de seguridad cobre más relevancia.