Madrid.- El Banco Popular obtuvo un beneficio neto atribuido de 766,13 millones de euros en 2009, un 27,2 por ciento menos que en 2008, tras realizar una fuerte dotación a provisiones para afrontar el incremento de la morosidad, que le permitirá afrontar 2010 con seguridad y con los deberes hechos.
Así lo explicó hoy el presidente de la entidad, Ángel Ron, que se mostró convencido de que lo peor de la crisis ha quedado atrás y que el presente ejercicio no será peor que el pasado "para quien se haya preparado bien", como el Popular.
Con este objetivo, la entidad ha dotado 480 millones de euros a provisiones cautelares, de los que 335 millones fueron para el fondo de riesgo de crédito y 145 para el fondo de inmuebles.
Ron destacó que, si bien la tasa de morosidad del banco es elevada -cerró 2009 en el 4,81%-, ya crece menos y podría "tocar techo" en breve.
En cualquier caso, el objetivo del banco es mantener su tasa de impagados por debajo del sistema, que rozó el 5% en noviembre, al tiempo que confió en que este porcentaje no supere el 5,50% para el conjunto del sector.
Ron se felicitó por la calidad de la cuenta de resultados del Popular en un ejercicio "hostil" para la banca, al tiempo que se mostró convencido de que 2010 será mejor, pues la economía internacional da indicios de mejora, aunque sigue siendo frágil.
En el caso de España, la cosa irá más lenta, ya que los indicadores macroeconómicos anticipan más paro y caídas del 1% del PIB, por lo que aún no se puede hablar de recuperación pese a que los últimos datos empiezan a dar señales de estabilización.
A juicio de Ron, que comparte con muchos de sus colegas banqueros, la reestructuración del sistema financiero español debe acometerse "cuanto antes", con la única premisa de que las entidades que reciban dinero público tiene que recortar su red de oficinas, entre otros cambios, para no distorsionar la competencia.
España está pendiente aún de recibir el visto bueno de Bruselas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), diseñado para facilitar la reordenación del sector, lo que ha paralizado de momento dos operaciones de fusión de distintas cajas de ahorros.
La entidad seguirá apostando por el crecimiento orgánico en 2010, aunque aprovechará "las oportunidades comerciales que ofrecen las crisis", pero se centrará en seguir prestando dinero y captando depósitos, "como hemos hecho en 2009", con un modelo de negocio volcado en el cliente, tanto a particulares como a pymes, explicó.
Al final del ejercicio, la entidad tenía concedidos a sus clientes créditos por importe de 97.362,92 millones de euros, que habían crecido el 4,2% en comparación con 2008, siendo los créditos a las administraciones públicas los más perjudicados, ya que se redujeron el 48,6% en un año.
Asimismo, los depósitos de la clientela se elevaron el 15,3% el año pasado y alcanzaron los 59.557,59 millones, impulsados por el incremento del 23% de los depósitos a plazo, lo que confirma el empeño de los clientes bancarios por ahorrar para los malos tiempos, en lugar de consumir.
En cuanto a la solvencia, el banco tenía a finales de diciembre un capital básico ("core capital") del 8,61% (7,17% un año antes), mientras que los recursos de primera categoría o TIER 1 se situaban en el 9,18% (8,12% en diciembre de 2008), lo que le convierte en "uno de los bancos occidentales más capitalizados" sin inyecciones públicas.
Según explicó el director general corporativo y financiero del Banco Popular, Jacobo González-Robatto, el objetivo de la entidad es volver a proponer al Consejo que la mitad de los beneficios se destinen a retribuir a sus accionistas para mantener su política de un "pay-out" del 50 por ciento.
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