Consultorio de vivienda

¿Qué efectos puede tener la crisis del coronavirus en el sector inmobiliario?

Una vivienda.
Una vivienda.
Imagen de jcomp en Freepik

La verdad es que pinta fatal, y no nos referimos solo a las promotoras, constructoras y técnicos, que por supuesto que se van a ver afectados.

En los últimos tiempos la vivienda había experimentado un aumento de precio más que considerable, y hay mucha gente que ha comprado casa y que ahora se va a ver en la tesitura de no poder pagar las cuotas de la hipoteca o los pagos anticipados derivados del contrato privado que se devengan durante la construcción. Si la solución es transitoria, las prestaciones de los ERTE vendrán a paliar mínimamente la mala racha, pero el daño puede ser más profundo y dar lugar a un aumento del desempleo no necesariamente temporal.

La crisis de los compradores redundará en que algunos, aunque sea tras las moratorias que se concedan, dejen de pagar, con lo que ello supone de pisos que vuelvan a manos de las promotoras. Como es obvio, en esta coyuntura pocas operaciones nuevas va a haber. Siendo así, las promotoras continuarán asumiendo los pagos de los préstamos con que han financiado la construcción. La crisis traerá consigo una bajada de precios, que otra vez puede pillar con el pie cambiado a muchas empresas que legítimamente pensaron que era buen momento para comprar suelo a precios altos y que no van a poder vender sus productos a los precios calculados. Como es lógico, si la situación se alarga, muchos de sus empleados irán al paro.

Las ventas de segunda mano están también paralizadas, porque no se puede ir a la inmobiliaria ni visitar los pisos. Los alquileres turísticos están prohibidos. Si algunos de esos pisos se convierten en arrendamientos de vivienda, es de esperar que bajarán los precios de los arrendamientos; máxime si, tras la crisis y los meses, de ERTE no hay dinero en manos del consumidor; aunque esta tendencia puede invertirse si las empresas no logran recuperarse y la opción de alquilar es más segura que la de comprar vivienda.

Finalmente, no sabemos si los costes que indudablemente van a soportar los bancos por las moratorias terminarán siendo repercutidos en préstamos futuros.

Sin ánimo de resultar apocalípticas, la cosa la verdad es que pinta mal. En función de lo que dure, pinta “entre mal y muy mal”. Pero saldremos con el tiempo, claro que sí.

La respuesta ha sido elaborada por el despacho de abogados Echeandia & Alevito: www.echeandia-alevito.com

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