El ‘baile de fusiones’ acelera su ritmo

Las Cajas de Ahorro siguen viviendo dentro de su particular ‘baile de fusiones’. Está claro que el sistema financiero se está reordenando y de las 45 cajas que existen en la actualidad, según las previsiones, quedarán alrededor de veinte. Durante los últimos meses se han fusionado algunas de estas entidades, repartidas por todo el territorio nacional. Después del proyecto andaluz (Unicaja, CajaSur y Caja de Jaén), castellano-leonés (Caja Duero, Caja España y Caja Burgos) y valenciano (16 cajas rurales han sellado su fusión a partir de 2010, aunque Ruralcaja llevará el timón) parece que la próxima en ver la luz será la caja catalana.

Según aseguraba la pasada semana la agencia Efe, hoy se reunirán por separado los consejos de administración de las Cajas Catalunya, Tarragona y Manresa. Una vez que los tres consejos aprueben el proceso, deberá ser presentado ante el Banco de España. Sin embargo, esta es la segunda gran fusión de cajas fusión que se negocia en Cataluña después de la que ya se está preparando por parte de las cajas de Terrassa, Sabadell, Manlleu y Girona.

Hasta el pasado día 7 de octubre, lo común eran las fusiones pertenecientes a una misma comunidad. Caja Navarra y CajaCanarias han sido las primeras en romper tendencia y acordar un modelo de negocio de carácter interregional.

El baile de fusiones ha llegado a tal extremo que incluso cuenta con un organismo que actúa de ‘guardaespaldas’ por si algo falla. ¿Su nombre? El FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria). ¿Sus armas? 9.000 millones de euros en efectivo para intervenir en entidades y capacidad para endeudarse hasta los 36.000 millones.

¿Y por qué una fusión?

La necesidad de que el sector bancario se reestructure es una de las razones de que las cajas se estén fusionando, pero no es la única. Las Cajas de Ahorro siempre han ocupado un segundo plano dentro del sector financiero, a la sombra de los gigantes Banco Santander, BBVA o Banco Popular. Sin embargo, dejando al margen cuestiones de volumen de negocio y capacidad de concesión de créditos, las cajas se encontraban ante un nuevo enemigo: la crisis. Una crisis que empezaba a amenazar su propia subsistencia. Las opciones eran muy escasas y la mejor alternativa era hacer caso a ese dicho popular que dice que ‘la unión hace la fuerza’.

A excepción de Caja Madrid y La Caixa, que se encuentran en el ranking de las seis entidades financieras más importantes en España, las Cajas de Ahorro han hecho sus quinielas para intentar unir su patrimonio al de otra caja cercana y parecida en características. De ahí que la tendencia generalizada fuera la fusión con las entidades pertenecientes a su misma Comunidad Autónoma y con un tamaño similar.