El abuso de las horas extra frena la creación de empleo

  • Las horas extra han crecido a un ritmo del 15% durante el primer trimestre del año y el Ministerio de Economía aprovecha para pensar que la recuperación del mercado laboral está más cerca. Para ello, hay que reformar ya la negociación colectiva.
El secretario de Estado de Economía replica a los jóvenes que los "dolorosos" ajustes mejorarán la situación
El secretario de Estado de Economía replica a los jóvenes que los "dolorosos" ajustes mejorarán la situación
Álex Medina R.

Las plantillas pueden recortarse, pero el trabajo sigue ahí, en medio de la oficina, esperando que se reparta entre los que quedan. Así ha sido durante lo más crudo de la crisis y así parece que sigue siendo.

El Ministerio de Economía, a través de su número dos, José Manuel Campa, ha esgrimido el aumento registrado en las horas extraordinarias como un síntoma de que el mercado laboral está cerca de levantarse de la lona. Ahora sólo falta que"las empresas pasen de usar las horas extra de forma intensa a empezar a contratar", ha indicado.

Para ello, y aquí se esconde el mensaje lanzado por el secretario de Estado durante la presentación de los datos de la Contabilidad Nacional corrrespondientes al primer trimestre del año, debe cerrarse lo antes posible la reforma de la negociación colectiva, porque los empresarios sólo saltarán de horas a contratos cuando haya la suficiente "flexibilidad laboral" que supuestamente debe traer consigo el nuevo sistema.

De momento, en la estadística publicada por el INE se recogen cifras que apuntan en esa dirección del uso extendido de empleo adicional como un incremento del 1,7% de la jornada media a tiempo completo y del 0,3% en las horas utilizadas. La sensación es que la actividad está latente... siempre y cuando no vuelva a empeorar la situación.

Mucho más contundente en materia de alargamiento de jornada fue la reciente Encuesta de Población Activa. En ella, se recoge que durante el primer trimestre de 2011 se contabilizaron 6,4 millones de horas, un 15% más que en el trimestre anterior y un 4,3% respecto al mismo periodo de 2010.

El ahorro no se queda ahí. Según denuncia UGT, y además de "condicionar la calidad de vida del trabajador e impedir la creación de empleo", en 2010 casi la mitad de las horas extra trabajadas (el 46%, para ser exactas) no se pagaron. Durante el primer trimestre se ha calcado el porcentaje de trabajo no remunerado y también supone el 46% del total.

En cuanto a las actividades donde más se carga la jornada laboral, los más afectados son los técnicos y profesionales científicos e intelectuales y las ocupaciones elementales. Otros trabajos de oficina se anotan aumentos más ligeros y la industria en general suele usar más este recurso en los finales de año.

El turismo se mantiene estable a lo largo de todo el ejercicio y de un año a esta parte prácticamente ha desaparecido la hora extraordinaria del sector agrícola o pesquero.

En resumen, UGT critica que "la empresa ahorre costes en puestos de trabajo que se podrían crear y camufle sus necesidades reales". El Gobierno no lo expresa así pero sí subraya el repunte de las horas extra justo cuando son tantas las dificultades que ahogan al mercado laboral.

Buenas perspectivas

Por lo demás, el resultado del primero de los cuatro escalones que debe subir la economía española en 2011 ha sido satisfactorio para el Gobierno, que considera que crecer un 0,3% en el primer trimestre es, al menos, "una suave recuperación".

El ritmo de subida del Producto Interior Bruto en un año es del 0,8% y se ubica en la senda para cumplir el objetivo de tocar el 31 de diciembre con un avance del 1,3%.

"Los primeros datos son consecuentes con ese objetivo", indica Campa. Esos primeros datos a un menor nivel reflejan que la demanda interna (que supone más de la mitad del crecimiento nacional) se resiste a entrar en positivo y repite un trimestre más un recorte de seis décimas.

Como en todo el año pasado, la salvación de las cuentas públicas vino de la mano de las exportaciones, cuyo comportamiento aporta un saldo del 1,4% al PIB, a pesar de que también entre enero y marzo el alza del precio del petróleo castigó el déficit por cuenta corriente.

Entrando en el mundo de las suposiciones, el Ejecutivo se agarra a otra nueva forma de ver las cuentas públicas: en una España sin construcción ni ajuste fiscal, el PIB crecería a un sano 1,9%. Lo que no dice es qué sería de esa España sin todo lo que aportó esa misma construcción años atrás.    

Pero las medidas de control de gasto se tomaron y están repercutiendo en el PIB. O no tanto, ya que el gasto de las administraciones creció entre enero y marzo un 1,1% tras cuatro trimestres de caídas.

¿Pero no había recortes? Campa especifica que los crecimientos no tienen nada que ver con los salarios sino con los consumos intermedios de las administraciones.

Mostrar comentarios