La institución monetaria publicó un proyecto que define las modalidades de adaptación de las reglas europeas a cada país y los posibles casos de exoneración.
El BCE identificó unas 150 disposiciones diferentes que dificultan la comparación de los balances bancarios y complican la supervisión, pese a que se supone que todos los países del bloque aplican las mismas reglas.
"La práctica incoherente de opciones y de decisiones discrecionales puede conducir, si no está justificada por especificidades nacionales, a una fragmentación y a [otros] riesgos en el sector bancario", explica el BCE.
El número de disposiciones nacionales se reducirá a 112, según el proyecto.
Se trata de "una etapa importante el el camino hacia una armonización reforzada", asegura el BCE, a cargo desde noviembre de 2014 de la supervisión de unos 120 bancos de la zona euro.
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