El ajuste fiscal hará caer la economía un 1,5 % y elevará el paro al 23,4 %

  • El proceso de reequilibrio presupuestario para reducir este año el déficit público al 4,4 % del PIB tendrá un impacto negativo en la economía, que caerá el 1,5 % en el conjunto de 2012, en tanto que la tasa de paro llegará al 23,4 %, según las proyecciones del Banco de España.

Madrid, 23 ene.- El proceso de reequilibrio presupuestario para reducir este año el déficit público al 4,4 % del PIB tendrá un impacto negativo en la economía, que caerá el 1,5 % en el conjunto de 2012, en tanto que la tasa de paro llegará al 23,4 %, según las proyecciones del Banco de España.

La entidad calcula que en 2013 el PIB volverá a crecer desde el primer trimestre, lo que permitirá un avance en el conjunto del año del 0,2 %, aunque no se comenzará a crear empleo neto hasta la segunda mitad del año y no será suficiente para reducir el nivel de desempleo en más de una décima.

A pesar de esta situación, entiende que el ajuste fiscal es ineludible y que el Gobierno debe perseverar en ese proceso, ya que las dudas de los mercados sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas son la causa de la pérdida de impulso económico en el cuarto trimestre de 2011, en el que la economía española ha retrocedido el 0,3 %.

Se trata de un círculo vicioso en el que la desconfianza de los mercados en la capacidad de España para equilibrar sus cuentas y pagar su deuda empeora las condiciones de financiación tanto pública como privada y obliga a severos ajustes, con el efecto negativo que ambas cosas tienen sobre el crecimiento económico y el empleo.

El Banco de España considera que el riesgo nuevos episodios de inestabilidad en los mercados financieros seguirá existiendo en 2012 dada la "insuficiente coordinación" de las políticas económicas en el ámbito europeo, lo que podría dar lugar a una contracción más severa del PIB.

Ante este contexto, cree que sólo actuaciones "más decididas" en el ámbito de las reformas estructurales permitirían una reducción más rápida del paro y crearían condiciones más favorables para el crecimiento económico, lo que suavizaría la caída proyectada.

En este sentido, en el ámbito del mercado de trabajo aboga por una reforma integral de la negociación salarial y de las modalidades de contratación, en tanto que para el sector financiero apuesta por avanzar en el proceso de reestructuración de las entidades.

En el plano fiscal reclama una mejora "sustancial" de las medidas de seguimiento y control de las cuentas de las administraciones públicas, en particular de las comunidades autónomas, las principales responsables de que el déficit se haya elevado al 8,1 % del PIB en 2011, según sus cálculos.

Tras la subida de impuestos decretada por el Gobierno el pasado 30 de diciembre y un primer recorte de 8.900 millones de euros, el organismo supervisor supone que el resto de medidas para lograr bajar el déficit al 4,4 % del PIB estarán concentradas en la reducción del gasto público y bajo esa hipótesis ha elaborado sus predicciones.

Con esta situación, prevé un descenso de la demanda nacional del 4 %, frente a un sector exterior que mantendrá su contribución positiva al PIB en 2,5 puntos porcentuales, debido al empuje de las exportaciones que crecerán el 3,5 %.

El informe señala que las medidas de austeridad presupuestaria tendrán un efecto directo sobre el sector público, pero también afectarán al gasto de las familias, cuya renta disponible se verá lastrada por el retroceso del empleo y el aumento del impuesto sobre la renta.

El consumo privado descenderá el 1,2 % y el público caerá el 6,3 %, mientras que la inversión disminuirá el 9,2 %.

Para 2013 prevé un ligero crecimiento de la economía de dos décimas, gracias al tirón de las exportaciones, que aumentarían el 5,9 % y lograrían compensar la caída de la demanda nacional estimada en el 1,4 %, si bien el nivel de desempleo se quedará en el 23,3 %.

Sobre el cierre de 2011, la entidad calcula que la economía creció el 0,7 % en el conjunto del año, seis décimas menos de lo que había estimado el anterior Ejecutivo.

La demanda nacional se contrajo el 1,3 %, lo que se explica casi en su totalidad por la caída de la inversión en construcción y el recorte del gasto público, que no pudieron ser contrarrestados por el consumo de los hogares ni la inversión empresarial, cuyo impulso inicial fue dando "muestras de fatiga" a medida que avanzaba el año.

Por su parte, la demanda exterior tuvo una contribución positiva de dos puntos porcentuales gracias a la buena evolución de las exportaciones.

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