El Banco de Japón se reúne para estudiar flexibilización y meta inflacionaria

  • El Banco de Japón (BOJ) inició hoy su reunión mensual de dos días en la que se espera establezca oficialmente un objetivo inflacionario del 2 % a instancias del primer ministro, Shinzo Abe, partidario de medidas contundentes de flexibilización monetaria.

Tokio, 21 ene.- El Banco de Japón (BOJ) inició hoy su reunión mensual de dos días en la que se espera establezca oficialmente un objetivo inflacionario del 2 % a instancias del primer ministro, Shinzo Abe, partidario de medidas contundentes de flexibilización monetaria.

Según los analistas, al término del encuentro el BOJ podría emitir un comunicado conjunto con el Gobierno que recoja su objetivo de estabilizar a medio plazo la inflación nipona en el 2 %, frente a la persistente deflación que desde hace años atenaza la economía nipona.

Tampoco se descarta que el banco emisor anuncie nuevas medidas de flexibilización, lo que supondría la primera ocasión en nueve meses en que el Banco Central de Japón adopta este tipo de acciones en dos reuniones consecutivas.

En la del pasado diciembre, el BOJ anunció una nueva inyección de liquidez por unos 90.000 millones de euros a través de una ampliación de su programa de compra de activos, la cuarta expansión de este tipo efectuada en 2012, para impulsar la economía nipona.

Hasta ahora, el Banco de Japón mantenía como meta a medio plazo una inflación del 1 %, pero Shinzo Abe, que asumió la jefatura del Gobierno en diciembre tras arrasar en las elecciones generales, ha instado al emisor a aplicar una política agresiva de flexibilización monetaria hasta alcanzar un aumento estable de precios del 2 %.

El objetivo es estimular la maltrecha economía de Japón, que en el trimestre julio-septiembre se contrajo un 3,5 % en términos anuales, lo que apunta a que el país ha entrado en una recesión técnica en medio de una caída de la demanda, tanto interior como en el exterior.

A principios de este mes el Ejecutivo de Abe dio el visto bueno a un ambicioso paquete de estímulo que incluye 10,3 billones de yenes (unos 86.200 millones de euros) en fondos del Gobierno central, con el objetivo de crear 600.000 puestos de trabajo y sumar dos puntos al crecimiento del producto interior bruto (PIB).

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