El banco de españa afirma que la inflación se desacelerará "sustancialmente" en 2011


El Banco de España considera que el reciente aumento de la inflación es un fenómeno "temporal". De hecho, este organismo augura que la tasa de inflación se desacelerará sustancialmente en los meses finales de este año, para acabar entre el 2,2% y el 1,2% en diciembre de 2011.
En su último Boletín Económico, correspondiente al mes de enero de 2011, el Banco de España constata que la inflación española experimentó una sustancial moderación en 2009 y 2010, en un contexto de crisis económica y de acusada contracción del consumo privado.
Para el organismo que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el repunte reciente de la inflación debería ser, en principio, temporal, pues una parte significativa del mismo obedece al impacto transitorio de algunas medidas impositivas (como la subida del IVA, en julio) y a las alzas de determinados precios regulados (como las tarifas eléctrica y de gas, y el tabaco).
El Banco de España atribuye el incremento del IPC en diciembre (de tres décimas, hasta el 3,3%) al encarecimiento de las materias primas en los mercados internacionales, a las mencionadas subidas impositivas -que se enmarcan dentro del conjunto de medidas de consolidación fiscal- y al aumento de determinados precios regulados. Estos factores han supuesto que el ritmo de avance de los precios en España haya sido superior al del resto de países de la zona del euro.
Dichas medidas tienen efecto de una sola vez sobre el nivel de precios y, por lo tanto, su impacto desaparece de la tasa interanual de inflación transcurridos doce meses desde su implantación.
MODERACIÓN
Por lo tanto, el impacto de las subidas impositivas y de los incrementos en los precios de la energía sobre la inflación observada durante 2010 tenderá a desaparecer en 2011, ejerciendo un papel moderador sobre la tasa de variación interanual a lo largo del presente año.
Este papel moderador sobre la inflación aumentará conforme avance el año, siendo particularmente importantes las reducciones de la tasa interanual asociadas a la desaparición del efecto base derivado del aumento del IVA en el tercer trimestre y del encarecimiento del petróleo en el cuarto trimestre.
Al margen de este efecto estadístico, el supervisor incide en la importancia de la evolución del precio del crudo sobre la inflación en España.
Sin embargo, añade, "incluso bajo supuestos severos sobre su comportamiento en 2011 la tasa de inflación se desaceleraría sustancialmente en los meses finales de 2011".
El Banco de España dibuja tres posibles escenarios, en función de la evolución del petróleo. De ellos deduce que, en el peor de los casos (con un petróleo al alza), el IPC se reduciría al 2,2% para diciembre de 2011. En el escenario central, se situaría en el 1,7%, y en la hipótesis más favorable, bajaría hasta el 1,2%, al cierre de este año.

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